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jueves, 31 de diciembre de 2015

Kiko, qué maravilla

Antes de llegar a Florencia en 2011, si yo escuchaba algo de Kiko, se me venía a la cabeza este señor marcando en el último momento o haciendo el arquero. Si acaso el amigo del Chavo diciendo "¿quieres? ¡pues compra!". Pero todo cambió desde que Giovanna (aka La Juana) le costaba la misma vida aprenderse mi nombre y, durante los primeros días, me decía Kiko. Esto se debía a una tienda de maquillaje que la gente de Cádiz seguro que ya conoceréis por el homenaje que se les hizo en Columela a unos de los grandes embajadores de la ciudad: Kiko y Zara.

La cuestión es que, como mucha gente ha podido comprobar, tras 8 años y pico de relación mis conocimientos sobre maquillaje se han ampliado de manera significativa, pero en diciembre de 2011 yo tenía una lista de cosas concretas, todas en inglés y con códigos concretos de color.

Kiko en Florencia solía estar lleno de chinas probándose potingues enfrente de un espejo, gente con pinta de tener mucho dinero y dos negros enormes en la puerta haciendo las funciones de seguridad. Y en medio de aquello me metí yo, con las melenas, la chaqueta de cuero, la sudadera de los Maiden, unos vaqueros rotos y las botas.
Yo entré allí como el que coge por primera vez una carta naval y lo máximo que ha hecho es jugar con la Goleta de Playmobil. Estaba tela de perdido y decidí dar vueltas, muchas vueltas, sin ver nada, pero yo daba vueltas, esperando que los artículos apareciesen delante mía como por arte de magia. Yo miraba el papel con la lista, levantaba la vista, observaba un punto y tiraba para allá. Así durante bastantes minutos.

Podría haber seguido mucho más, hasta que vi que el negro de la puerta no estaba en la puerta y estaba siguiéndome a una distancia de seguridad para tenerme vigilado. Mierda, ya la había cagao. Mi solución fue coger una bolsa y empezar a echar cosas al azar, pero yo na más que miraba al portero y empezaba a sudar y a pasarlo realmente mal.

Al final todo se solucionó porque una chiquilla de las que trabajaban allí tuvo que ver que estaba más perdido que Antonio Resines en una película de Nolan y se me acercó, me cogió la lista y fue llevándome por los estantes donde estaban las cosas.

Desde ese día he mejorado muchísimo, ahora directamente entro y pregunto.

jueves, 15 de enero de 2015

Operación salida

Cuando en estas navidades se ha hablado tanto de la operación salida, del tráfico, los atascos, los accidentes y demás, yo no pensaba en el tráfico, los atascos, los accidentes y demás. No, tampoco pensaba en el juego. La foto se me ha ocurrido ponerla ahora.

La operación salida yo la relaciono con un episodio desarrollado durante los últimos días de mi estancia en Florencia y una serie de estrategias que llevamos a cabo para escapar bien de allí. Pero vamos a ir por partes explicándolo todo.

Lo primero que hay que saber es que Florencia es una ciudad bastante húmeda a pesar de no tener mar, pero el río Arno cumple su función humidificadora a la perfección. Los climas húmedos atraen a los mosquitos, por lo que en Florencia hay mosquitos, y mi casa estaba al lado del río, por lo que en mi casa había un número de mosquitos por metro cuadrado bastante más elevado que en el resto de casas fiorentinas alejadas del río.
Así que, harto de que me picaran aun en otoño, empecé a cazar todos los mosquitos que veía. Estos se acercaban a la luz, que estaba en la pared muy cerca del techo, por lo que yo los veía en el techo. Saltaba y los aplastaba. Y se quedaban pegados en el techo. Con la coña yo decía que se trataba de un mensaje al resto de mosquitos, pero lo cierto es que no los quitaba por flojera y no fuera a ser que me entrara uno en la boca. ¿Qué hubiera sido más fácil comprar el repelente ese que va enchufado? pues si, pero ya, total. Además, os habríais perdido una historia.

Otra de las cosas que hay que saber es que las tuberías de esa casa eran viejas, muy viejas, viejísimas, vetustas y, digo más, vetustísimas. Tanto que Mario, el fontanero, no el murciano, nos advirtió varias veces que sería conveniente cambiarlas. Si recordais lo que os conté de Mario pensaréis, al igual que yo, que la advertencia de seguridad de una persona que prefiere lavarse las manos con detergente y que se queda la mierda que saca de una lavadora hay que tomársela bastante en serio.
Este estado de las tuberías acabó desencadenando en el último mes en un depósito de agua caliente que perdía agua y que decidimos subsanar con cinta americana a su alrededor y con un cubo abajo para posibles fugas.

Lo último que hay que saber es que al final del año iban a venir a revisar que toda la casa estuviera bien para devolvernos la fianza (que creo que no nos la devolvieron, o que nos devolvieron menos, o algo así).
El caso es que había que limpiar la casa a fondo, una casa cuya sensación de suciedad era inherente, donde había una capa de grasa en la cocina de antes de que llegáramos y donde la pintura contra la humedad sobre las ventanas aguantó dos semanas como mucho.

Lo primero era el tema de los mosquitos, que después de casi un año os podeis imaginar el techo y el borde de la lámpara cómo estarían. Quitarlos no fué difícil, el problema venía con las manchas que quedaban. Así que ahí estuve yo, con un pañito con agua dándole a manchas que llevaban 8 o 9 meses en el techo, provocando que surgieran nuevas manchas pero en esta ocasión de limpieza, generando el contraste con el tono oscurillo que tenía el techo.

Lo segundo era el depósito que, si bien habíamos arreglado relativamente el problema, no estaba bonito que allí entraran y se encontrasen cinta americana en una tubería y un cubo abajo. Afortunadamente habíamos descubierto que, quitando la cinta y secándolo durante unos segundos con una toalla, dejaba de gotear durante unos minutos (creemos que cerca de 10).

Así que nuestro genial plan era el siguiente: Cuando sonara el telefonillo yo entraba en el baño para secar la fuga y vaciar el cubo, Pepe recibía a quien fuera y Tania se quedaba en el cuarto intentando que no mirase al techo. Yo tampoco se cómo evitar que alguien mire donde sea, pero ese era el plan.
El caso es que llegó el día señalado y pusimos en marcha el plan. De verdad que estábamos con nervios y yo entré corriendo en el baño hasta escuchar que mi primo empezaba a hablar. Cuando eso ocurrió salí y comenzábamos a ir contrarreloj.
Ahora imaginaos nuestras caras cuando la piva de la agencia entró en el salón (salón/cocina/salita/sala de estudio), miró a su alrededor y dijo "todo muy bien, muchas gracias".

Después de eso irnos de allí sin devolver el aparato de internet ni pagar lo que nos pedían por devolverlo no nos costó en absoluto. Entonces se trataba de huir, sencillamente.

jueves, 11 de diciembre de 2014

La habitación 237

Imaginaos una casa no muy grande con solo cuatro habitaciones: la primera y más grande sirve al mismo tiempo de recibidor, de salón, de cocina y de comedor, todo esto sin ventanas; otras dos son habitaciones bastante grandes, llena de luz dado que toda la pared lateral es una cristalera, con un armario grande, un escritorio bastante apañao y mucho espacio; por último, la que queda es el cuarto baño con una ducha con tendencia al atasco y cuya agua caliente salía cada hora, un lavabo con un zombie en su interior (como se puede ver en la foto con algo de imaginación), una lavadora que no quería funcionar al principio, un calentador que perdía agua y un váter que también nos dio algún que otro susto. ¿Cuál de estas habitaciones eligiríais?

Yo al principio habría dicho el salón, pero resulta que hablamos de mi casa de Florencia y diría el salón en un principio porque ahí se daban las situaciones extrañas con Mario el fontanero, venía el tontaina a ver qué tal iba todo, había nutelladas con Lady Oscar en la tele y festivales de eurovisión tan interesantes y disputados como la final olímpica de tiro con arco, pero, con el paso del tiempo y las situaciones, me di cuenta de que la mejor habitación era el cuarto de baño.

La historia con el cuarto baño, a toro pasado, es bastante divertida. Lo primero que descubrimos era que la lavadora no centrifugaba y que dejaba chorreando todo, por lo que sacábamos la ropa directa para escurrirla en el lavabo y tenderla durante un ratazo. Un ratazo muy gordo porque vivir al lado de un río no ayuda mucho a secar nada. 
También vimos cómo la ducha era proclive al atasco porque, al parecer, las tuberías eran muy muy antiguas, con lo cual se quedaban con toda la porquería y no permitían los productos químicos porque podrían romperse, así que un día decidí meterme con el desatascador y casi vomito porque salió un montón de agua estancada y, para colmo, se quedaba en la ducha sin irse. Un numerito. Ducharse era otra aventura porque el agua caliente llegaba siempre que la aguja del calentador se encontrase en el número 3 y, mientras se duchaba uno, iba bajando y tardaba en volver a calentarse y llegar al 3. La ola de frío del invierno de 2011 no ayudaba a que la aguja se moviera más rápido, por eso los días que yo tenía partido era una alegría porque yo me duchaba en los vestuarios y me quedaba un rato más debajo del agua pensando "pa el día que no pueda".
El WC también quiso jugárnosla atascándose el mismo día que teníamos visita de 3 personas. Coincidió que se fueron a Lucca durante todo el día y pude improvisar un desatascador de váter en plan bricomanía con una percha metálica que sacrifiqué y con la fregona. Me tuve que poner un pañuelo -ejem, toalla- en la cabeza para que no se me metieran los pelos en el váter, remangarme mucho las mangas, ponerme los guantes e ir con la fregona y la percha a todos lados. Esta era mi jechura:


Entonces, ¿por qué era mi favorita? pues porque tenía un calienta-toallas que, cuando hizo mucho frío, llegué a abrazarlo y que te dejaba las toallas que daba gusto para secarse y porque, a pesar de todo, la taza del váter nunca estaba fría, algo que echo de menos cada invierno desde aquel año. 
Mi manchi troppo, mio WC :(

PD: Si me acuerdo, algún día contaré el numerito del último día con la revisión de la casa en la que el cuarto de baño también tenía protagonismo.

jueves, 3 de abril de 2014

El erasmus más tonto de la historia

Ya comenté una vez en este blog que soy imbécil. Sinceramente no es algo que me suponga ningún tipo de malestar, de hecho lo llevo bastante bien y me ha produce una realidad alternativa en mi mente de la cuál disfruto mucho.

Supongo que eso de la imbecilidad me lleva a vivir situaciones que no programo (de hecho suelo improvisar bastante mi día a día) y de las que me doy cuenta cuando hablo con gente que ha vivido alguna experiencia compartida conmigo que, en principio, debería ser similar pero dista bastante de lo que yo hice en su momento. Vamos, que estoy hablando del erasmus (como habrás comprobado si has leído el título y lo que aparece en la foto).

Según parece, el discurso oficial dice que quien se va de erasmus tiene que: 
1. Ir a muchas fiestas, de esas de discotecas enormes, o de pisos de estudiantes de gente que no conoce.
2. Alejarse de la gente del país receptor creando una macro-comunidad de erasmus.
3. No estudiar porque, de todos modos, se aprueba (aplicable principalmente al caso italiano, según parece).
Y como todo discurso oficial, quien no hace esto no ha disfrutado al 100% de su erasmus.

Yo, que soy un poco tonto, rompí sistemáticamente cada uno de los tres puntos. No fui a esas fiestas universitarias a las que, vaya casualidad, tampoco he ido en Cádiz. Yo elegí ir a conciertos tributo en el Hard Rock Café, a ver a los Banda Bassotti en una sala que aún no recuerdo cómo llegue porque decidí ir solo (alone y only) veinte minutos antes de que empezase el show, iba a bares a buscar cerveza barata y me tomaba algo en mitad de la calle si surgía. Fuí una vez a una discoteca, perdí un cubata, se perdió un amigo y se cayó otro.

Tampoco me alejé de la peña italiana. De hecho hice todo lo contrario. En poco tiempo era portero en una liga amateur de un equipo de gente que, casualidades de la vida, eran bastante afines a mí: el Atletico Cavedani. Tanto me junté con esta gente que fui a una festa de laurea (una fiesta de graduación) en Prato disfrazados de vaqueros, participé en un torneo de Dodgeball (el matar de to la vida), vi los Vengadores en italiano, me convertí en hincha de la Fiore y me guardaron un vaso con mi nombre, para cuando nos volvamos a ver.
En cambio yo les enseñé qué decir para meterse en broncas (tú qué miras, quillo?), que cuando saca un portero se le grita "cabrón" o "bien Kike, bien pisha!" y les di jamón y alguna camiseta del Cádiz.

Mi grupo hispano parlante se reucía a mi primo y mi novia, gran equipo de nutelladas a las que de vez en cuando se sumaba Ramón. Y los murcianos, como no. con Alex y Mario teníamos la capacidad de encontrarnos sin necesidad de quedar, y vaya si me gustaban esos encuentros.

Y si, tuve que estudiar, mucho. Y no solo eso, sino que tuve que cambiar Storia della Fotografia por otra asignatura porque el exámen era imposible y tuve que repetir el examen de Paleografia porque la primera convocatoria la suspendí. Si, en Italia. No se si será fruto de la imbecilidad o de los tópicos, pero se puede suspender en Italia. En Florencia, al menos. Para evitarlo me juntaba con alguna gente de mi clase, incluso iba a la biblioteca para que Elissa me explicase/descifrase sus apuntes.

Yo no se si la experiencia erasmus la hice mal, pero lo bien que me lo pasé, las locuras que hice (con complicidad de Tania en varias ocasiones, por cierto), los problemas que solucioné y la gente que conocí no las cambio por ninguna "erasmus party".
Hoy me tomo algo por la gente que hicimos el erasmus como quisimos y nos salió más que bien.

PD: Hoy mi prima chica está en Florencia y yo estoy en plan melancólico y no se si tendrá algo que ver, pero me he dado cuenta de que tengo mil historias fiorentinas que aun no os he contado. Ya caerán...

miércoles, 25 de julio de 2012

I love this G... NO!

Florencia tiene de to, desde una zapatería MaryPaz hasta casas que son sótanos. En el tema deportivo es bastante conocida sobre todo por el equipo de fútbol. La Fiorentina, que pasaba por tiempos mejores hace algunos años, es la principal idea que llega a la mente al pensar en el deporte fiorentino, pero, a poco que se investigue, también tiene importantes equipos de rugby a XV (de los punteros de segunda) y de rugby a XIII, equipo de waterpolo también tiene, así como varios clubes de piragüismo. 

En Florencia incluso se practica el Calcio Storico Fiorentino, que según dicen esta gente es el origen del fútbol. Del suyo si, desde luego.

El tema es que, de todos los deportes que se practican, hay lugares para que sean practicados de forma amateur. Excepto uno, el baloncesto.
Florencia posee equipo de baloncesto tanto en categoría femenina como masculina  y, sin embargo, cuesta la misma vida encontrar un lugar donde echarse unas canastas.

Junto con Mario y Alex llegué a pensar que aquí odian a este deporte sin razón alguna. Todo empezaba cuando ellos iban preguntando en algunas tiendas deportivas por tenis de basket y parecía que era la primera vez que escuchaban ese nombre, como si alguien pidiera tenis de softball. Y eso los más recatados, otros se reían directamente.

Junto a eso, estaba el tema de encontrar una cancha por la calle. La típica que tiene el suelo de piedra y una verja rodeándola y en la que siempre hay gente extremada y abusivamente más buena que tú y te da cosilla entrar.
Pues ni eso. Ni uno solo que jugase medio regular.

El remate del asunto fue cuando los dos personajes anteriormente nombrados recibieron información de la existencia de un campo de basket. El campo como tal existe, yo mismo he visto ese campo una vez que fui al lado a jugr al fútbol, pero es tal el desprecio hacia la canasta que el panorama que uno se encuentra al llegar es que esa cancha la usan como aparcamiento. Tenemos en Florencia un enorme aparcamiento con dos canastas en sus extremos.

Al final, resulta que lo más cercano a esto es una canastajunto al río demasiado alta como para ser de minibasket y demasiado baja como para ser de basket normal y corriente.
Una presiosidá.

sábado, 7 de julio de 2012

Atletico Cavedani

Este episodio de mi erasmus empieza con el día que, haciendo la maleta para venirme, meto los guantes de portero en presencia de mi madre y, para mi sorpresa, le agrada la idea.
La verdad es que no tardé mucho tiempo en usarlos aquí. En Italia existe una web en la que, tras registrarte y decir la localidad en la que te encuentras, te avisa de partidos que te pueden interesar, o te invitan directamente los organizadores de los mismos.

Mi primer juego aquí fue un partidazo, tanto que uno de los chavales con los que jugué contactó conmigo porque había un equipo que buscaba un portero. Me sonaba a cachondeo pero contacté con Samuele y me explicó sobre el torneo en el que participan y sobre el equipo (arriba veis el escudo y los colores).

El primer partido me sirvió para conocer a Dario, que fue el primero que me preguntó si yo era yo (odio esos momentos); a Paolo, que llevaba una bomber; y a Samuele, que era quien me había fichado. De los demás no recordaba sus nombres, cosa que seguría igual durante varias jornadas*.
Además, ese partido me sirvió para recibir 12 goles. El gran debut. A pesar de la goleada me dijeron que nos acabábamos de enfrentar a los mejores de la liga, que no me preocupase.
Todo mentira, las goleadas siguieron cayendo durante toda la temporada, aunque al final fuimos mejorando.

Lo cierto es que el Atletico Cavedani era el mejor equipo en el que podía haber caído. Encajaba perfectamente porque todos son un poco personaje:
Samuele y Andreas, por ejemplo, se van el 14 hasta Mongolia en un FIAT 600 participando en un rally. Samuele sabe hablar "castellano", aunque siempre lo hace con acento mexicano.
Dario es el tifoso más grande de la Fiorentina que he conocido, creo que cada vez que le he visto llevaba algo morado... es un poco como yo con el Cádiz.
Paolo es un enfermero que toca el bajo en un grupo punk y tiene un tatuaje que le coge toda la pierna.
Andrea se graduó, nos invitó a su fiesta y esa fiesta era temática. Fuimos a una fiesta de graduación disfrazados de película del Oeste.
Riccardo es estudiante de Historia y aparte es DJ.
Gio Pic Bon (Giovanni), aparte de tener ese nombre en Facebook, es aficionado al baloncesto, y ya os contaré en otra ocasión lo que eso supone en Florencia.
Lorenzo me cayó bien desde el principio porque me recordaba un poco a mi primo Luis. Era como que sentía que me era familiar. Lo malo es que si no sabes quién es ninguno de los dos no puedes imaginarte como es el otro.
Vincenzo es un cachondo. Con deciros que tiene como foto de perfil un mono vestido creo que ya son datos suficientes para que os caiga bien.
Y Michele, el pobre, es de la Juventus en Florencia... que sería como ser del Sevilla en Málaga más o menos. Aun así el tío no se corta (normal, la última vez ganaron 0-5) y sigue proclamando su juventinismo.

Pero en este equipo no solo cuentan los jugadores, sino que venían hasta animarnos. Yo pensaba que las niñas que iban a ver los partidos de los amigos eran exclusivas de Cádiz... se ve que no. Y hay que ser mu buena amiga pa venir a vernos a nosotros... que paquetes! (y que mal jugábamos).
La que más venía era Azzurra, que cuando la vi pensé que eso era un mote, que en realidad se llama Rocío y es de Cádiz (lo sigo pensando realmente) porque tiene cara de gaditana y es la más fiestera de todos estos.
Tessa y Estefania también vinieron alguna que otra vez... lo peor es que repetían!

Al final quedamos los últimos de la liga, pero me quedo con una frase que repetía Samuele: "al menos somos el equipo más simpático".
Me alegra haber fichado por el Atletico Cavedani.

Les voy a echar de menos y todo!

FORZA CAVEDANI

*Que tardase tres o cuatro semanas en aprenderme sus nombres es un exitazo. Con mis amigos Lolo, Piñero y Perico tardé casi un año en saber quien era cada uno. (Esto creo que me deja en mal lugar, verdad?)

sábado, 23 de junio de 2012

Me enfadé con Florencia

No todo iba a ser bonito. Desde que llegué la primera vez a Florencia, en 2008, no le había encontrado ningún fallo y, aquellas cosas que podían ser reprochables, intentaba buscarle el lado positivo (como suelo hacer con todo). Creo que caí un poco en el positivismo, pero es que, de verdad lo digo, es muy difícil que esta ciudad no le guste a alguien.

Sin embargo el miércoles de esta semana me he enfadado, y mucho, al volver de un exámen (aprobado por cierto) y pasar por el Porcellino.
Para que os situeis, el Porcellino es una plaza porticada en la cual se encuentra uno de los dos mercadillos de Florencia. Recibe su nombre del Cinghiale, un jabalí que es la mascota de la Toscana, cuya estatua preside este lugar. La tradición entre los turistas es meterle una moneda en la boca y, si esta cae entre las rejas que tiene a sus pies, significa que se volverá a Florencia.
Como os podreis imaginar, es un lugar que siempre está lleno de gente.

Pues a la vuelta de este examen aun faltaban dos horas para el cierre de los puestos del mercadillo y, sin embargo, no había nada. La plaza estaba vacía excepto por un escenario en uno de sus extremos y unas plantas que servían de decoración para el borde de esta plaza.
Pensé que se trataba de algún concierto por el día de San Giovanni, que es el domingo y aquí se celebra bastante.

Tras pegarme una ducha por derecho volví a la calle con Tania y, al pasar por al lado, pude ver de lo que realmente se trataba.
Los muros estaban decorados con unos carteles de una marca de moda y en los alrededores de la plaza había seguratas vigilando que nadie entrase en una plaza pública, prohibiendo incluso el acercarse a fotografiarse con el cinghiale. Las plantas no servían como decoración, sino como muros de una fiesta privada.

Y lo que más me cabrea no es que se utilice una plaza pública para fiestas privadas (que también), sino que la plaza en cuestión sea un lugar donde trabaja gente y que, por el capricho de unos ricachones, tengan que cerrar antes así como dejando a los turistas sin poder disfrutar de este mercadillo o de la tensión de la espera con la caída de la monedita.
Encima de todo, el hecho de hacer esta fiesta privada en uno de los lugares más visibles y turísticos de Florencia era precisamente para mostrarse al resto de la población, a la gente pobre que viste con ropa del Pryca, que ahí están ellos, que tienen tanto dinero que pueden comprar un lugar que no es propiedad de nadie.

Pues ahí os podeis quedar, muy tranquilos, con vuestros trajes de mierda y vuestra altanería que os hace creeros mejores que el resto. Yo me seguiré yendo al Ponte Vecchio a escuchar a los dos guitarristas, a la Piazza della Repubblica a ver al trío de cuerda o a Piazza Pitti con una Birra Moretti. Total, Florencia tiene sitio pa to.

Realmente, lo que más me cabrea es que hayan hecho que me cabreé con algo de Florencia.

sábado, 5 de mayo de 2012

S.P.Q.S.

Hola, holita vecinito!
Si habeis visto y/o leído Astérix y Obélix, sin duda conocereis esa famosa frase de "están locos estos romanos". Esa frase, famosa donde las haya, tiene un detalle curioso al ser traducido al italiano y es que al decir "Sono Pazzi Questi Romani" las siglas coinciden con el archiconocido S.P.Q.R.

La primera vez que fui a Roma no pude estar más de acuerdo con esta afirmación, sabio ha sido siempre Obélix, no veo por qué habría de equivocarse, pero este año he descubierto que en Italia hay una aldea de irreductibles que están mucho más locos.

Sono pazzi questi senesi!

La primera vez que fui a Siena conocía relativamente poco de su ciudad. Sabía que el Palio es una carrera de caballos muy famosa, que me gusta el equipo de baloncesto y que el equipo de fútbol jugaba en segunda. Ah! y que había cuestas.
Hasta ahí todo normal. Me encantó la ciudad por cierto, muy tranquila, con el número justo de turistas y con buen tiempo (aunque, obviamente, esto no es permanente).

Sin embargo este año he profundizado en el Palio y me he ido enterando poco a poco de que están muy pero que muy tocaos con este tema.
Os comento:

Las carreras son competiciones por barrios (coentradas) que se llevan a matar, y puedo decir que esto no es una exageración. Una de las primeras noticias que tuve sobre la rivalidad es que la coentrada que perdió en la última edición recibió a los pocos días una caja con mierda humana de parte de la coentrada rival. Imaginaos cómo sería quedar en vuestro barrio para cagar en una caja y mandársela a la gente de otro barrio.

Se llevan tan mal que cada barrio tiene sus sitios para bautizar a los niños y para bendecir a los caballos. Los hay que incluso ni se juntan con gentes de otras coentradas y se casan entre los del barrio.

Los caballos pertenecen cada uno a una coentrada, aunque no corren para ella, sino que se realiza un sorteo y corren para otras. 
Los jinetes no son ni de Siena, normalmente son de Cerdeña (porque son más bajitos que el resto de la media italiana, en serio) y alguna que otra vez han acabado hospitalizados. Y no porque se hayan caído o les haya pasado un caballo por encima, sino porque han perdido y los habitantes de la coentrada para la que corría han ido a por él.

Si el jinete se cae resulta que es hasta mejor para los seneses, porque significa que es la Virgen la que guía al caballo. Y ya si gana el caballo solo guiado por la Virgen es que esta quería que esa coentrada ganase. Me imagino a la Virgen diciendo "quita, que tú no tienes ni idea" y tirando al jinete al suelo.

Entre todo el equipamiento que llevan los jinetes, destaca un látigo que sirve no para guiar al caballo, si no para fustigar a los otros jinetes. Teniendo en cuenta lo escrito hasta ahora esto no es extraño, lo bizarro viene cuando sabes que el látigo está hecho con piel de picha de buey. No me quiero imaginar cómo se tiene que sentir uno cuando sabe que, en el fondo, está recibiendo un pichazo de un buey... y a saber cómo huele eso!

Después del Palio, por supuesto, los vencedores celebrarán su victoria con una gran cena. Pues mientras esto ocurre, es tradición que los de la coentrada rival se reunan para rezarle a la Virgen para que, por Dios y por la Virgen (precisamente) llueva en ese momento u ocurra cualquier cosa que les arruine la cena.

Seguro que hay más cosas, pero con esto ya es suficiente como para que sepais la clase de locura que hay por aquí. Luego hablan de los Hooligans.

Al principio quería ir al Palio, me llamaba la atención, pero después de saber todas estas cosas, siento una imperiosa necesidad de estar allí. 
Por tutatis!

martes, 17 de abril de 2012

Roma Caput Mundi

Si soleis frecuentar el blog, que debeis, sabreis que no soy muy de hablar de cosas serias. Si soleis frecuentarme a mí, que no debeis, sabreis que no soy muy de hablar de cosas serias. Ahora bien, Roma merece un trato especial. Además es mi blog y escribo y hablo sobre lo que me da la gana.

Ya había estado en Roma, pero solo un día (si estar de 9:30 a 18:30 se puede considerar como tal) con muchísimo calor y un agobio tremendo porque queríamos verlo todo (hablo en plural porque, al igual que esta vez, también iba con Tania).

Esta vez, en cambio, ha sido bastante diferente.
Me temo que me estoy acostumbrando a hacer viajes a horas para nada decentes y a no poder dormir en el trayecto. Damn it!
Después de levantarme a las 5:20 y llegar a Roma a las 11:40 empezaba mi viaje turístico por derecho desde 2007 (viaje turístico por derecho es para mí aquel en el que vas de guiri con un plano por la ciudad y te quedas a dormir en un hotel).

Como ya os he dicho, esta vez fue diferente de la anterior, por el tiempo de estancia, obviamente, pero sobre todo por las sensaciones.
La primera fue salir del metro y encontrarme con el Anfiteatro Flavio, el Coliseo. Realmente lo recordaba mucho más pequeño. Me vino a la cabeza Estadio Azteca, de Calamaro, cuando dice "...y conocí el Estadio Azteca me quedé mudo / me aplastó ver al gigante". Pues algo por el estilo.

Mi imaginación y mi inquietud histórica me hacía imaginarme como una persona importante del Gades romano, amigo de los Balbo tal vez, o puede que un comerciante importante de Garum, el cual tiene su sitio reservado en el Coliseo en una placa que reza GADITANORVM.
A pesar de la lluvia podía imaginarme un día de calor sofocante, con el anfiteatro lleno y ambiente cargado por el arbero que se levanta. Y me imaginé, un poco (o bastante) influenciado por Gladiator, el público enloqueciendo cuando saben que lo próximo que tocaba ver era la actuación de uno de esos gladiadores cuya fama había logrado traspasar las siete colinas por su forma de luchar y, sobre todo, por nbo haber muerto aun en la arena del Coliseo.
Una reja que se levanta y ahí aparece, armado con una espada y defendido por un escudo y un casco mientras el público espera ver otra de sus legendarias batallas o presenciar el día en el que por fin cayó el aclamado guerrero.

Pero no me puedo quedar a ver el combate, que la entrada también incluye el Foro Romano y hay que verlo.
Paseando por la vía Apia, entre lo que eran termas y lugar de recreo, vuelvo la vista y veo el Coliseo, destruido. Me río y pienso en la que formó Obelix. Tania me mira sin entender muy bien la risa pero noto como Quique, con Q, ese pequeño yo de unos 7-10 años, está disfrutando conmigo, y aunque yo paseo, el juega a ser gladiador, senador, comerciante... lo de emperador y soldado no le llamó nunca mucho la atención.

Otra de las sensaciones diferentes con respecto a la otra visita romana es que, en aquella ocasión, le presté mucha más atención y me atrajo mucho más la parte artística que la histórica, aun cuando ambas se influyen mutuamente de un modo u otro.
No se por qué, pero, aun habiendo visto el Vaticano, la Piedad de Miguel Ángel, el Moises, Santa Maria Maggiore y todos esos lugares que un buen guiri debe pisar si va a Roma, me quedo con un templo a Saturno que actualmente se reduce a las columnas frontales, la imagen externa del Panteón de Agripa o el Ara Pacis desplazado de su emplazamiento original y con la imagen creada en mi mente de una Roma resplandeciente que se extendía desde Oriente próximo hasta los bosques de Alemania (salvo una pequeña aldea de irreductibles galos, por supuestísimo).

El clima también ha hecho que fueran dos viajes completamente diferentes. Las veces que he visto imágenes en postales de ciudades turísticas siempre aparecen completamente soleadas, salvo en aquellos casos en los que la lluvia forma parte del atractivo turístico.
Al ver esas postales en las que el buen tiempo parece ser perenne siempre me he preguntado si, al visitar una ciudad, no me estaré perdiendo un poco de su vida cotidiana y mirando la parte idealizada.
En esta ocasión, parece una estupidez, pero gracias al clima, lluvioso constantemente, me he sentido un poquito más romano que turista.

Y de esto me di cuenta al volver a casa. Creo que estaba demasiado ocupado en ver Roma que no vi lo que me estaba gustando Roma. Y ahora, viendo las fotos, veo que tengo unas ganas enormes de volver, de ver lo que nos ha faltado, de ver de forma diferente lo que ya hemos visto.

Supongo que podré hacerlo. Al fin y al cabo, todos los caminos llevan a Roma.

martes, 13 de marzo de 2012

A ritornello

Oh donna mia veneziana!
Hace poco estuve en Venecia y, si, realmente está muy guay, eso no lo vamos a negar, pero yo creo que la gente lo exagera un poco. No se si pecaré de chovinismo pero pa mi no tiene na que envidiarle a Cádiz... hasta diría que esta última es muchísimo mejor.

Los principales atractrivos de Venecia están igualmente compartidos con Cádiz. Eso e' asín!
Por ejemplo, la imagen que se viene a la cabeza cuando se menciona a Venecia es el Gran Canal, venerado y envidiado en el mundo entero, y a nadie le da por pensar que en Cádiz ya estuvo no hace mucho en Gran Canal Cádiz, superando al de Venecia porque este tenía hasta más agüilla, que veías Grada Amarilla y había que pasar la fregona por debajo del mueble de la tele.

El mismo Gran Canal está cruzado por cuatro puentes, siendo uno únicamente el famoso. En Cádiz en cambio está el puente de Andalucía, del 1 de mayo, de la Inmaculada, de Carnaval... y no, el de la Pepa no lo cuento, no me gusta inventarme cosas.

Gondoleros no teníamos, pero Juan Carlos Aragón ha sido un tío previsor y nos ha traído a unos cuantos, además estos con la ventaja de que, como nadie les entiende, al contario que los gondoleros venecianos que hablan una jartá de idiomas, les pueden dar coba a los guiris con la vuelta y repercutir positivamente en la economía de la ciudad.

Dicen que la plaza de la catedral es la más bonita del mundo, y la plaza de la catedral lo que está es llena de guiris y palomos. Po lo mismo tiene la de Cádiz, y encima está el gallego vendiendo empanadas. El día que en Italia descubran eso se van del gobierno Berlusconi, Monti y to el que esté ahí metío y ponen al gallego, por la gloria mi madre!

Y por último el Carnaval! hombre por supuesto, cómo no? Un montón de gente en la plaza sin poder moverte, con sus copazos y botellitas, con poca gente disfrazá y na más que pa que la gente los mire... Ea! un domingo de Coros no? y encima allí la gente ni cantan ni na. Esaboríos!

Güeno totá, a lo que iba, que deseando estoy de volver a visitarla!

A ritornelloOoOoOoOOO!!!

viernes, 17 de febrero de 2012

Aquí no cambia nada!

En la ciudad de Florencia, siendo las 18:41 horas del día 17 de febrero, se reune el comité central regidor de este blog para contar la siguiente historia:
Yo no se cómo lo hago, pero hay cosas que no puedo cambiar. Soy propenso a lesionarme sin haber realizao grandes esfuerzos, desde chocarme con un columpio que hace las veces de portería hasta caminar y acabar con una tendinitis.
El caso es que personajazos tan carnavaleros como los que habitamos esta parte de Florencia no iban a perderse obviamente nada del Carnaval de Cádiz y mucho menos de la Gran Final (menos Gran que otros años, pero bueno).

Para aumentar el espíritu carnavalesco desde Cádiz nos llegaron dos réplicas del cartel del Carnaval 2012 que ya decoran esta "casa con estructura brunelleschiana pero con esencia del Manteca" (Pepe Ennande dixit) y dos pitos de caña (al caldero!) que ya amenizan nuestras tardes fiorentinas. (Gracias a los progenitores y titos en cada caso por estos regalazos!)

También nos llegó, hace poco, un ejemplar de "El Popurrí" que además nos fue entregado en mano, una maravilla, mientras que, por obra y gracia de internet, recibía en primicia el libreto del romancero gaditano "El psicoanálisis de Sigmund Freud" (altamente recomendable para todo aquel que se precie de un humor inteligente, así como también recomiendo a los que puedan que se paren a escuchar a la chirigota afrogaditana callejera "los masais de Cai"). Gracias en este caso a la familia García de la Torre.

Ya esta noche tenemos compañía para ver la Finalísima, las chuches van a ser compradas ahora mismo y las pizzas ya están en el congelador. Internet no ha dado problemas y todo hace pensar que va a ser una noche muy buena.

Pero todo esto queda atrás después de haber llegado hoy a casa y encontrarme un paquete destinado a mi en el buzón. ¿Qué tenía?
Señoras y señores, ¿que va a tener si SOMOS LOS HINCHAPELOTAS!?
Muchísimas gracias a mamá, papá, Maribel, y a quien haya colaborado con este regalazo! de verdad que no me lo esperaba.

miércoles, 15 de febrero de 2012

La fauna de mi calle (parte I)

Hola a todos. Buenas tardes.
Así como en cualquier lado hay un blanco fácil para los chistes (véase los leperos), Italia no iba a ser menos.
Aqui son dos los personajes risibles (ggisibles, como diría Pilatos) considerados más tontos y hacia los que van destinados la mayoría de chistes: Totti, el jugador de la Roma (aunque con ese nombre también la iba a llevar clara en Cádiz) y los carabinieri, así en general.

La cosa es que se lo tienen merecido, de risa son desde luego, y el más divertido es el que se pone debajo de mi ventana. Su función únicamente es decirle a los conductores que no pueden pasar por ahí, que es solo para residentes de la zona y que tienen que dar la vuelta.

Esto dicho así no tiene mucha gracia, pero es que si lo vierais veríais que no tiene ninguna. Es un rollazo escuchar siempre la misma conversación.
Lo bueno que tiene es que igual te asomas y observas que los policías van perfectamente uniformados pero que, en lugar de el casco reglamentario o la gorra, uno de ellos lleva siempre un casco de bici.

Llegar no llega en bici, es más, es el conductor del coche en el que se desplazan tanto él como su acompañante. Y si, se baja con el casco ya puesto y abrochao.

Unas fotitos del susodicho en plena faena:
Oiga! pare aquí!No, no, Pa escuchare a Giancarlo pal Falli, aqui niente di niente...


sábado, 17 de diciembre de 2011

Damas y cabelleras...

THE BOYS ARE BACK IN TOWN!!!


To the Paradise City

Ya es hoy. Hoy es 17 y han pasado tres meses.
Simplemente le pido a D. Ryanair, Comandante Lara, JuanFor, o a quien corresponda que:
"Take me down to the Paradise City
Where the grass is green and the girls are pretty.
TAKE ME HOME!"


lunes, 21 de noviembre de 2011

Esto es... FLORENCIAAAAAA!!!

Hola gente!
Si os ha dao por leer Manolito Gafotas (que, sinceramente, espero que si) sabreis que en Carabanchel hay absolutamente de todo excepto cuernos para trencas.
Yo en Florencia he descubierto que aquí hay de todo salvo una cosa: niños. Los infantes no son visibles en esta ciudad. Yo no se si será que en las calles peatonales (la mayoría de las que piso), además de no estar permitidos los vehículos porque estropean los monumentos, no estarán permitidos los niños por la misma razón.

Sinceramente, tras haber visto solo 6 niños en más de dos meses he llegado a la conclusión de que, siguiendo el ejemplo espartano, los niños al cumplir siete años los mandan a la agogé, aunque claro, con notables diferencias.

Mientras que la agogé en Esparta consistía en enseñarles a los niños a dar ostias a los otros niños y a recibir ostias de los otros niños, ostia arriba ostia abajo, en Florencia intuyo que será más o menos así:

Lo primero, les enseñan que Florencia es la mejor ciudad del mundo y si algún maldito persa opina lo contrario es que no tiene ni idea de la vida. Florencia puede con cualquiera.
Los canales de Venecia, por poner un ejemplo, son un mojón al lado del río Arno. Eso es así y todos los fiorentinos lo saben.

Por supuesto, hay que ser de la Fiore. No conozco a nadie de aquí que no sea un tifoso de la Fiorentina, y di que te gusta otro equipo. Preguntar por cualquier cosa del Livorno es firmar tu aceptación para que se rían en tu cara. Y preguntar por algo de los ladrones la Juve es firmar tusentencia de muerte (salvo pa los vendedores, que están encantaos de vender del equipo que sea).

Les enseñan a mangar bicis, a saber cuándo se va a subir el revisor al bus y cuando tienen que comprar billetes y cuando no, etc.

Total, que cuando llegan al instituto (que adolescentes si que hay) ya tenemos a los perfectos fiorentinos. Defensivos del arte, bueno, de su arte y con habilidades innatas para la supervivencia en la ciudad.

Locura? esto no es una locura. Bueno si que lo es.
Esto es FLORENCIAAAAAAA!!!

viernes, 18 de noviembre de 2011

Super Mario

Hola amiguitos!
Ayer me acordé que hace cerca de un mes que quería escribir esto. Pero soy flojo, que le vamos a hacer.
Hoy vengo a hablaros de Super Mario (Mario pa los colegas).

Mario es un hombre italiano, ancho, bastante ancho, con barriga cervecera, vamos, tiene los ojos saltones y trabaja de fontanero. Bueno, su trabajo oficial es de fontanero, pero luego es capaz de hacer cualquier cosa.
Para la edad que tiene se conserva bastante bien, mantiene ese pelo que tú lo ves y sabes que ahí no va a entrar ningún papelillo. Es como el pelo frondosísimo que le sale a algunos viejos en las orejas pero sin ser desagradable.
Mario siempre está sonriendo y habla fuerte, muy fuerte. Mario te grita. Pero de buen rollo.

Mario, curiosamente, trabaja de lo mismo que el de los videojuegos, aunque este mata unas tortugas y come setas mientras que el que yo digo no. aunque realmente, de este hombre me espero cualquier cosa.

Mario viene a nuestra casa a arreglarnos cosas, lo que pasa que es un loquito y lo mismo se pone a arreglarte un enchufe que te limpia la grasa de la cocina con lo primero que pille. Menos mal que soy más o menos ordenao y no dejé ninguna camiseta en el salón, que si no lo usa.

Mario ha llegado a quedar en venir un día para arreglarnos no recuerdo el qué y colarse sin herramientas. Otro día se coló en mi casa (estando ya todo arreglado), llegó hasta la mitad del salón*, miró alrededor, me miró a mi y me dijo (en italiano) "Esta casa no era".

Mario me ha contado que conoció a su mujer arreglándole un televisor y que, al año siguiente, ya se estaban casando. Luego me guiñó un ojo. Aún no se cómo interpretar eso. Sobre todo teniendo en cuenta que a mi primo le besó, a mi me daba efusivos abrazos y a Tania le decía desde lejos "Ciao signorina!"

Pero Mario se convirtió en Super Mario cuando nos arregló la lavadora. De las tuberías sacó a Chewbacca y a la Bestia con las manos desnudas, aguantó el pestazo más grande que he olío en mi vida y encontró una moneda mohosa de dos euros (que se empeñaba en que la cogiese). Qué ascazo. Qué ídolo.

*En una casa normal eso sería una locura, en la mía realmente es dar tres pasos.

jueves, 27 de octubre de 2011

Qué hago yo ahora?

Hola, qué tal?
Como podeis observar, lo primero ha sido un saludo, natural, nada violento, no ha provocado reacciones incómodas... pues se ve que en el mundo erasmus esto está preparado para que no suceda así.

Todo comenzó el 30 de octubre de 2007 (casi 4 años!) cuando por primera vez pisé Inglaterra por derecho (obviamente Gibraltar no cuenta). El caso es que ese no era mi erasmus, era el de mi hermana, y vivía ella en un piso con otras cuantas muchachas inglesas y una alemana. Todas se reían cuando escuchaban mi nombre...

Yo me alojaba en esa casa durante un par de días y, al llegar, estaba una de las compañeras de mi hermana. Tras las rutinarias presentaciones, el menda, que es un tío abierto y simpático, le dio a esta chiquilla dos besos. Si lo llegó a saber no hago na, pero la muchacha, que era de origen indú, se puso coloraita perdía, pues resulta que allí nadie se da un beso y ni mucho menos dos, allí son tan sosos que se dan la mano. Los dos besos se lo dejarán pa los novios y besarse en la boca será sexo, digo yo.

El caso, que la muchacha la mañana siguiente me echaba una mirada entre "me has besado, chico latino" y "qué vergüenza, diosmiodemiarma".
A las siguientes las dejé con un simple "Hi".

Y ahora va y, como os comenté en la anterior entrada, aquí los besos se dan de derecha a izquierda, con lo que siempre hay un "ay, quieto león!" y se generan otras situaciones de silencio incómodo y miradas para otro lao.

Yo es que, la verdad, no se por qué en las clases de inglés, francés, italiano, y demás idiomas no nos enseñan primero estas cosas. Esto si que es bagaje cultural necesario, y no que conduzcan por otros laos o que desayunen alubias, tortilla, bacon y salchichas (po anda que no estaba bueno el desayuno ese).

PD: La foto que encabeza la entrada es de una serie de fotos curiosas que se realizaban detrás de las cámaras en el rodaje de "El Imperio Contraataca", muy recomendables.

lunes, 24 de octubre de 2011

Qué raro es todo

Ciao ciao!
Gente, quiero que sepais que aquí todo es muy raro. Llevo un mes y poco y no acabo de acostumbrarme a Italia.

Para empezar, las clases no duran ni siquiera un cuatrimestre, sino la mitad, pero encima damos más horas que en Cádiz... sin embargo yo creo que los profesores faltan más, no se cómo lo hacen, pero les sale bien.

Aquí tampoco tienen muy claro eso de cómo funcionan las palabras. Cuando llamas a una puerta, desde dentro te gritan "vengo!" en vez de "voy!" (o en vez de gritar nada, que es lo que yo hago). En los autobuses se entra por donde pone "salita" que resulta que significa "subida" y no salida. Lo que yo os digo, no se enteran.

Ya que estamos con los buses, el tráfico también es historia aparte. En la mayoría de reglamentos para la conducción hay siempre algún vehículo que tiene la preferencia. Aquí la preferencia la tiene el que llega antes y pita más fuerte mientras grita "vaffanculo, pezzo di merda" y cosas de ese estilo.

También el sistema electoral funciona diferente. Hay votos y esas cosas comno en el resto del mundo, pero en el fondo hay algunas diferencias. Aquí nadie quiere al presidente que tienen, así que para hacérselo saber, todos le votan en masa y luego le tiran cosas a la cara.

Todo lo hacen para equivocar a los demás y para crear situaciones incómodas. Los dos besos que se da cualquier persona al verse con otra de to la vida se han dao de derecha a izquierda. Po aquí no, aquí lo hacen al revés. Lo cierto es que creo que se aprovechan de esto para aumentar su fama de ligones, en plan "uy, los dos vamos pa la izquierda y nuestras bocas van a encontrarse! bueno, ya que estamos, seguimos".

Pero lo peor de todo es que, siendo exportadores de grandes manjares como Nutella, Bacci, el Panettone y demás exquisiteces, no meriendan. Y no solo eso, sino que les parece ridículo...
Sospechoso cuanto menos, no?

domingo, 16 de octubre de 2011

Intania Jones and the riders of the lost sofa

Buongiorno Principessa!
Todo el mundo sabe que Italia es una tierra de coches, modelos a cascoporro y pasta a todas horas. Pues lo que me ha ocurrido a mi no tiene nada que ver con esto.

El asunto empieza el mismo día que llegamos a la casa nueva y nos encontramos con un sofá, que más bien era un vórtice a otra dimensión (a la dimensión X de la que hablaban en el 4º capítulo de las Tortugas Ninja, seguramente).
Mi otro compañero de piso, al mismo tiempo primo y, al mismo tiempo, prácticamente fiorentino, nos dijo que había hablao con el casero para quitarlo de enmedio y que nos trajera otro.
Tras llamar a la UTE de aquí, que se llama Quadrifoglio, nos dicen que el jueves no-se-cuál, no lo recuerdo, lo bajemos y lo dejemos antes de las 20:00 en la puerta de nuestra casa.
Ahí que, entre maniobras dignas de los capataces más experimentados y engominados, conseguimos bajarlos entre nuestro invitado (lo llamaremos con el pseudónimo "Ramón") y yo y situarlo en el lugar exacto que nos indicaron.
Al volver mi compañero de piso/primo de Siena, hizo un comentario sobre que "algunos carajotes han dejao ahí fuera un sofa feísimo". Con lo que supusimos que no había sido inmediata la retirada del mueble.

Al día siguiente por la mañana vemos que no está el sofá (y me fije expresamente porque iba con la firme intención de sentarme y hacer algo en plan cabecera de los Simpson), así que ya solo nos quedaba esperar al lunes a que nos trajesen el nuevo.

Nos imaginábamos ya un sofá grande, incluso imagínabamos un sofá-cama ideal para invitados. Estábamos los tres to emocionaos el lunes cuando llama el casero a la puerta y nos pregunta que por qué sigue el sofá en la calle, que eso no lo podemos dejar ahí, que da mala imagen y que tenemos que traerlo de vuelta parriba y él mientras cancelará que nos traigan el nuevo.
Salimos y, efectivamente, el sofá estaba fuera, en el mismo sitio en el que lo habíamos dejado...
Nuestro sofá se movió más que nosotros el fin de semana, y volvió destrozaísimo.

Y así están las cosas. Yo mientras tanto escribiendo esto metío en el cojín hundío de nuestro sofá y esperando de nuevo al día 24 de octubre para soltarlo de nuevo... a ver qué pasa.

(Aquí teneis la foto de la criatura)

viernes, 7 de octubre de 2011

Desde que estuve, niña, en Florencia...

Hola de nuevo a todos y a todas!!!
Llevo ya bastantes días en Florencia y no tengo interner aun, así que me tengo que venir a la biblioteca pa poder escribir mis pamplinas.
Lo raro es que, aun sabiendo que estoy en otra ciudad muy alejada de Cádiz, yo apenas lo noto. Empezando porque en mi casa últimamente no suena otra cosa que el Selu, Tino Tovar o el Yuyu.

Aquí, todas las postales que te encuentras tienen a la catedral como protagonista o al río Ponte Vecchio, que viene a ser como en Cádiz con la catedral y el Puente Canal.
Además, la catedral está siempre de obras, en ambas ciudades.

En tema de locos y personajes, la cosa está ahí ahí. El célebre Troy de Cádiz no es que desapareciese, es que se fue a Florencia huyendo de la fama. Y aquí sigue el hombre, pa quien quiera visitarlo, con su cartón de tinto, sus barbas y su abrigo verde.

Es cierto que existen diferencias. Mientras la Uchi de Cádiz va por la Viña con su chandal Kappa del Barça y su bicicleta, la de Florencia escribe su nombre de manera diferente y tiene una tienda o algo así, pero vamos, que es la Gucci.

Tampoco aquí se enteran bien del to de las cosas, porque salí por Santa Croce y nadie sabía na de que el cura hubiera mangao ni ná de ná. Se creen que San Lorenzo está en la Piazza San Lorenzo, cuando todos saben que está en Sagasta.
Hay que decir que un poco egoistas si que son. Se llevan to la semana con dos piojitos y a nosotros nos dejan únicamente el lunes por la mañana. Y el mercao no lo tienen el la plaza la libertad, y en su plaza la libertad no venden churros!

...y verán que no exagero
que al cantar la Habanera repito
Cadi es Florencia en chiquitito
Florencia es Cadi aunque con dinero!