martes, 22 de abril de 2014

Harry Potter y el cartel del aula magna

Ya os comenté en la entrada anterior que, aunque la mayoría de misterios que se producen en Filosofía y Letras ocurren en la biblioteca, hay otra serie de hechos muy misteriosos fuera de la misma (que haya un toldo en el patio que tiene más sombra, el peso de los bancos, la gente que de vez en cuando aparece por la azotea...). Pero sin duda alguna, lo que más me llama la atención es el cartel que se encuentra en el rellano del aula magna que, además, os dije que iba a hablar de él.

Bien, como diría el gran Antonio Reguera, "situemos la acción". El rellano del aula magna de mi facultad se encuentra en la primera planta en el medio de los dos patios. Bueno, ya que tenemos mapa os indico, es el rectángulo blanco que aparece en el medio justo delante de la "zona 3" que es el aula magna. Para llegar hasta esta ubicación existen tres opciones:
1. Subir las escaleras de cualquiera de las cuatro esquinas e ir caminando hacia el centro, pasando por unas de las dos pequeñas cuestecitas que hay en los extremos del rellano del aula magna (cuestecitas por las que cualquier estudiante ha hecho como que patinaba).
2. Llegar hasta las escaleras del centro del edificio y subirlas llegando directamente al rellano del aula magna.
3. Coger el ascensor y, pasando de nuevo por una de las cuestas, llegar al rellano del aula magna.

Teniendo siempre presente estos datos me hago la siguiente pregunta ¿qué pinta esto dentro del mapa?
Esta leyenda en braile se encuentra en la parte inferior del cartel y pone lo mismo que en los caracteres latinos que podemos observar en la imagen anterior.
...
¿Para qué poneis esto? Habeis visto la que hay que liar para llegar hasta el aula magna, ¿de verdad creeis que una persona invidente va a llegar ahí?
Obviamente no! es una persona ciega! le costaría la mismísima vida llegar hasta ese lugar. No se trata de ir a la cafetería, que se puede llegar fácilmente por el olor y chocando un bastón. No, se trata de un lugar en la primera planta que hay que subir dos tramos de escaleras y una cuesta o encontrar el ascensor que vaya si lo escondieron.

Es posible que lo acompañe alguien no ciego, ¿verdad? pues claro, pero entonces ¿qué maldita necesidad hay de escribirlo en braile? Su acompañante le guiará. (Que ya es mala suerte llegar hasta el aula magna para que no sea ese tu destino, sino el aula 14).

Pero venga, pongámonos fantasiosos e imaginémonos a un ciego que ha desarrollado de manera sobrehumana sus otros sentidos y se orienta de escándalo, pudiendo llegar sin apenas esfuerzo hasta el aula magna. Llegados a este punto puede que le encontreis sentido al cartel, pero os pido de verdad que analicéis la situación: se trata de un cartel en el que se explica que, por ejemplo, las aulas 1 a 4 se encuentran en la zona 1 de la primera planta y en la zona 2 tenemos las aulas 5 a 8. Por muy traducido al braile que estén las explicaciones son explicaciones de un plano. DE UN PLANO POR EL AMOR DE DIOS! Que hay que verlo para poder interpretarlo y, siento decíroslo, responsables de la UCA, pero la principal característica de las personas ciegas es que no ven una mierda. Nada. Cero. Rien de rien. Una explicación de un mapa NO LES SIRVE.

Lo lamento.

viernes, 11 de abril de 2014

Harry Potter y la biblioteca de Filosofía y Letras

En la facultad de Filosofía y Letras de la UCA hay cosas muy raras. Bueno, realmente en la UCA en general hay cosas muy raras, como la puerta que da a una ventana en la ESI o que la fuente de Medicina sea de la marca Canaletas, pero lo que mejor conozco es Filosofía y Letras, así que cuento un poco lo que he vivido personalmente.

Casi todos los sucesos misteriosos de esta facultad se producen en la biblioteca.
Tenemos, en primer lugar, el olor raro en las salas dedicadas a los libros de Historia. Es increible que en toda la facultad se esté agusto y al llegar a esa sala la nariz tenga que sufrir de esa manera... si hasta el sótano huele mejor!

También el sótano de la biblioteca tiene su misterio. No se trata en este caso de lo que pasa, si no de lo que no ha pasado todavía, y es que a mí me parece muy extraño que, estando siempre vacío y con ese sistema de cerrar mediante una palanca las estanterías pegándolas entre sí, nadie se haya encontrado un cadáver. No es que yo quiera ahora incentivar los asesinatos en la facultad, pero hay ocasiones en las que se juntan los agobios de los trabajos en grupo, la necesidad de buscar libros que son un coñazo y, por supuesto, el tener que aguantar a alguien del grupo que quiere llevar la voz cantante, que ganas no faltan.

Regresando a la planta principal tenemos tres personas que son dignas de estudio: primero, si a todo el mundo le provoca un sentimiento brutal de ira homicida cuando una piva se cuela en tacones paseándose, imagina si lo hace la bibliotecaria, que se pasa todos los días recolocando libros. Además, no sabe andar con tacones!
El otro misterio que se encuentra detrás del mostrador de la biblioteca es la bibliotecaria que se la suda estar en una biblioteca. Te resuelve dudas, te da libros y te indica qué le pasa a tu tarjeta hablando en su tono de voz normal. La mira toda la biblioteca? si, pero a ella le da igual.
La última criatura misteriosa es el bibliotecario grande. Siempre, pero siempre, está leyendo, no levanta la vista del libro y, cuando acaba su turno de trabajo, se va a algún banco del pasillo, se sienta, y se pone a leer. Pero lo misterioso en este caso es que sin despegar la vista del libro sabe perfectamente quien ha entrado en la biblioteca con una lata y sólo se levanta del mostrador para decir que la lata se la tiene que beber fuera.

De la biblioteca, a pesar de todo lo que os he contado anteriormente, lo más misterioso es la reacción que provoca la puerta que veis en la imagen superior. Esa puerta da a un patio y la gente tiene la firme creencia de que impide que el sonido la atraviese y pase a la sala de estudio, por lo que se puede hablar tranquilamente o llamar a quien está en la otra punta del patio sin problema. Quizás estais pensando que parece una puerta normal y que, además, está abierta, con lo cual se escucharía perfectamente lo que hay al otro lado. Pues ¿sabeis qué? que teneis razón, pero el misterio en este caso es cómo la gente es tan estúpida que hablan a gritos hasta el momento de cruzar el marco, por aquello de no molestar y de mantener el silencio.

Otro día, con foto incluida, hablo del cartel del aula magna.

sábado, 5 de abril de 2014

La com-icon

Whatsapp es bueno, Whatsapp nos permite comunicarnos al instante gratis por un módico precio, Whatsapp cambia, Whatsapp repara, Whatsapp nos ha salvado sin duda alguna de situaciones embarazosas. De hecho, el otro día iba a mandar un mensaje sobre un CD que había grabado, pues menos mal que hay dos iconos diferentes para los CDs!!! no quiero imaginarme el ridículo que hubiera hecho si llego a poner el CD del color que no era o si pongo el que está metido en su caja... porque no lo estaba aun, qué vergüenza dios mío...

Lo mismo me pasó con el tren porque, gracias a que hay nueve (NUEVE!) iconos referentes al tren y dos al tranvía puedo expresar mis sentimientos hacia los trenes con total libertad, sin necesidad de que me obliguen a ilustrar mis frases con un AVE cuando voy en el cercanías. No quiero que la gente tenga una mala impresión de mí, piensen que tengo dinero para el ave y no pueda seguir gorroneando siendo invitado. Si no llega a ser por estos iconos de trenes, con sus diferentes perspectivas, direcciones y compartimentos no se a dónde habríamos podido llegar.

También es una suerte que haya dualidad en ciertos iconos como, por ejemplo, el de la lupa. En este encontramos dos modelos: uno con el mango a la derecha y otro con el mango a la izquierda, ¿Qué ocurre, gente de Whatsapp? ¿Sherlock no entenderá a Watson si le manda la lupa equivocada? ¿icono para diestros y zurdos?
Tampoco se queda atrás el calendario. Dos modelos con la misma franja roja superior, el mismo número en el centro de la hoja (el 17). ¿Diferencia? el tamaño. Uno es más pequeño y está encuadrado en un marco. Así sabremos que estamos continuamente en el día 17 del mes rojo pero podremos diferenciar si es en su modalidad pequeña o estándar.
¿Y el reloj de arena? Con estos dos quien reciba el mensaje sabrá si le queda poco tiempo o si le queda muy poco tiempo. Un reloj de arena, de un minuto por lo general... ¿de verdad eran necesarios dos diferentes?

Luego hay otros con los que no me meto, porque Whatsapp es japonés y lo mismo tienen su significado, pero hay una serie de iconos para los que crearía la categoría "y yo esto cuándo carajo lo uso".

Lo que está claro es que la gente de Whatsapp no tiene claras las necesidades de la sociedad occidental porque, si, mucha mierda de mujer con camiseta rosa haciendo poses extrañas pero no hay un mísero corte de mangas, una peineta, un fuck you... nada! 

Eso si, agradezco infinitamente los tres monetes y la caca. Por eso vale la pena.

jueves, 3 de abril de 2014

El erasmus más tonto de la historia

Ya comenté una vez en este blog que soy imbécil. Sinceramente no es algo que me suponga ningún tipo de malestar, de hecho lo llevo bastante bien y me ha produce una realidad alternativa en mi mente de la cuál disfruto mucho.

Supongo que eso de la imbecilidad me lleva a vivir situaciones que no programo (de hecho suelo improvisar bastante mi día a día) y de las que me doy cuenta cuando hablo con gente que ha vivido alguna experiencia compartida conmigo que, en principio, debería ser similar pero dista bastante de lo que yo hice en su momento. Vamos, que estoy hablando del erasmus (como habrás comprobado si has leído el título y lo que aparece en la foto).

Según parece, el discurso oficial dice que quien se va de erasmus tiene que: 
1. Ir a muchas fiestas, de esas de discotecas enormes, o de pisos de estudiantes de gente que no conoce.
2. Alejarse de la gente del país receptor creando una macro-comunidad de erasmus.
3. No estudiar porque, de todos modos, se aprueba (aplicable principalmente al caso italiano, según parece).
Y como todo discurso oficial, quien no hace esto no ha disfrutado al 100% de su erasmus.

Yo, que soy un poco tonto, rompí sistemáticamente cada uno de los tres puntos. No fui a esas fiestas universitarias a las que, vaya casualidad, tampoco he ido en Cádiz. Yo elegí ir a conciertos tributo en el Hard Rock Café, a ver a los Banda Bassotti en una sala que aún no recuerdo cómo llegue porque decidí ir solo (alone y only) veinte minutos antes de que empezase el show, iba a bares a buscar cerveza barata y me tomaba algo en mitad de la calle si surgía. Fuí una vez a una discoteca, perdí un cubata, se perdió un amigo y se cayó otro.

Tampoco me alejé de la peña italiana. De hecho hice todo lo contrario. En poco tiempo era portero en una liga amateur de un equipo de gente que, casualidades de la vida, eran bastante afines a mí: el Atletico Cavedani. Tanto me junté con esta gente que fui a una festa de laurea (una fiesta de graduación) en Prato disfrazados de vaqueros, participé en un torneo de Dodgeball (el matar de to la vida), vi los Vengadores en italiano, me convertí en hincha de la Fiore y me guardaron un vaso con mi nombre, para cuando nos volvamos a ver.
En cambio yo les enseñé qué decir para meterse en broncas (tú qué miras, quillo?), que cuando saca un portero se le grita "cabrón" o "bien Kike, bien pisha!" y les di jamón y alguna camiseta del Cádiz.

Mi grupo hispano parlante se reucía a mi primo y mi novia, gran equipo de nutelladas a las que de vez en cuando se sumaba Ramón. Y los murcianos, como no. con Alex y Mario teníamos la capacidad de encontrarnos sin necesidad de quedar, y vaya si me gustaban esos encuentros.

Y si, tuve que estudiar, mucho. Y no solo eso, sino que tuve que cambiar Storia della Fotografia por otra asignatura porque el exámen era imposible y tuve que repetir el examen de Paleografia porque la primera convocatoria la suspendí. Si, en Italia. No se si será fruto de la imbecilidad o de los tópicos, pero se puede suspender en Italia. En Florencia, al menos. Para evitarlo me juntaba con alguna gente de mi clase, incluso iba a la biblioteca para que Elissa me explicase/descifrase sus apuntes.

Yo no se si la experiencia erasmus la hice mal, pero lo bien que me lo pasé, las locuras que hice (con complicidad de Tania en varias ocasiones, por cierto), los problemas que solucioné y la gente que conocí no las cambio por ninguna "erasmus party".
Hoy me tomo algo por la gente que hicimos el erasmus como quisimos y nos salió más que bien.

PD: Hoy mi prima chica está en Florencia y yo estoy en plan melancólico y no se si tendrá algo que ver, pero me he dado cuenta de que tengo mil historias fiorentinas que aun no os he contado. Ya caerán...