sábado, 28 de abril de 2012

Cine de Barro (IV)



Hoy presentamos...
El Señor de los Anillos: Las cuatro columnas (V.O. El Señor de los Anillos: Las dos torres)

Después de lograr la destrucción del anillo único de poder y salvar la Tierra Media, la comunidad del Anillo tiene ahora una misión aún más complicada:
Encontrar un sitio para tanta gente en la Playa Victoria un domingo de agosto con marea llena.
Así pues, los protagonistas se dirigirán hacia allá cargados esta vez con con espadas, arcos y flechas; sino con sombrillas, tupperwares y el bingo.
Además, con  lo blanquito que es Gandalf, la misión incrementará de nivel de dificultad a la hora de encontrarle una crema con un factor que le sirva.

Año: 2012
Idioma: élfico de ajogailla
Duración: de 12.30 a 19.00, que es el horario bueno de playa.
Banda Sonora: Caribe Mix 2012

martes, 24 de abril de 2012

Se está poniendo de boda

Buenas tardes a todos y a todas.
He estao pensando que debo ser de las personas que conozco que ha ido a más bodas, y eso que conozco a mucha gente.
El tema es que no conocía a los novios antes de la propia boda, bueno, y realmente si me los cruzo un día por la calle seguiría sin conocerlos, pero al menos se su nombre en el momento de dirigirme a ellos. Aunque a veces ni eso. Bueno a lo que iba, que todo esto es de las veces que he trabajado con los reportajes con Jesús Hernández y, aunque al principio estaba ultra atento a todo lo que ocurría, con el paso del tiempo me di cuenta de que siempre se repite prácticamente como si todas tuviesen el mismo guión.
No hay boda que no haya esperado que fuese como la de los 4 Fantásticos o como la de cualquier película que la novia dice NO! o que algún invitado se levanta para decir algo ahora o callar para siempre.

Pero nada, no hay manera. El cura, depende del que sea, siempre hace la misma coña y el mismo comentario en el mismo momento. Alguno hasta tiene la poca vergüenza de decir "cuando los vi el otro día se me ocurrió que..."
Anda ya! Fantasma!

También se repiten ciertos personajes-tipo en todas las bodas.
Partiendo de la base que creo que las bodas, comuniones y demás son un invento de las mujeres pa comprarse vestidos, encontramos a la que está empeñá en que está to buenorra y se ha comprao un vestido cantoso (rosa o verde normalmente) de dos tallas menos de la que realmente le corresponde.
Con esto consigue:
1. Ponerse las tetas en el cuello.
2. Subirse la autoestima autoengañándose
3. Decirle a todo el mundo que hay que ver, que se le ve todo el tanga y que no puede agacharse.
Suele coincidir con una puretona que va perdiendo ya la figura que, muy probablemente, nunca tuvo.

Otra de las personajes que se suelen ver en estas ocasiones, a raíz de los modelitos que se ven, es la que lleva una pamela que tiene  que entrar de canto por la puerta principal de la iglesia o se queda atascada. Mueve mucho la cabeza, quizás porque el peso de semejante cacharro le desestabiliza y, si se quedase con la cabeza quieta, le hundiría el cuello. Con este movimiento de cabeza, casi hiponótico, no deja tranquilo a cualquier ser que se encuentre a su alrededor.

Tenemos también a la persona que se preocupa por todos los detalles de la boda (anillos, arras, arroz, fotógrafo, coche de la novia, etc) y no tiene nada que ver con la organización de la misma. Suele estar muy sofocada por problemas que no existen y, cuando considera que se han solucionado, les cuenta a todos su versión de la historia esperando una alabanza ya que, sin su divina actuación, la boda se habría ido al garete.

Uno de los personajes que más gracia me hace es "la sombra". Le llamo así porque siempre va pegado detrás del fotógrafo imitando sus movimientos y haciendo las "mismas" fotografías. Suele ser un hombre de unos treinta y pocos que se ha comprado una cámara réflex para tenerla continuamente en modo automático y no tiene ni idea de la relación entre obturador y diafragma. Muchas veces no sabe ni que son esos dos términos.

Siguiendo con la fotografía encontramos al especialista que le indica al fotógrafo cuáles son las fotos que podría hacer coincidiendo normalmente con el ángulo de visión del cura o con fotos realmente chungas. La tra variante de este es el que le indica al fotógrafo que le haga fotos a él y a sus amigotes. Claro que si, campeón! Para eso no es tu boda!

Las veces que he estado en los reportajes post boda está también la figura de "la hermana". No, no es una monja, es la hermana del novio, novia, chófer, cura, quien sea, que le ha tocado pringar con los niños que van en el coche con la recién casada pareja y tenerlos entretenidos porque, cuando se aburren, dan un coñazo tremendo. Y ojo, es todo un reto, porque tiene que entretenerlos logrando que no corran para no despeinarse, que no se revoleen por ahí para no mancharse el traje nuevo... es muy pero que muy duro!

Por último, vemos al "novio de la prima de". Este chaval se le distingue a leguas porque es la pareja más o menos reciente de una invitada directa a la boda. A este muchacho le ha dicho su novia que su prima quiere que vaya a su boda, cuando realmente la frase original era "dile a tu novio que si quiere se venga a la boda".
Al pobre este se la han colao y se le distingue por estos hechos.
1. Antes y durante la boda intenta no separarse de su novia.
2. Si no consigue el objetivo anterior, mira constantemente su móvil, así pa disimular.
3. En la mesa del convite no habla nada, evita el contacto visual con los comensales que no conoce y va a acabar con una tortícolis enorme de mirar solo pa su novia que está al lado suya.
4. Cuando los novios le preguntan qué tal va todo dice que se lo está pasando estupendamente, y no sabe mentir en verdad.
5. En el baile no se quiere separar de su novia, pero cuando esta va al servicio con otra prima suya hace como el que se integra entre los demás primos y se ríe cuando todos se ríen y asiente continuamente.

Pues la cosa es que estoy deseando ver quiénes serán las personas elegidas para encarnar estos roles en la boda de mi hermana que, realmente, queda na pa que sea.
Para quien quiera seguir el desarrollo de los preparativos, que se pase por aquí, y así se ahorra el preguntar.
http://elmakingoffdemiboda.blogspot.com.es/

Igual esta es la boda en la que el Duende Verde aparece para estropearlo todo. Yo por si acaso me llevo la camiseta de Superman y el escudo del Capitán América.

Un beso quilla!

martes, 17 de abril de 2012

Roma Caput Mundi

Si soleis frecuentar el blog, que debeis, sabreis que no soy muy de hablar de cosas serias. Si soleis frecuentarme a mí, que no debeis, sabreis que no soy muy de hablar de cosas serias. Ahora bien, Roma merece un trato especial. Además es mi blog y escribo y hablo sobre lo que me da la gana.

Ya había estado en Roma, pero solo un día (si estar de 9:30 a 18:30 se puede considerar como tal) con muchísimo calor y un agobio tremendo porque queríamos verlo todo (hablo en plural porque, al igual que esta vez, también iba con Tania).

Esta vez, en cambio, ha sido bastante diferente.
Me temo que me estoy acostumbrando a hacer viajes a horas para nada decentes y a no poder dormir en el trayecto. Damn it!
Después de levantarme a las 5:20 y llegar a Roma a las 11:40 empezaba mi viaje turístico por derecho desde 2007 (viaje turístico por derecho es para mí aquel en el que vas de guiri con un plano por la ciudad y te quedas a dormir en un hotel).

Como ya os he dicho, esta vez fue diferente de la anterior, por el tiempo de estancia, obviamente, pero sobre todo por las sensaciones.
La primera fue salir del metro y encontrarme con el Anfiteatro Flavio, el Coliseo. Realmente lo recordaba mucho más pequeño. Me vino a la cabeza Estadio Azteca, de Calamaro, cuando dice "...y conocí el Estadio Azteca me quedé mudo / me aplastó ver al gigante". Pues algo por el estilo.

Mi imaginación y mi inquietud histórica me hacía imaginarme como una persona importante del Gades romano, amigo de los Balbo tal vez, o puede que un comerciante importante de Garum, el cual tiene su sitio reservado en el Coliseo en una placa que reza GADITANORVM.
A pesar de la lluvia podía imaginarme un día de calor sofocante, con el anfiteatro lleno y ambiente cargado por el arbero que se levanta. Y me imaginé, un poco (o bastante) influenciado por Gladiator, el público enloqueciendo cuando saben que lo próximo que tocaba ver era la actuación de uno de esos gladiadores cuya fama había logrado traspasar las siete colinas por su forma de luchar y, sobre todo, por nbo haber muerto aun en la arena del Coliseo.
Una reja que se levanta y ahí aparece, armado con una espada y defendido por un escudo y un casco mientras el público espera ver otra de sus legendarias batallas o presenciar el día en el que por fin cayó el aclamado guerrero.

Pero no me puedo quedar a ver el combate, que la entrada también incluye el Foro Romano y hay que verlo.
Paseando por la vía Apia, entre lo que eran termas y lugar de recreo, vuelvo la vista y veo el Coliseo, destruido. Me río y pienso en la que formó Obelix. Tania me mira sin entender muy bien la risa pero noto como Quique, con Q, ese pequeño yo de unos 7-10 años, está disfrutando conmigo, y aunque yo paseo, el juega a ser gladiador, senador, comerciante... lo de emperador y soldado no le llamó nunca mucho la atención.

Otra de las sensaciones diferentes con respecto a la otra visita romana es que, en aquella ocasión, le presté mucha más atención y me atrajo mucho más la parte artística que la histórica, aun cuando ambas se influyen mutuamente de un modo u otro.
No se por qué, pero, aun habiendo visto el Vaticano, la Piedad de Miguel Ángel, el Moises, Santa Maria Maggiore y todos esos lugares que un buen guiri debe pisar si va a Roma, me quedo con un templo a Saturno que actualmente se reduce a las columnas frontales, la imagen externa del Panteón de Agripa o el Ara Pacis desplazado de su emplazamiento original y con la imagen creada en mi mente de una Roma resplandeciente que se extendía desde Oriente próximo hasta los bosques de Alemania (salvo una pequeña aldea de irreductibles galos, por supuestísimo).

El clima también ha hecho que fueran dos viajes completamente diferentes. Las veces que he visto imágenes en postales de ciudades turísticas siempre aparecen completamente soleadas, salvo en aquellos casos en los que la lluvia forma parte del atractivo turístico.
Al ver esas postales en las que el buen tiempo parece ser perenne siempre me he preguntado si, al visitar una ciudad, no me estaré perdiendo un poco de su vida cotidiana y mirando la parte idealizada.
En esta ocasión, parece una estupidez, pero gracias al clima, lluvioso constantemente, me he sentido un poquito más romano que turista.

Y de esto me di cuenta al volver a casa. Creo que estaba demasiado ocupado en ver Roma que no vi lo que me estaba gustando Roma. Y ahora, viendo las fotos, veo que tengo unas ganas enormes de volver, de ver lo que nos ha faltado, de ver de forma diferente lo que ya hemos visto.

Supongo que podré hacerlo. Al fin y al cabo, todos los caminos llevan a Roma.