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martes, 19 de enero de 2016

Lo que necesita Cádiz (tercera parte)

Julio Pardo y Antonio Rivas me han convencido con su lírica y su poesía: los enemigos de Cádiz no podemos cargarnos tradiciones así como así, hay que defenderla. Por ejemplo, nuestra madrugá se está perdiendo y estaría feísimo que, por ejemplo, un coro de aquí se fuera a Sevilla a cantarle a la Macarena, porque nuestras tradiciones hay que defenderlas por encima de todo.

Como he comprobado que tiene razón, que la izquierda está ahí con ganas de quemar iglesias y sacrificar a los hijos de Abraham, he llegado a la conclusión de que hace falta actualizar la semana santa para que le agrade a todo el mundo y se puedan llevar cuanto dinero quieran. Por eso propongo que se modifiquen algunas procesiones y se creen otras totalmente nuevas para acercar aspectos menos convencionales de la pasión de Cristo a los más neófitos en el tema, que lo que cuenta cada procesión se lo sabe todo el mundo.

En primer lugar propongo la cofradía del misterio de los 3 denarios (que popularmente se conocerá como "la cuenta"). Esta es una modificación de la Santa Cena y es justo el momento después en el que están ajustando cuentas y falta dinero para pagar. Como son muchas figuras existe la posibilidad de que las caras reflejen muchas situaciones: el que hace como que busca en el monedero pero pasa de pagar más, el que se cabrea porque siempre pasa igual, el que le está quitando la cuenta a Jesús como diciendo "a ver, deja que yo haga la cuenta no vaya a ser que hayas sumao mal". Y Judas levantándose con la excusa de que va al banco a sacar dinero (aro!).

Otra procesión sería Nuestro padre Jesús el cachondo y el santísimo sofocón de los romanos. En esta saldría el sepulcro con la piedra quitada porque Jesús ya ha resucitado y se ha largado de allí. Los dos soldados romanos que estaban vigilando tienen un sofocón tremendo y uno de ellos incluso se ha quitado el casco y está empapaíto en sudor de la que les va a dar Pilatos. En la parte posterior del paso, escondido fuera del sepulcro, está Jesús aguantando la risa para no delatarse.

También estaría bonita un paso que se llamara La santísima suerte que tiene San Pedro. Y es que no es normal que, yendo a apresar a Jesús una patulea tremenda de gente, San Pedro saque una espada, le corte la oreja a uno y no lo arresten a él también. Entonces la imagen sería a Jesús muy indignado porque solo se lo llevan a él y Pedro tirando la espada y mirando para otro lado como aquel que no tiene ni idea de quién ha sido.

Por ahora creo que estas tres procesiones estarían bien para conciliar a todo el mundo y para actualizar un poco la semana santa, que lleva mucho tiempo igual.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Dulce Navidad

Qué bien que ya es Navidad. Un día, una época del año, que es, citando al Sheriff, "tiempo de paz, tiempo de amor, tiempo de que te mires en tu interior y veas algo más que 100% algodón". Unas fechas para que todo el mundo esté feliz y contento y se recuerden los buenos momentos.
Pues parece que para un sector de los ideólogos de esta fiesta esto no es así. Los ideólogos, por si no lo sabíais, es la cristiandad, y el sector al que me refiero son los compositores de villancicos.

No se si os habéis fijado, pero dentro de los villancicos hay, ocultos como segunda estrofa que nadie se sabe, mensajes muy chungos.
Hay una tendencia de celebrar el nacimiento de Jesús recordando que va a morir crucificado. ¿Os imaginais ir a la planta de maternidad de Residencia y contarle a un niño que va a morir en Texas en una silla? No es bonito, ¿verdad? Pues en el villancico de Endivia tiene bien que dicen, varias veces además, que el niño que está en la cuna en una cruz morirá (bis). Qué envidia... la misma envidia que se pueda tener de una corona de espinas, vamos.

También está la versión Tarantino, de perspectiva en primera persona pero, en lugar de hacerlo desde el maletero de un coche, lo vemos desde un pesebre. Ese pobre niño presentándose como Soy amor en el pesebre y sufrimiento en la cruz. Además de la maldad de preguntarle al niño de quién es, metiendo el dedo en la llaga (AAAAAAH!).

Y luego hay otra que no tiene nada que ver con el nacimiento del chiquillo, que es directamente Dios recordando su pasado macarra del Antiguo Testamento en Los Campanilleros en el que, para vengarse de un rico avariento, se carga a sus perros: Pero quiso Dios que los perros de pronto murieran y el rico avariento pobre se quedó. Porque expropiarle es de rojos y mucho mejor es matar a unos cuantos perretes.

Total, que me quedo con la tarara y así recuerdo al Selu.

Felices fiestas y ya estais tardando en ver El Despertar de la Fuerza.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Lo que necesita Cádiz (segunda parte)

Una de las cosas de las que más se venía hablando en los últimos años era del uso partidista por parte del PP de Onda Cádiz (se venía hablando entre los rojos únicamente, que quieren cargarse todo). Esto era algo que la gente en Cádiz decía que había que cambiar, que ya estaba bien eso de "con el ayuntamiento de Cádiz, si", "el nuevo estadio ya es una realidad" o el puente de Cádiz con la música de Piratas del Caribe.

Onda Cádiz tiene que cambiar ya que no puede sobrevivir únicamente con la audiencia que proporciona el COAC (que igual si que puede, pero no está bonito), así  que aquí vengo a proponer un programa para esa época otoñal en la que Onda Cádiz no destaca por su programación variada: Es necesario crear un Reality.

El Reality que yo propongo se llama "unos asuntillos con Adán" y es, a primera vista, muy sencillo. Pero primero os tengo que presentar a Adán para que os sirva de guía. Adán es el tío con más desparpajo, poca vergüenza y cara que conozco de Cádiz. De verdad. A esto se le suma que, como está metío en to, conoce a una barbaridad de gente. De cualquier ámbito el conoce gente, lo que hace que haya dos opciones: salir con él y que vaya saludando a un montón de gente o salir solo y cruzártelo y que te salude. También, que esté metío en to, provoca que muchas veces no pueda acudir a alguna cita porque tiene unos asuntos de lo que sea (palabras usadas por el susodicho), de ahí el nombre del programa.

Así pues, el programa consistiría en señalar dos puntos, uno de salida y otro de llegada, y Adán tiene que llegar de uno a otro en menos de media hora y hacer el mandao que se le encargue, que con la de gente que conoce no es fácil que lo logre.
El programa no solo consiste en ver a este chiquillo andar por ahí, sino que en plató estará Enrique Miranda (como medida excepcional para ahorrar se recurriría a presentadores que ya trabajan para Onda Cádiz) dirigiendo el previo, en el que los invitados e invitadas (personajes de Cádiz, gente conocida de Adán, algún extranjero de Puerta Tierra...) comentarán si creen que lo va o conseguir o no, y el debate, donde la misma gente comentará si se ha parado más a propósito, si ha evitado saludar a alguien, si ha recibido ayudas... En la imagen podemos ver a Miranda ensayando la mirada inquisidora que va a echar a quien asegure que la afición de Adán al vardepeña es una tapadera.

Con este programa Onda Cádiz tiene audiencia asegurada y le roba el share a "subastas a lo bestia". Cádiz necesita de este show.

domingo, 23 de agosto de 2015

Lo que necesita Cádiz (primera parte)

Con el último cambio de gobierno en la alcaldía de Cádiz y lo que ha supuesto en la historia reciente de nuestra ciudad, veo a mucha gente poniendo en sus muros de facebook qué es lo que le hace falta a Cádiz para mejorar. Que se han dado cuenta ahora, cuando estaba la rubia nadie se paró a pensar nada por lo que se ve, pero bueno, como todo el mundo está intentando dar ideas y ayudar para que la ciudad mejore yo, desde aquí, voy a aportar mi granito de arena.

No voy a hablar de empleo, de turismo sostenible, de deportes, ni de fiestas, que de eso ya se ha encargado todo el mundo. Yo voy a hablar de algo más concreto, más cercano al pueblo... llamadme populista, Populista Harris.
La cuestión es que, desde hace unos años, he venido observando que esta ciudad está huérfana por las noches, no de bares, que de esos hay bastantes y si cierran pues luego si no te vas a la Caleta con un litro Punta que es el sitio permitido. Yo a lo que me refiero es que Cádiz está huérfana de barracas.

Hay muchas veces que uno va por la calle a altas horas de la noche y piensa que, con el hambre que tiene, se comería un huevo frito sin pensarlo, hasta que recuerda que existen huevos fritos de gominola, que deben de ser una de las mejores chuchería del universo, y el antojo se multiplica. Desafortunadamente no hay barracas y uno se acuesta con antojo y pensando la mala suerte de que no hubiera una barraca abierta en todo Cádiz.
Por ello yo propongo al actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cádiz la instauración de dos Barracas de Guardia: una en Cádiz y otra en Puerta Tierra, de manera que nadie se quede sin chucherías cuando quiera.
En caso de que eso no pueda ser, por lo menos que cada Navidad pongan en Onda Cádiz el capítulo del tigre de Farmacia de Guardia.

miércoles, 5 de agosto de 2015

La excusa de más peso

Hay veces que nos proponen algún plan y que, por las razones que sean, no nos apetece lo más mínimo salir de casa. Es ahí cuando, para no herir los sentimientos de quien nos propone el susodicho plan, nos ponemos a buscar una excusa que, aun siendo mentira, sirva como tapadera.
Dolor de cabeza o cansancio extremo son algunas de las más usadas porque, pensamos, nadie va a obligar a una persona con malestar a que habandone el calor de su hogar y, sin embargo, suele pasar. Un "venga ya, sales un rato de tranqui y se te pasa" o "pero si el voley es buenísimo pa el cuerpo" pueden ser las respuestas.

Para evitar estas situaciones la humanidad ha evolucionado hasta conseguir la excusa irrefutable, la que nadie es capaz de poner objeción, la más tonta: Es que ya estoy con el pijama y to. Ahí es nada.
El pijama, como si se tratase de una camisa de fuerza o una cadena de las que usaba Houdini dentro de los cacharros en los que se metía, se convierte en una excusa tan válida como carente de lógica. 
Uno de los aspectos positivos de la ropa es que son artículos de quita y pon, lo cual nos permite cambiar de indumentaria según la ocasión o nuestras preferencias en el momento, pero cualquiera diría que el pijama no, que eso ya se convierte en la prenda definitiva, la inquitable. Además, como habréis visto, la frase se completa con un "y to". "Que ya estoy con el pijama y to". Esa es la clave de la excusa porque ahí, debajo de esas dos palabras monosilábicas, se encierra un "y en verdad esto es un mojonazo de excusa pa decirte que paso de tu cara", pero dicho así queda poco educado.

A mi nunca me ha gustao esa excusa pero, como concepción social que es, la respeto cuando me la dicen. Lo que tengo claro es que la voy a usar cada mañana que no quiera ir a ningún lado y vengan a sacarme de la cama. "Que va tía, es que estoy con el pijama y to". Y al garete, que diría Don Manué.

Por cierto, he escrito habandone en lugar de abandone. Espero que lleves todo este rato pensando si me había equivocado o si no sabía escribirlo.

miércoles, 29 de julio de 2015

Tatuaje práctico

Hacía ya un tiempo que no me pasaba por aquí, pero es que he estado muy liado haciendo nada y poco y entre una cosa y otra no he tenido tiempo para nada (pero tengo en mente hablar de la Semana Santa y de las necesidades de Cádiz, que ideas hay).

Bueno, una vez dadas las explicaciones voy al tema del que os quería hablar que, si sois personas avispadas, habréis caído en la cuenta de qué va. (Los tatuajes, pa la peña más lentita).

Resulta que, últimamente, llevo hablando bastante sobre tatuajes porque, a mi alrededor, hay bastante gente con su piel tintada: amigos, familiares, hermanos, nos encontramos hoy aquí reunidos para unir en santo matrimonio...
La verdad es que es un ritual bastante bonito que nos recuerda lo primitivo de nuestra especie. Los tatuajes se hacían ya en el antiguo Egipto y en las tribus africanas para marcar el carácter del guerrero, para adornarse el cuerpo o porque querían demostrar sus sentimientos con un "amor de madre sabubu". 
La cuestión es que, a pesar de que los tatuajes los han tenido personajes de lo más variopinto a lo largo de la historia, hay gente que sigue sin verle el valor y lo asocia a gente chunga y drogodependiente. En este debate surgen las siguientes frases:
1. Es que un tatuaje tiene que ser algo muy simbólico para tí. Así, obligatoriamente, no se puede tatuar un pez simplemente porque está guay. Tiene que ser simbólico.
2. Y cuando seas viejo ¿qué? pues lo mismo que tú con esa cara, que la vas a seguir teniendo de viejo y no va a haber láser que lo cambie.

Teniendo presentes estas dos preocupaciones sociales he llegado a la conclusión de que es necesario un tatuaje útil para que los comentarios anteriores queden invalidados: el tatuaje sector en la espalda. Este tatuaje es, únicamente, una cuadrícula como la de los barquitos de hundir la flota, con números del uno al ocho y con letras de la A a la H. Esto es para que, cuando pique la espalda, podamos decirle a cualquier persona que nos rasque en C6 y evitamos el "abajo del homóplato, no tan abajo, un poquito a la izquierdNO TANTO!" yendo directamente al grano. 
Es simbólico porque simboliza la ayuda de los demás y cuando seas viejo la espalda va a seguir picando. 
Es una pedazo de idea.

PD: Los mosquitos de vuelo rasante y los que atacan por la espalda son los peores.

lunes, 11 de mayo de 2015

Se busca cantante inglés

El domingo pasado estuve en un concierto (conciertazo, The Brew, gracias de nuevo a Kry por insistirme en ir) y me di cuenta de ciertas cosas que ocurren en los conciertos que dan por aquí los grupos que cantan en inglés.

En primer lugar se terminan flipando con los tarareos que tiene que responder la peña. El típico "naaa nanananá, nanananá nananá nananá, nanananá!" en sol está mu bien, es sencillito tanto de letra como de tono y la gente puede seguirlo creyéndose importante. El problema viene cuando hay que repetir un estribillo ya que un "I've reached the sky" se puede convertir en "I risk the Cai"y demostramos el nulo nivel que poseemos (-ejem- poseen) de la lengua de Keith Moon. Además, en Inglaterra el público debe estar mejor afinado que aquí por lo menos -no se qué ocurrirá en otros lugares- porque de pronto la letra se convierte en el menor de los problemas debido a que parte del público decide cantar en falsete y la otra mitad seguir sin llegar bien al tono y aderezarlo con gallos.

Debido a lo del bajo nivel idiomático, tampoco se entienden las bromas de "oh, damn it! we don't speak Spanish but dame un servesa si conosco desirlo" y la situación queda en que el cantante (o el padre del batería en este caso) espera las risas del público y el público piensa "¿Qué habrá dicho al principio?".
Nadie se ríe por si acaso, pasa un silencio bastante incómodo e inusualmente largo en un concierto y se escucha al batería pedir por favor la siguiente canción.

Pero en los conciertos de rock se cumplen ciertos pasos al igual que en una liturgia. Por eso, cada vez que el frontman grita lo que sea con tono de pregunta todo el mundo grita "weeeeee" levantando las manos con la bebida o con los cuernos. Lo malo en este momento es que lo mismo la pregunta puede ser si está todo el mundo bien o si el público va a acompañar el ritmo con las palmas, teniendo en cuenta que si es el último caso el grupo se va a llevar un chasco tremendo.

Por eso he decidido montar un grupo con un cantante inglés que pida estribillos muy agudos, para que el público sea consciente de que no pueden hacer todo lo que pretendan en la vida, como ser cantante de un grupo en inglés, por ejemplo; también quiero que diga cosas serias sobre economía, política, sanidad, etc. pero que al final suelte una risotada enorme para que la peña se ría y, sin que lo sepan, estarán quedando fatal; por último busco un cantante inglés para que diga verdades como puños que nadie se atreve a admitir en público como "You spy your neighbour's facebook, didn't you?" y que todo el mundo conteste afirmativamente con un grito, así al menos restablezco un poco la paz en el universo.

sábado, 25 de abril de 2015

La peñita exageradísima

De gente exagerada he escuchado sobre dos pueblos en concreto: el pueblo vasco y el andaluz. Del andaluz no lo se, no puedo estar seguro porque supongo que es algo que, al vivirlo día a día, lo tomo como cotidiano y pasa de largo por mi mente, y de la gente del País Vasco pues tampoco se qué decir. Es cierto que una vez en un desplazamiento del Athletic de Bilbao de unas 5.000 personas entrevistaron a uno que aseguraba que eso era muy poca gente, que seguramente habría unas 100.000, y también conozco a una vasca, pero es más bruta que exagerada, así que tampoco puedo dar fe de esta afirmación.

Lo que está claro es que la gente exagerada es la que se encarga de ponerle nombre a muchas cosas. El saltamontes es una de ellas. Es verdad que estos bichos se mueven bastante bien en vertical y que, en relación a su cuerpo es una barbaridad lo que saltan, pero los montes son mucho más altos que eso, vamos a ver. Más saltan las pulgas, que si tuvieran el tamaño de un ser humano saltarían por encima de la torre Eiffel (dato real), y nadie les ha llamado saltatorres o saltaeiffeles, sino pulgas.

Pero el aparato con el nombre más exagerado del mundo es el matasuegras. Ese aparatito que hace ruido al soplar y desenrollarse; hecho de papel, plástico y, con el uso, saliva; que tiene nombre de pueblo de Murcia; y que, al final, acaba rompiéndose, lo bautizaron como un arma mortífera contra las madres de las parejas de cada cual.
"Matasuegras, el regreso" y vemos a Vin Diesel rollo terminator en un trailer cargándose a las madres de sus amantes.
Es posible que, en algún momento de la historia de la humanidad, quien inventó el matasuegras mató a su suegra del susto, pero ponerlo en plural me parece ya demasiado. Además es un riesgo por parte de la empresa, porque a través del nombre se asegura un éxito que dudo mucho que se alcance gracias al aparatito, lo que puede acarrear denuncias por publicidad engañosa.
Además, incluso teniendo en cuenta que en México se llama espantasuegras, tampoco me parece acertado, porque cuando yo me imagino una suegra en una fiesta (de cumpleaños, guateque, fin de año puretil, etc.) me la imagino con un gorro, espumillón en el cuello y un matasuegras/espantasuegras.

Ni mata ni espanta, atrae y da vida.

miércoles, 15 de abril de 2015

Yo soy tu padre y en esta nave se cumplen mis normas

Cuando conoces a una persona durante mucho tiempo aprendes que esa persona no es perfecta en absoluto, que tiene sus fallos y que comete errores (muy grandes en ocasiones) porque es lo natural, pero aun así la quieres y le permites esas cosas. Lo mismo me pasa a mi con la Guerra de las Galaxias.

Hace tiempo empecé a observar ciertos elementos que me llabaman la atención de la saga y que, no es que se cargaran las películas, pero las hacían un poco más inverosímiles y rompían la lógica, al menos toda la que una película de ciencia ficción puede tener.

En primer lugar EH QUIETO! Igual hay spoilers. Vale, lo que iba diciendo, en primer lugar choca que, al final del episodio IV (tras haber huido con los androides que buscaban, rescatar a Leia de la misma estrella de la muerte, organizar un ataque y destruir el arma más poderosa de la galaxia) haya una ceremonia y los premiados sean únicamente Luke Skywalker y Han Solo. ¿Qué pasa con Chewbacca? que el tío también estuvo ahí y se ofreció a ser el cebo para llegar al sistema de celdas de la Estrella de la Muerte. Igual estamos asistiendo a la cara oscura de la rebelión y resulta que "los buenos" eran una pandilla de especiófobos de cuidao.

Otra cosa es el sistema de defensa de la propia Estrella de la Muerte. ¿De verdad una estación espacial con capacidad para destruir un planeta como Alderaan no tiene un escudo? ¿El Imperio Galáctico no podía destinar un poco de I+D+I para tapar un hueco por el que cabe un proyectil y que da directamente al núcleo de la Estrella? Ni una chapita metálica de dos metros sobraba, claro. Aunque bueno, se ve que aprendieron y en el retorno del Jedi había que acceder hasta el mismo núcleo.

Pero lo último sin duda es el sistema de protección de testigos de la Alianza Rebelde. Estamos ante una situación en la que, para alejar del peor villano del universo a sus hijos lo que hacemos es separarlos al nacer (mala idea teniendo en cuenta que Anakin no sabía que eran gemelos), llevarnos al niño a su planeta natal, con su familia verdadera y le dejamos que mantenga el mismo apellido que su padre. Y para rematar la jugada, su protector se cambia levemente el nombre: Ben Kenobi. Pues claro. Obi-Wan... ¿en qué estabas pensando, quillo? Se te suponía uno de los más sabios maestros jedi y te pegas este jugadón. Estupendo.

martes, 7 de abril de 2015

Rebeldía

No me gusta la forma en la que la sociedad se mueve. Es fría, mecánica, inmediatista e impaciente. Todo tiene que hacerse de manera rápida, sin divagar: ir, hacer, volver, objetivo cumplido. Nadie se para para disfrutar del camino, no se remolonea divagando ni sopesando las diferentes opciones. Hagamos esto así, porque así se hace, no cuestionemos la razón, solo hagámoslo y acabemos, porque tardar no tiene sentido. Qué asco.

Por eso, llevarle la contraria al mundo y romper con su lógica día a día es un acto de rebeldía que abre ojos y mentes de quienes se plantean cosas y hiere los corazones de quienes tienen el cerebro cerrado y el alma petrificada.

Mi manera de hacerlo, una de ellas al menos, de sentirme poderoso, es ir al super y comprar poco. No porque la costumbre sea comprar mucho, no, de hecho hay personas que no pueden cargar con más de una bolsa y que compran lo justo. A mi me gusta comprar poco para esperar la cola de la caja a la hora de pagar. Ahí es cuando me siento libre.

Resulta que a la gente le incomoda ver a alguien con una bolsa de ensalada preparada y cuatro latas en medio de una cola de carros repletos, y es en ese momento cuando se empiezan a escuchar los comentarios alusivos a mi. Algunos en voz alta, a nadie específicamente dirigidos, pero dejando el mensaje en el aire para que alguien siga la conversación. "La gente debería dejar pasar a los que llevan dos cosas". Otros son conversaciones a mi espalda pero a volumen suficiente para que yo me entere. "Yo siempre que llevo poco pido paso y la gente me deja, que eso no molesta a nadie". Y ahí es cuando, sin volverme, sonrío y me alzo victorioso, haciendo como que no les oigo, como si estuviera en mi mundo ensimismado, pero no, esto es un acto de rebeldía y me mantengo firme en la cola viendo como delante mía ponen un fanta, cinco bolsas de charcutería, colacao, fairy, galletas, pan bimbo, pasta e imaginando como detrás mía la gente estará ya notando el sudor frío recorriéndole la espalda porque hay alguien que no hace lo que se hace en estos casos.

Hay gente que opina que esto simplemente es ser idiota, po na.

jueves, 19 de marzo de 2015

El ascensor de su vida

Como la cosa está tan mal para conseguir trabajo y lo único que hace debatir al personal son las situaciones que se dan en cualquier reality he decidido liarme la manta a la cabeza, pasar de la Historia y de ser profesor y convertirme en diseñador de realities.

El primero (y único por ahora) que he pensado se me ha ocurrido hace apenas una semana que he pasado bastante tiempo por el hospital. Consiste en colocar a ciertas personas en la cuarta planta de residencia* y darles un destino a cada una de ellas al cual tienen que llegar usando el ascensor. Parece fácil pero es verdaderamente una odisea.

La primera dificultad está en que siempre que se van a cerrar las puertas llega alguien a lo justo y vuelven a abrirse, alargando el proceso unos segunditos que se hacen eternos; también está el factor de que la gente no se fija si el ascensor sube o baja y, cuando ven que el ascensor se mueve en la dirección contraria a la esperada exclaman con sorpresa "uy! si yo le he dado a la planta baja!"; tampoco podemos olvidar el celador que aparece con una camilla y pide por favor que salga todo el mundo para poder trasladar al paciente, generando una serie de protestas que el propio enfermo tiene que soportar (desde luego, si tan urgente es su cura, que vaya corriendo a quirófano él solo); y, la última de las dificultades previsibles, es que el ascensor se para en todas las plantas.

Los castings también se grabarían y el modelo de selección del personal sería muy sencillo: pasan el corte todas aquellas personas que, independientemente de la planta en la que se encuentren y a la que tengan que ir, pulsan el botón tanto de subida como de bajada. Después, la siguiente criba se llevaría a cabo por la explicación de tal comportamiento: si ha sido una equivocación se va a la calle, si dice que no sabe con seguridad si hay que pulsar hacia donde se va o desde donde se va tiene posibilidades pero tendrían que evaluarse y si dice que es para que el ascensor venga más rápido entra seguro en el concurso.

Decidme que también os ha pasado a ustedes y que no soy el único sufridor.

*Para el personal no gaditanizado, residencia es como se le llama aquí al hospital, porque antes era la Residencia Zamacola.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El Messenger te permitía conocer gente

La última vez que usé el messenger yo estaba de erasmus y abrir el programa era como pasearse por la zona franca un 1 de enero: no había nadie. Yo me conectaba porque mi madre lo seguía usando y porque no me gustaba usar el chat de facebook, pero a parte de nosotros solo estaba mi amigo Juan Carlos.

Sin embargo, a pesar de que la gente lo olvidó rápidamente con la aparición de facebook, el messenger nos había permitido conocer a la gente. No me refiero a conocerla como ahora, que agregas a la persona en cuestión y ves de ella lo que quiera mostrarle al mundo, sino que la conocías de verdad, a fondo, porque el subconsciente traicionaba y te quitaba la máscara ante el mundo.
Con el facebook se puede elegir una foto interesante para el perfil, compartir citas del pesao de Paulo Coelho y poner que el libro estaba mejor que la peli, dando a entender que eres una persona que vale la pena.

En cambio el messenger desnudaba el alma y nos enseñaba que había dos tipos de personas: las permisibles y las desesperantes. 

Las permisibles podían escribir unos nicks muy profundos, aprovechar el subnick al máximo, meter colores e iconos en ambos... vamos, que aquello parecería el real de la feria, pero al fin y al cabo se podía mantener una conversación con ellas una vez que te acostumbrabas.

Las desesperantes no es que pudieran hacer lo anteriormente nombrado, sino que a la fuerza lo hacían (cosa que ya hemos dicho que no tiene por qué ser mala). Pero lo que no era en absoluto de recibo era que creaban códigos aleatorios para los iconos externos, de manera que donde querían poner "He aprobado selectividad y voy a la universidad" se leía "Equisdé a-helado-do mandodelaplay-idad y muñecoandante a clavedesol unicornio-ojo-sidad". 
Esa gente, como recordaréis, tenía la necesidad de iconos inútiles como una bolsa de papel o introducían imágenes grandes que luego no se distinguían.

Las personas desesperantes mostraban que eran la basura del messenger, por eso agradezco que el Whatsapp no permita iconos añadidos por el usuario, porque lo que faltaba era sumarle a la gente que no sabe manejar el autocorrector, a la que escribe con los codos y a quienes no usan los signos de puntuación una serie de iconos puestos en mitad de una palabra de manera aleatoria. 
Eso si, no se por qué no hay todavía un culo y un corte de mangas.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

BSO 2014

No suelen gustarme las listas de los mejores X del año Y, pero esto no es ni siquiera una lista de las mejores lo-que-sea, sino que es una lista de lo que ha sido la banda sonora de este año mío. Como lo del año ese de facebook pero más guay. Yo es que soy una persona que le gusta imaginarse su vida con BSO: Florencia era M Clan y Poncho K, 2008 fue Iron Maiden, 2010 fue AC/DC... así funciona mi mente. Mal.

Lo primero de este año fue el curso del máster en París y hubo dos canciones que destacaron en esos días. En primer lugar el 'magic everywhere' que sonaba en Disney y que nos dejó varios días con la musiquita en la cabeza y, en segundo lugar, el 'People are Stranger' de The Doors que sonaba en mi mp3 un día que me fui solo por el barrio latino y cuya letra encajaba perfectamente con la situación. Además, París fue la última ciudad que pisó Jim Morrison con vida (ejem, "con vida") y estuve en el último bar en el que él estuvo, el Rock and Roll Circus de Pigalle, así que tenía un significado especial. Total, un rollazo gordo pa mi.

Febrero, por supuestísimo, tiene su propia banda sonora, y este año, más que de coros o chirigotas del COAC, ha sido de chirigotas ilegales, de las golfas de altas horas de la madrugada con estribillo coreao bien por una multitud, bien por 4 o 5 jartibles escuchando. 

Los Rolling Stones también han sido banda sonora, más por despecho de no poder ir al concierto aunque yo pusiera la excusa de que no pago 100€ por ir a un concierto y que si el 21% de IVA y blablablá... yo quería ir, y punto, pero no tenía un duro así que me quedé sin Stones en directo y me los comí a base de discos remasterizados y de arañazos en la cara parriba. Lo mismo más o menos me pasó con M Clan y con los Zigarros. Unos celebrando 20 años y otros de teloneros de Fito que, por una cosa o por otra (siendo tanto una como la otra el dinero), me quedé sin verlos.

La cosa es que, cuando creía que no iba a ver a nadie en directo, resultó que estando en Italia pude ir a un concierto de Banda Bassotti gratis. Es la segunda vez que veo a ese grupo, la segunda vez que lo hago en Italia y la segunda vez que acabo el concierto en el escenario con ellos. Es repetitivo pero está to guay.

En verano y parte de agosto también destacaron las canciones de mi grupo "The Blue Lagoon", que actualmente se encuentra en standby, o paraos, o separaos. La verdad es que no lo dejamos mu claro así que yo sigo diciendo que es mi grupo, no vaya a ser que la líe, aunque lo mismo la estoy liando. Qué lío. También aquí entra la música árabe de Tánger de cuando estuve allí y la de África subsahariana por derecho del musical del Rey León, que está to guay.

Las Jam del PayPay, las improvisaciones de Alrumbo, las pamplinas vía facebook y las versiones de cachondeo también me han valido como banda sonora. Pero esas son demasiado locura para contarlas en público salvo para quienes hemos participado de ellas.

Total, que, como todos los años, ha sido muy musical. Ahora me encuentro escuchando Hey Jude a partir de un video en el que 550 famosos han elegido entre Paul McCartney y John Lennon. Y yo me quedo con McCartney, que pa eso estaba escribiendo en verdad, pa deciros que en 2014 una de las mayores conclusiones a las que he llegado es que prefiero a McCartney antes que a Lennon. Y de los Gemeliers prefiero a Jesús antes que a Daniel, dónde va a parar.

Ea, feliz año muchachada.

lunes, 17 de noviembre de 2014

¡Antonio!

Antonio se ha hecho famosísimo en pocos días. Ya sea por el anuncio original o por las parodias que se han hecho desde el día del estreno, todo el mundo conoce a Antonio. Bueno, sobre todo por las parodias porque tengo que reconocer que yo no me acordaría del nombre de Antonio de haberlo visto solo una vez.

Lo que me ha sorprendido es la cantidad de gente que se ha encargado de perder su tiempo en hacernos felices a los demás con pamplinas como las que decoran esta entrada. Y me ha sorprendido porque pensaba que yo era la única persona en haber pensado un anuncio alternativo. De hecho, ahora que lo pienso, no es raro. El final del anuncio se veía venir desde antes de que lo echaran, por eso no entiendo la gente que ha llorado (recalco lo de que hay gente que ha llorado, moñas) al ver el desenlace.

La cosa es que cuando el nota va caminando solo por la calle rollo Rick Grimes en The Walking Dead, pero en Ponferrada en vez de en Atlanta, me imaginé que, con el cabreo, habría cogido una escopeta del paragüero y la llevaría escondida entre la chaqueta y el pantalón. Se pararía en la puerta del bar para recapacitar pero, en ese momento, vería a la gente haciendo una conga y cantando la obviedad de "nos ha tocado el gordo". Obviamente esto no le sienta bien y, tras entrar dando un portazo, se lía a tiros con todos los del bar. Pum, pum! uno menos. Y Antonio diciéndole "que no hombre, por dios, que tenía uno parPUM!".

Cuando ya no queda nadie aparentemente vivo (siempre está el extra que respira estando muerto y en el que todos nos fijamos) ve el sobre con su nombre y lo abre, viendo que Antonio le había guardado un número premiado. Y ahí es cuando dice "dio su p*ta madre... ¡Antonio!"

El anuncio acabaría con la policía, un montón de forenses y demás y una voz en off diciendo "el 22, cuidado con lo que haces, que puede darse el milagro". Y luego saldría el aviso azul de los anuncios de las medicinas diciendo que, si eres el que este año no ha comprado, que no lo digas por la tele, que eso es de imbéciles.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Hay que sacarse el B1 de internet

Hay gente que se encuentra en situaciones para las que no está preparada. No es algo malo, de hecho es bastante común. Es como esa persona que va a ver Batman sin conocer demasiado de la historia y que, al ver que te sale una sonrisa de emoción cuando aparece Harvey Dent en pantalla, no entiende la situación porque lo único que sabe es que hay un malo que se llama Dos Caras, pero nada más. Como este hay más ejemplos: gente que no ha jugado al baloncesto en su vida y pisa fuera del campo para que la pelota no salga, gente que no tiene mucha idea de política y piensan que el Che Guevara jugó en el Cádiz (verídico), etc.

Pero hay un grupo de personas que me llaman muchísimo la atención y que me parecen dignos de estudio: la gente que no sabe usar internet. Y no me refiero a la gente que no sabe buscar drivers, desconoce las cookies o incluso pincha en los banners parpadeantes de "visitante 99.999!!!". No, me refiero a la gente que no pilla del todo la función que la gente desempeña en internet o el uso que hacen de este, que principalmente se resume en la palabra "pamplinas".

Somos muchos los que, de tanto usarlo, ya nos hemos pasado internet y sabemos los trucos, pero hay gente que no y que, precisamente por ello, se ve metida en unos líos que no logran comprender. Es posible que haya gente que ha empezado en internet hace relativamente poco y que, por lo tanto, no entienda que una noticia de El Mundo Today que afirma que WhatsApp añadirá un tercer tick azul para asegurar que el receptor ha entendido el mensaje es broma y pregunte si tiene que actualizar la aplicación para que le salga. O que reenvíe precisamente por WhatsApp una cadena para que un icono azul se le ponga verde y no le cobren 37 centavos por cada mensaje que envíe (la de idioteces que nos ahorraríamos así).

Pero es que hay gente que lleva mucho tiempo usando internet, facebook, twitter, instagram*, y demás aplicaciones virtuales que aún se siguen creyendo cientos de noticias que son falsas claramente: que el Vaticano va a beatificar a Ana Mato por el milagro del ébola o que un obispo dice que el sexo oral no es pecado si se hace pensando en Jesús. Si, hay gente que no sabe diferenciar una noticia seria de una que, claramente, es coña. Lo peor es cuando esta gente son periodistas y lo publican en medios "serios". Y así la gente va por ahí compartiendo que hay un túnel que une Groenlandia con Siria, que los extraterrestres han saboteado a la NASA o que han operado a un vasco con anestesia.

Para evitar estas equivocaciones y meteduras de pata presento aquí una serie de puntos que pueden servir como guía en momentos de duda:
1. Si parece de cachondeo lo más probable es que sea de chachondeo.
2. Si parece de cachondeo pero viene de una fuente fiable, buscar en google.
3. Si aun así persiste la duda publicarlo en las redes acompañado de un "jajajaja, vaya tela".

De nada, ha sido un placer.

*Leyendo esto a lo Abraham Mateo es mucho más divertido, porque yo también os quiero tanto que... BUAH!

miércoles, 29 de octubre de 2014

La clave de la convivencia

En clase de italiano hablábamos el otro día de las claves de la convivencia y, todos mis compañeros, la mayoría mayores que yo (incluso con hijos algunos), decían que la clave principal es el orden, porque tener todo ordenado es lo mejor que hay para que no haya peleas. Qué ilusos. Yo comprobé hace unos meses que la clave principal en este sentido es tener el mismo nivel de orden que la otra persona con la que se convive. 

Todo empezó en París, cuando estuve 15 días en un curso intensivo sobre América Latina. Éramos siete de Cádiz (como los de los Carapapa pero con menos rollo) y nos alojábamos en el Colegio de España y, como su nombre indica, no todo iba a salir bien. Esta gente pensarían "les cobramos a cada uno el precio normal y los metemos de dos en dos en habitaciones individuales" y así hicieron, tanto que cuando llegamos a nuestras habitaciones únicamente había una cama y ya nos temíamos que tuviéramos que compartir la cama. Yo además compartía habitación con David, que no solo es grande, sino que tiende a ocupar todo el espacio posible invadiendo el de las personas a su alrededor. Finalmente esto se solucionó con una "cama" supletoria (un catre, en verdad) y nos turnamos una semana cada uno.

Una vez que este problema estuvo solucionado, comenzamos a deshacer las maletas. La habitación contaba con un perchero y una estantería donde empezamos a colocar nuestra ropa: David a la izquierda y yo a la derecha, o al revés, yo que se, y dejamos las maletas con pocas cosas y en un rincón de la habitación. Pues bien, al día siguiente nuestra habitación ya había recibido el sobrenombre de Zara Tara. El proceso fue sencillo: lo de ordenar era pura fachada por parte de ambos y, habiendo confianza como hay entre nosotros, no era necesario aparentar en absoluto. Cuando salimos la primera noche a visitar París habíamos dejado todo bien ordenado y, a la vuelta, comenzó la Operación Barullo. Volvimos a nuestra habitación y los abrigos fueron a parar a la silla, las camisetas a la mesa, los pantalones a las camas, etc. Al día siguiente, por supuesto, las camas no se hicieron, nos fuimos a clase y, a la vuelta, se repitió el proceso del día anterior, logrando de este modo el sobrenombre que he dicho.

La cosa siguió evolucionando durante los 13 días siguientes, de hecho hubo unos calcetines* en el cuarto de baño durante cuatro días que David me decía que me los había dejado, hasta que descubrimos que eran suyos. A ninguno de los dos nos importó, simplemente era un poquito de desorden. También nos recogieron un día la habitación: hicieron las camas, dejaron las cosas cerca de las maletas, doblaron las camisetas... solo un día, la segunda vez ya pasaron y, aunque quiero pensar que es porque aceptaron que nos encontrábamos bien en ese hábitat, lo más probable es que tuvieran miedo de que apareciese un cocodrilo entre la ropa.

La cosa es que durante 15 días David y yo estuvimos la mar de agusto porque compartíamos el mismo nivel de orden (nivel 2 sobre 10, más o menos) y no había necesidad de perder el tiempo colgando un abrigo en una percha. Esa es la clave.

*Sustituir calcetines por calzoncillos, que creo que ese punto de desorden ya lo consideramos ambos al filo de lo permitido, aunque no lo dijimos públicamente. Total, un fallito en nuestra impoluta trayectoria.

martes, 21 de octubre de 2014

Malas elecciones

Yo soy de ese tipo de personas que, como sabréis si me tratais cotidianamente, sabe muchos datos absurdos, inútiles y, normalmente, relacionados con la tele y/o el cine. Soy de los que se quedaron desde el primer momento con el nombre completo, dirección, empleo y lugar de escolarización de la familia García Moreno (la de Manolito Gafotas, por si hay quien no lo sabe) en lugar de aprenderse bien la tabla del 7, que es la más difícil y eso lo sabe todo el mundo. Y hablo en plural porque conozco, al menos, una persona más que se sabe estos datos.

Tengo una facilidad pasmosa para aprenderme nombres como el de Cylindrix el Germano (Cylindrix el enano, diría yo) o Caius Pupus, ambos de Astérix y las 12 pruebas, considerando a ambos personajes tan imprescindibles como las ninfas hasta arriba de néctar y ambrosía.
Tampoco me dejo atrás nombres como el de Tren Steel (el más antiguo amigo de Max Powers), ni Wendall (el niño blanquecino del Colegio Elemental de Springfield), ni de Adil Hoxha (el pequeño albanés que vivió en casa de los Simpson y que era espía soviético).

Esta capacidad absurda me impide tener espacio para otras cosas, vamos, digo yo, como es la toma de buenas decisiones. Tampoco os asustéis, no son de vida o muerte (aún), son de cosas cotidianas pero que afectan en ciertas conversaciones: los personajes favoritos.
Y es que resulta que, en las dos grandes series de nuestra infancia, a saber Bola de Dragón y Oliver y Benji, se ve que no elegí muy bien a los personajes.
En Bola de Dragón mi favorito era Yamtcha, que al principio le podía (un poquito) a Goku y además tenía melena... hasta que se acabó el rollo.
Y el Oliver y Benji me gustaban Julian Ross con sus ataques de corazón por partido y Edd Warner con su ilusión de no jugar al fútbol. Al menos no elegí a Bruce Harper.

Y esto lo explico simplemente para que luego nadie se extrañe cuando, cada temporada, vuelvo a confiar en el Cádiz CF.

jueves, 9 de octubre de 2014

La teoría Yesenia

Hoy vengo a hablaros de una teoría sobre la que llevo tiempo pensando. Bueno, la pensé un día y desde entonces llevo recordándome que tengo que escribir de ello aquí. Ya se que no soy ni científico, ni médico, ni sociólogo, pero si soy un chalao que habla de todo.

La teoría, que recibe por nombre Teoría Yesenia en honor a cualquier Yesenia del mundo, establece que el nombre de una persona condiciona su comportamiento, sus gustos y, sobre todo, su futuro académico. Pero no todos los nombres afectan, la teoría es mucho más compleja. Vereis, un nombre como Yesenia asegura una desastrosa vida académica, al igual que ocurre con otros nombres como Nayara, Zoraida, Ainara, etc. luego existen nombres que podríamos denominar como "categoría 2" y son los que tienen un atisbo de posibilidad de salir adelante. En este grupo encontramos a las Jeni, las Tamara, Lorena, etc. Son gente que, como salida laboral, pensaran en Gran Hermano o, quizás, en una peluquería, pero no porque sea un oficio de cortos (jeje) sino porque están convencidas de que es fácil. Total, han pasado la mayor parte de su vida peinándose para salir.
Por supuesto existe la versión masculina, aquí no se libra nadie. Los Yeray y Kevin son los más comunes, pero la categoría dos está plagada de Cristian, Moises, y la mayoría de nombres del Antiguo Testamento, curiosamente.
Esto no quiere decir que el resto de nombres estén a salvo. Alguien puede llamarse perfectamente Juan o Lucía y acabar siendo lo peor de la clase.

Pero, curiósamente, existe lo que he denominado La Técnica Abraham (aquí no aparece el nombre real, en verdad tiene el de un amigo mío que no escribo para mantener su anonimato y que no me diga na). Supone que, si unos padres están convencidos del éxito de su hijo, pueden ponerle un nombre de categoría 2 (de la primera sería arriesgar demasiado), vestirle con chandal siempre y darle ciertas concesiones para que los profesores no le tomen en serio y le asimilen al grupo de los chungos. Esto hará que, a la mínima que el individuo haga de manera decente los exámenes, los profesores se llevarán tal sorpresa que verán que merece un sobresaliente, un notable como mínimo. Y así hasta la universidad que, cuando vea que ya lleva bien encarrilada su carrera, empezará a vestirse con vaqueros, se echará novia, se pondrá más formalito... una jugada redonda Chri- Abraham, que diga.

Y si, lo que he escrito es muy clasista, pero vamos... que se trata de lumpens, gentuza, que diría aquel. ¿No?

lunes, 11 de agosto de 2014

Trabajazo

Dicen que el trabajo dignifica al hombre (no se quiénes lo dicen, la verdad, yo nunca se lo he escuchado a nadie de confianza) pero he llegado a la conclusión de que hay casos en los que la susodicha frase no se cumple. Quizás sean la excepción que confirma la regla, pero desde luego que algunos trabajos son pa echarlos.

Hace un tiempo hablé del anuncio del Jex Extender en el que el papel de una actriz se limitaba a decir una lapidaria frase en la que la muchacha tenía que reconocer que "a mi me gustan grandes" (a mi no, a la actriz). He pensado que, al fin y al cabo, ese no se trata de un mal curro. Posiblemente la chavala no estuviera diciendo ninguna mentira o, en el caso contrario, no especificaba que hicera referencia a los penes.

Los que si que he visto que son trabajos chungos son los siguientes:
En primer lugar tenemos a la persona que ha estado varios años estudiando una carrera o un grado de FP de imagen y sonido con lo que ello implica: asignaturas varias, mañanas, tardes y noches de estudio, técnicas de grabación, prácticas y, al fin y al cabo, un importante tiempo de su vida empleado en ello.
Con todo ello recibe una oferta de trabajo de Mediaset, para currar en el extranjero, y que descubra el sorpresón que encierra el contrato: te mandan a una isla a grabar a Chiqui y su novio acostándose en Supervivientes. ¿Qué hace cuando acaba? ¿les ofrece un cigarro? ¿comenta la jugada?  El caso, un numerito.

Otro caso, similar al anterior, es el de quien ha estado estudiando, en este caso, periodismo. Es igual que antes, con varios años de estudio y prácticas, de aprender el oficio a base de error y de adquirir la picaresca para ser la primera persona en conocer la noticia para acabar redactando para EFE la noticia de que la Infanta Sofía ya conoce al Ratón Pérez. Rabiosa actualidad, claro que si. Váyase a la mierda la corrupción, Palestina, Ucrania y la crisis, que a la niña le ha traído algo el Ratón Pérez.

Pero el otro día, pensando en estos trabajos, llegué a la conclusión de que el peor caso es el siguiente:
Imaginaos el caso de un cantante, o simplemente de alguien que vive de su voz, como el de EA Sports, que está guapísima la entonación y todo. Imaginaos, como os digo, alguien que viva de su voz y que le llame Ennio Morricone porque necesita su voz para la banda sonora de un Western, protagonizado por Clint Eastwood y dirigido por Sergio Leone. Pelotazo ¿no? pues imaginad ahora la cara que se le quedaría cuando descubriese que su cometido en El bueno, el feo y el malo era gritar en el tema del inicio "JI! JI! JAJAJÚ!"

lunes, 30 de junio de 2014

Verano, ver ano

A mi me gusta el verano, bastante, bueno no, me gusta tela, es mi época favorita del año, pero no puedo evitar odiar una cosa de esta época.
Yo soy de estar en mayo ya nervioso por hacer planes para el verano, ir a conciertos, pensar en los partidos de voley, mirar un bañador por si el mío se ha quedado pequeño (grande en este año, pero bueno), con lo cual el 21 de junio estoy más feliz que el Cigala con una servilleta.

Pero en estas llega la publicidad y me jode. No me doy cuenta al principio, la verdad, pero en cuanto pasan unos pocos días ya estoy yo cabreao con la tele.
Los anuncios que hablan del verano me prometen la estación más flipante de mi vida, mejor aun que si juntara el concierto de Iron Maiden, el de AC/DC, el Camino de Santiago y la boda de mi hermana. 

Yo me pongo a ver la tele y veo primero el anuncio de cerveza, creo que de Mahou, que es larguísimo. Es un festival en una cala del Mediterráneo (es de Estrella Damm, acabo de acordarme, Mahou es una mierda) con música, malabares, proyecciones psicodélicas, etc. todo muy espontáneo con juegos de peleas en el agua y muchas risas. 
Y pienso yo "joe tío, que verano más guapo va a ser este cuando vayamos a la playa de noche y hagamos esto", pero luego me doy cuenta de que para mover a mi pandilla hacen falta 15 tractores, que el ayuntamiento no deja hacer estas cosas en la playa y que, como mucho, alguien aparecerá por la playa con una guitarra, pero vendrán los locales y nos dirán que nos vayamos.

Tampoco se queda corto un anuncio que no se de qué es pero la cancioncita dice algo como "I'm in love, I'm in love, nananana, in a beautiful world" (puede que nananana no lo diga realmente). El anuncio va un chaval en el bus, ve a una morena guapa que se baja, se terminan encontrando por whatsapp y se lían en mitad de la playa con un montón de peña formándola. Yo con este anuncio pienso lo guapo que están los ligues de verano de ese tipo, pero yo ligues de verano habré tenido dos en mi vida, a una ya la conocía de antes y con la otra no pasó nada porque tenía tendencia a hablar siempre de su tío. Y aún si hubiera tenido la oportunidad de ligar alguna vez como en el anuncio, con lo subnormal que soy la habría cagado, seguro.

Luego hay otra serie de anuncios como los de La Vuelta, que sale un montón de peña dando un paseo en bici bajo por Finisterre me tengo que quedar con las ganas; o una pandillita que le tiran un cubazo de agua a una amiga y allí se ríe todo el mundo mientras que yo se que si hago eso habría caras largas durante varios días; y también están los de fiesta en la piscina con DJ que en mi caso termina siendo la gente buscando la sombra, con la piscina vacía y gritando "Kike, quita esa música que na más que te gusta a ti".

Así que este año, para no llevarme desilusiones, me he propuesto pasarlo a base de preparar el Trabajo Final de Máster, de hacer las prácticas del máster, de sacarme el carnet (del Cádiz y puede que el de conducir) y de ir a la playa de vez en cuando... Ah, y de ir de vacaciones, dos veces, y de dar algún que otro concierto, y de salir mucho, y de fiestas en algún campo, y de fútbol, y de rugby, y de cerveza y tinto, y...
Qué me gusta el verano!