jueves, 21 de noviembre de 2013

Ojalá mis sueños se hicieran realidad

Hola, voy a terminar la canción y sigo. 
Se hicieran realidad porque tengo un montón. Quisiera poder volar por el cielo azul (esto es el gorrocóptero). Ah, AH, AAAAH! Tú siempre ganas... DORAAAAEMON!
Ya.

Aunque parezca una estupidez de esas que se ponen en facebook con letras bonitas, fondos de nubes y lagos y filtros de instagram, soy de esa gente que sueña despierto y que le encanta. La diferencia es que lo que yo sueño despierto es una mezcla de mi mente insana, años y años de frikismo y un poco de influencia de internet, lo cual no da resultados bonitos como soñar con ver amaneceres en el monte Rushmore o con la suave brisa veraniega acariciando el culo de Martin. No, lo mío es mucho más demente. 

De esto me di cuenta el otro día porque, sin saber muy bien la razón, mi vecina me comentó en el ascensor que todos tenemos una persona idéntica en el mundo. En lugar de hablar del tiempo tengo una vecina que dice locuras... lo prefiero, de verdad. El tema es que entré en mi casa pensando en esta teoría y, de un pensamiento a otro, se forjó un planazo en mi mente.

Lo primero sería clonarme a mí mismo y, con la tecnología que usan en Star Wars, acelerar el crecimiento de mi clon. Este clon viviría en México únicamente para cumplir un objetivo: cambiar su acento.
Una vez que me alcanzase en edad y apariencia (lo cual no es complicao porque es un clon con crecimiento acelerado) colgaríamos videos en YouTube que se llamaran "Kike habla de:" y cada video trataría un tema aunque con pequeñas diferencias: uno diría "el nota este" y el otro "el pinche wey". Como en el título no se especificaría si es latino o castellano comenzaría una discusión idiomática que iría subiendo de tono hasta que en el último video cada uno convocaría a sus seguidores a defender el mejor acento en algún lugar concreto. 

Pensé en conquistar el mundo con esto, pero pensé que prefería reirme un rato con mi clon viendo como la gente se pegaba por un acento. Eso si, para meterle un punto de maldad y crispar más los ánimos los videos llevarían publicidad de la que no se puede quitar. Por joder un poco.

Luego mi clon envejecería y moriría antes que yo y podría pensar en otra estupidez sin tener que preocuparme por una eventual suplantación de identidad. Está todo calculado.

Y esto es lo que pienso cuando veo una discusión en YouTube por el acento, que es una estupidez. Excepto si es una peli antigua de Disney, que el acento castellano es de malas personas.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Licenciado en Historia por la universidad de Discovery Channel

Hoy vengo a hablar de una subespecie humana que sufrimos especialmente la gente que hemos estudiado Historia. Ni me quiero imaginar ya quienes son profesionales de esto.
La cosa es que, si bien es cierta la frase "de médico, poeta y loco todo el mundo tiene un poco" y la gente hace diagnósticos basándose en lo que tuvo su prima y muestra la calidad de sus rimas utilizando las palabras "no te escucho caracartucho", no menos cierto es que aquí todo el mundo sabe de Historia por un documental sobre conspiraciones y extraterrestres o porque ha leído a Dan Brown.

Se trata de gente que, normalmente, no ha cogido un libro de historia en su vida, no sabe qué significa eso de criticar las fuentes (incluso no saben que son las fuentes) y no se explican que no sea creible la opinión de un ovniólogo aficionado. Pero saben más que tú, porque lo han leído por ahí en una revista o porque sale en la tele. Eso si, la memoria histórica no es historia, es una lucha ideológica.

Hay diferentes tipos dentro de este personaje:
En primer lugar tenemos al de los documentales. Este es de esa gente que cuando apareció ONO (no Yoko, sino lo del 07 y el 856 más tarde) descubrieron los canales de documentales viendo que tampoco había nada mejor en los 900 restantes.
Lo mejor de esto es que el tipo de documentales suelen ser de los que anuncian que el ángel de la excavación de los Simpson fue real y que el gobierno de EEUU lo ocultó, que los templarios de verdad poseían el Santo Grial (cuando todo el mundo sabe que la única persona que podría confirmar o desmentir eso es el profesor de arqueología Henry Walton Jones) o que los Beatles eran agentes secretos de la URSS.
Dentro de este grupo encontramos otra versión, y es la de quien vio demasiado History Channel y ahora, aparte de la licenciatura, tiene un master en nazis y aliens.

También está el de las revistas aunque este, al menos, hace el esfuerzo de buscar algo de información. El problema está en que de todos los títulos de revistas que hay (Historia, Memoria, La aventura de la Historia, etc.) decide comprarse la que tiene el nombre más estrafalario (dentro de lo que el gremio permite) como La historia que no quieren que sepamos, Los misterios de la humanidad o Super Pop.

El último es el que comparte todo lo que lee en facebook y luego te lo cuenta en la calle. Para mí este es el más divertido porque, analicemos la situación, las noticias que comparte salen publicadas en medios que se llaman "señales de los tiempos", así como en otros de nombre tan serio como "Gran Misterio", "Stop Secrets" o "The WOW", todos fuentes muy fiables; la redacción corre a cargo de alguien que firma como "el Extraño de Oz", creo que es de Tudela, el apellido es vasco al menos; en la web encontramos secciones como "Historia Secreta", "cambios planetarios", "Fuego en el cielo" (Smoke on the water... and fire in the sky!), etc. o noticias como joyas creadas por asteroides, bolas de fuego dracónidas... y la lista sigue.

Así que, cuando en un grupo se comenta algo de un suceso histórico, siempre hay alguien que suelta "no, no, eso no es así, que lo leí/vi por internet/televisión y fueron los aliens".

Y en la carrera hay montones de esos...

viernes, 1 de noviembre de 2013

Es que nadie piensa en los niños (de Manhattan)?

El Kikeshy de hace unos 10 años era totalmente anti-yanki. No hacia su política, que también, sino contrario a todo lo que tuviese un cierto aire estadounidense. Esto fue hasta que me di cuenta que siendo así no podrían gustarme los cómics de superhéroes, el baloncesto, los Guns n Roses, Kiss, Poison, Bob Dylan, Hendrix, Janis Joplin y un largo etcétera.
Por supuesto, mi yo de hace un tiempo era totalmente contrario a Halloween y mi yo tenía que celebrar los tosantos yendo a los puestos de la plaza y comiendo huesos de santo. Mi yo actual lo sigue haciendo, pero le da igual que la gente se disfrace de algo "terrorífico" (terrorífico es el resfriao que algunas tienen el 1 de noviembre).

La cosa es que como ahora me da igual porque soy muchísimo más maduro y porque me he dado cuenta de que me apunto a la fiesta que sea mientras haya de beber nos lo pasemos bien, lo que hago es analizar la fiesta. Y todo iba bien hasta el momento en que caí en la cuenta que los niños estadounidenses o viven en un pueblecillo tipo Springfield o se quedan si Halloween. ¿Es eso justo?
Por lo que se de la fiesta gracias al cine y a la tele, Halloween consiste en que los niños invaden  la calle disfrazados de algo que no necesariamente tiene que dar miedo, piden chucherías puerta por puerta y, quien no da nada, acaba con la casa llena de huevazos y envuelta en papel higiénico.

Teniendo esto en cuenta intenté imaginarme un Halloween en una ciudad grande de EEUU: dos hermanos que van por el piso 21 de un edificio y cuyo botín de chuches ha sido hasta el momento un paquete de galletas y unos chicles porque los vecinos tienen la seguridad de que un muchachito de 10 años no va a tener la fuerza suficiente para lanzar un huevazo más allá de un segundo piso. Además para envolver el edificio de papel higiénico habría que subir hasta la azotea y pegar un rollo detrás de otro.
Tampoco sería posible que jugasen en la calle haciéndose pasar por el personaje del que van disfrazados, salvo que alguno vaya de Superman y un coche le ayude a acabar como Christopher Reeve.

Así que, teniendo en cuenta que los pobres infantes de las grandes ciudades estadounidenses no pueden celebrar Halloween como en las películas, decidí empezar una campaña para hacer un Halloween accesible a todo el mundo, pero luego desheché la idea porque son unos malditos yankis y los odio seguro que tienen su propio modelo de Halloween.

Para finalizar, una reflexión por si alguien está interesado en invertir en calabazas (cortesía de Homer Jay Simpson):
“Este año he invertido en calabazas. Han estado subiendo todo el mes de octubre y tengo la sensación de que van a llegar a la cúspide sobre enero. Entonces ¡bang! Ese es el momento en el que voy a hacer caja”.