domingo, 26 de septiembre de 2010

¿Dónde está la mosca?

Empieza el curso. Esta es la última entrada que publico como persona en vacaciones veraniegas.
Mañana a las 07:50 estará sonando el despertador y otra vez a la facultad.

Empieza la facultad con todas sus mentiras de no faltar, de estudiar desde el primer día, de empezar los trabajos temprano, etc. Pero no voy a hablar de las mentiras que se dicen al principio de curso, básicamente porque ya lo hice aquí.

Lo que vengo a comentar hoy es un suceso que ocurre en todas las facultades del campus de Cádiz (vaya tela llamarle campus a varios edificios dispersados entre el parque, el Falla y la Caleta).
No es otra cosa que la concentración de moscas en las entradas de las anteriormente nombradas facultades de la UCA.

Y, ¿por qué se produce este suceso?
Mi amigo que estudia química y yo realizamos este verano una teoría científica (que de científica no tiene nada, pero como estudia química le da un toque de distinción) para explicarlo.

Básicamente, podemos afirmar que el conocimiento, o mejor dicho el esfuerzo cerebral, emite calor (de la misma manera que podemos afirmar lo contrario). Teniendo en cuenta el exceso de esfuerzo cerebral que hay en las facultades llegamos a la conclusión que el aumento de temperatura haría imposible la estancia en dichos centros. Esto provoca que la temperatura cálida tienda a salir al exterior del edificio y solo lo hace por la puerta ya que la gente se empeña en cerrar las ventanas.
Por tanto, en la entrada de estas facultades, se produce un flujo de temperaturas entre el frío exterior y la calidez interior creando un microclima amazónico perfecto para la vida de las moscas.
Esta zona climática es muy estrecha, de medio metro aproximadamente, por lo que siempre están revolotenando en la misma posición.

Llegado a este punto nos preguntamos por qué continúan las moscas en verano dado que no hay estudiantes estudiando (obviamente). Tras una profunda reflexión de unos 20 segundos he llegado a la conclusión de que el movimiento circular que comienzan en septiembre hace que se mantenga la temperatura durante los meses de vacaciones estivales.

O lo mismo nos lo hemos inventao. A ver si este año dan vueltas más p'al lao, que me da cosa entrar o salir con la boca abierta.

En la foto, los 4 presuntos buenos estudiantes.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Tú eres tonto o...


Queridos hermanos, nos encontramos hoy aquí reunidos para unir en santo matrimonio a...
Perdón, me he liao, eso no era lo de hoy. Para lo que estais delante de vuestra pantalla es pa leer otra de mis pamplinas.

Hoy vengo a comentar como la inocencia puede jugar malas pasadas en una edad tan cruel como es la adolescencia (que no es una edad, es una etapa, pero en fin).
El caso es que en esta época de nuestra vida tenemos que estar al loro de todo lo que nos rodea. Tenemos que, por ejemplo, saber la verdad sobre los reyes magos (lo de como explotan a sus pajes para tenerlo todo listo en una noche) entre otros misterios de la vida. Supongo que habrá otros, a mi solo se me ocurre este.

Pues bien, desde pequeño he analizado las frases esas de "Tú eres tonto o...". Hay una que acaba con un "...comes bolitas". A mi comer bolitas no me parece nada malo, así que siempre respondía que comía bolitas porque yo no era tonto. Al menos creía no serlo.
Siguiendo esa aplastante lógica simpre elegía como respuesta la segunda alternativa de la pregunta.
De este modo, a la pregunta "¿Tú eres tonto o vas a Afanas?", yo respondía muy orgulloso que iba a Afanas. Lo gordo viene ahora. Yo creía que Afanas era un sitio imaginario.

Si señoras y señores, miembros y miembras de mi blog. Pensaba que Afanas era un lugar imaginario y resulta que era tan real como la Conchinchina (que también creía que era imaginaria).

Llegados a este punto paso a relataros uno de los días que me he sentido más tonto que nadie.
Todo ocurrió un día estando en clase (2º de ESO, creo) que llamaron a unos cuantos entre los cuales me encontraba yo.
Nos llevaron a la clase de audiovisuales dónde había otros dos grupos de alumnos de las otras dos clases.

Entró en la clase la orientadora y dijo muy seria "habeis sido elegidos para que os llevemos a Afanas". Todos se quedaron con la cara blanca, salvo yo, que riéndome dije algo así como "si, y si coge de camino nos pasamos por el mundo de Yupi".
Sentí muchísima vergúenza cuando me explicaron que Afanas existía y en que consistía.

La visita era pa echar la tarde con los chavales y chavalas de allí, pero eso ya me daba igual, Afanas exisitía.
Definitivamente, ese día fui más hombre por ser ella más mujer.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Pitisuí

Atención, este es un mensaje para las madres modernas ultra preocupadas por un Pettit Suisse (el Pitisuí, o incluso Pitisú, de toda la vida).

Esto surge a raíz de ver el anuncio del Pitisuí, que ahora se llama Danonino. Será que han descubierto que un Pequeño Suizo es más grande que un Pettit Suisse.
El caso, el anuncio.
Para quien no lo haya visto, se trata de un grupo de madres preocupadísimas por la densidad de un "Danonino" (si, ese que en cucharada y media ya te has ventilado completamente) las cuales, para resolver sus dudas, deciden ir a la fábrica de Danone a preguntarle a la mandamás de allí si es bueno para sus criaturitas...
¿Acaso alguna esperaba que esta mujer fuese sincera? una mujer que se gana la vida gracias a las ventas de Pitisuí no va a decirte "mira, sinceramente su hijo no debe tomar más de un Danonino a la semana porque puede causarle daños cerebrales irreversibles". NO! Obviamente te va a decir que el Pitisuí es el mejor producto del mundo y que, como madre, ella los compra. Normal, le salen gratis seguro.

¿No hubiera sido mejor idea ir a preguntarle a un químico que no tuviera nada que ver con la empresa? Alomejor el químico no ha oído en su vida hablar del Danonino este y su valoración no sonaría tan real. Además, él no podría opinar como madre.

Madres modernas del mundo, preocúpense menos de la densidad o la grasa de un Pitisuí y encárguense de que sus hijos se muevan más y hagan deporte en vez de estar todo el día delante de una tele jugando a la play. No señora, la Wii no vale para hacer deporte.
Luego llevarán al niño al McDonald's y entonces la grasa ya no les importa tanto.

Yo he comido Pitisuí toda mi vida y de todas las formas (congelao con un palo para hacer un helado, de una cucharada, bebiéndomelo...) y soy de las personas más canijas (y buenorras) que conozco. Es más, estoy aprendiendo a tocar el xilófono en mis costillas.

PD: A una fábrica de esas se va a degustar productos, no a quejarse.