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jueves, 31 de diciembre de 2015

Kiko, qué maravilla

Antes de llegar a Florencia en 2011, si yo escuchaba algo de Kiko, se me venía a la cabeza este señor marcando en el último momento o haciendo el arquero. Si acaso el amigo del Chavo diciendo "¿quieres? ¡pues compra!". Pero todo cambió desde que Giovanna (aka La Juana) le costaba la misma vida aprenderse mi nombre y, durante los primeros días, me decía Kiko. Esto se debía a una tienda de maquillaje que la gente de Cádiz seguro que ya conoceréis por el homenaje que se les hizo en Columela a unos de los grandes embajadores de la ciudad: Kiko y Zara.

La cuestión es que, como mucha gente ha podido comprobar, tras 8 años y pico de relación mis conocimientos sobre maquillaje se han ampliado de manera significativa, pero en diciembre de 2011 yo tenía una lista de cosas concretas, todas en inglés y con códigos concretos de color.

Kiko en Florencia solía estar lleno de chinas probándose potingues enfrente de un espejo, gente con pinta de tener mucho dinero y dos negros enormes en la puerta haciendo las funciones de seguridad. Y en medio de aquello me metí yo, con las melenas, la chaqueta de cuero, la sudadera de los Maiden, unos vaqueros rotos y las botas.
Yo entré allí como el que coge por primera vez una carta naval y lo máximo que ha hecho es jugar con la Goleta de Playmobil. Estaba tela de perdido y decidí dar vueltas, muchas vueltas, sin ver nada, pero yo daba vueltas, esperando que los artículos apareciesen delante mía como por arte de magia. Yo miraba el papel con la lista, levantaba la vista, observaba un punto y tiraba para allá. Así durante bastantes minutos.

Podría haber seguido mucho más, hasta que vi que el negro de la puerta no estaba en la puerta y estaba siguiéndome a una distancia de seguridad para tenerme vigilado. Mierda, ya la había cagao. Mi solución fue coger una bolsa y empezar a echar cosas al azar, pero yo na más que miraba al portero y empezaba a sudar y a pasarlo realmente mal.

Al final todo se solucionó porque una chiquilla de las que trabajaban allí tuvo que ver que estaba más perdido que Antonio Resines en una película de Nolan y se me acercó, me cogió la lista y fue llevándome por los estantes donde estaban las cosas.

Desde ese día he mejorado muchísimo, ahora directamente entro y pregunto.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Dulce Navidad

Qué bien que ya es Navidad. Un día, una época del año, que es, citando al Sheriff, "tiempo de paz, tiempo de amor, tiempo de que te mires en tu interior y veas algo más que 100% algodón". Unas fechas para que todo el mundo esté feliz y contento y se recuerden los buenos momentos.
Pues parece que para un sector de los ideólogos de esta fiesta esto no es así. Los ideólogos, por si no lo sabíais, es la cristiandad, y el sector al que me refiero son los compositores de villancicos.

No se si os habéis fijado, pero dentro de los villancicos hay, ocultos como segunda estrofa que nadie se sabe, mensajes muy chungos.
Hay una tendencia de celebrar el nacimiento de Jesús recordando que va a morir crucificado. ¿Os imaginais ir a la planta de maternidad de Residencia y contarle a un niño que va a morir en Texas en una silla? No es bonito, ¿verdad? Pues en el villancico de Endivia tiene bien que dicen, varias veces además, que el niño que está en la cuna en una cruz morirá (bis). Qué envidia... la misma envidia que se pueda tener de una corona de espinas, vamos.

También está la versión Tarantino, de perspectiva en primera persona pero, en lugar de hacerlo desde el maletero de un coche, lo vemos desde un pesebre. Ese pobre niño presentándose como Soy amor en el pesebre y sufrimiento en la cruz. Además de la maldad de preguntarle al niño de quién es, metiendo el dedo en la llaga (AAAAAAH!).

Y luego hay otra que no tiene nada que ver con el nacimiento del chiquillo, que es directamente Dios recordando su pasado macarra del Antiguo Testamento en Los Campanilleros en el que, para vengarse de un rico avariento, se carga a sus perros: Pero quiso Dios que los perros de pronto murieran y el rico avariento pobre se quedó. Porque expropiarle es de rojos y mucho mejor es matar a unos cuantos perretes.

Total, que me quedo con la tarara y así recuerdo al Selu.

Felices fiestas y ya estais tardando en ver El Despertar de la Fuerza.

martes, 27 de octubre de 2015

La colectivización de los colores

Siempre he mantenido que mis ideales y mi forma de pensar actual se han ido forjando a lo largo de mis años de vida y de las experciencias por las que he pasado. Esto que os voy a contar pasó de verdad y lo recuerdo perfectamente: mi primera experiencia de colectivización.

Estaba yo en 1º de primaria (A, por supuesto) y mi profesora decidió romper con lo establecido. Nos dijo que todo el mundo tenía que volcar sus colores sobre su mesa y luego, cuando estuvieran todos a la vista de todo el mundo, iríamos cogiendo para que todo el mundo tuviera los mismos colores. Lo que ella no tuvo en cuenta es que, para que eso ocurriera, o bien todo el mundo tenía que haber depositado desde un primer momento el mismo número de colores o había que dividir todos los que había en partes iguales.

No sucedió ninguna de las dos cosas y, a la hora del reparto, la gente empezó a coger el color rojo. En cambio yo, sabiendo que había menos, cogí en primer lugar el color carne cuando me llegó mi turno. La gente iba cogiendo los colores básicos sin darse cuenta que, al ser precisamente básicos, habría al menos una cera para cada persona, pero que los colores carne, ocre (también llamado color caca), gris o blanco eran rara avis y estarían más cotizados.

Así pues, de lo que iba a ser una experiencia colectivizadora para dar a todo el mundo las mismas oportunidades, resultó que se creó una pequeña burguesía propietaria de colores (medios de producción de color, técnicamente) de la que yo era miembro.
Ahora yo tenía el poder y, lejos de satisfacerme, resultó ser un coñazo. A mí venía todo el mundo para pedirme el color carne y, como era mío, lo prestaba, si, pero a regañadientes o a cambio de que los demás le sacaran punta, y terminaba pintando caras apretando muy poquito el naranja.
Ahí me di cuenta de que yo no servía para ser de la clase dominante y que me apañaba bien con recursos escasos. También me di cuenta de que el color caca no se parecía al color de la caca.

Lo que nunca supe es si nuestras madres llegaron a enterarse de esto y, en caso afirmativo, cómo les sentó a aquellas que le habían comprado a su hija la caja plastidecor de 24 colores y llegó un día con 12 ceras carioca (que eran malísimas).

PD: ¿En África cómo le llaman al color carne?

jueves, 11 de diciembre de 2014

La habitación 237

Imaginaos una casa no muy grande con solo cuatro habitaciones: la primera y más grande sirve al mismo tiempo de recibidor, de salón, de cocina y de comedor, todo esto sin ventanas; otras dos son habitaciones bastante grandes, llena de luz dado que toda la pared lateral es una cristalera, con un armario grande, un escritorio bastante apañao y mucho espacio; por último, la que queda es el cuarto baño con una ducha con tendencia al atasco y cuya agua caliente salía cada hora, un lavabo con un zombie en su interior (como se puede ver en la foto con algo de imaginación), una lavadora que no quería funcionar al principio, un calentador que perdía agua y un váter que también nos dio algún que otro susto. ¿Cuál de estas habitaciones eligiríais?

Yo al principio habría dicho el salón, pero resulta que hablamos de mi casa de Florencia y diría el salón en un principio porque ahí se daban las situaciones extrañas con Mario el fontanero, venía el tontaina a ver qué tal iba todo, había nutelladas con Lady Oscar en la tele y festivales de eurovisión tan interesantes y disputados como la final olímpica de tiro con arco, pero, con el paso del tiempo y las situaciones, me di cuenta de que la mejor habitación era el cuarto de baño.

La historia con el cuarto baño, a toro pasado, es bastante divertida. Lo primero que descubrimos era que la lavadora no centrifugaba y que dejaba chorreando todo, por lo que sacábamos la ropa directa para escurrirla en el lavabo y tenderla durante un ratazo. Un ratazo muy gordo porque vivir al lado de un río no ayuda mucho a secar nada. 
También vimos cómo la ducha era proclive al atasco porque, al parecer, las tuberías eran muy muy antiguas, con lo cual se quedaban con toda la porquería y no permitían los productos químicos porque podrían romperse, así que un día decidí meterme con el desatascador y casi vomito porque salió un montón de agua estancada y, para colmo, se quedaba en la ducha sin irse. Un numerito. Ducharse era otra aventura porque el agua caliente llegaba siempre que la aguja del calentador se encontrase en el número 3 y, mientras se duchaba uno, iba bajando y tardaba en volver a calentarse y llegar al 3. La ola de frío del invierno de 2011 no ayudaba a que la aguja se moviera más rápido, por eso los días que yo tenía partido era una alegría porque yo me duchaba en los vestuarios y me quedaba un rato más debajo del agua pensando "pa el día que no pueda".
El WC también quiso jugárnosla atascándose el mismo día que teníamos visita de 3 personas. Coincidió que se fueron a Lucca durante todo el día y pude improvisar un desatascador de váter en plan bricomanía con una percha metálica que sacrifiqué y con la fregona. Me tuve que poner un pañuelo -ejem, toalla- en la cabeza para que no se me metieran los pelos en el váter, remangarme mucho las mangas, ponerme los guantes e ir con la fregona y la percha a todos lados. Esta era mi jechura:


Entonces, ¿por qué era mi favorita? pues porque tenía un calienta-toallas que, cuando hizo mucho frío, llegué a abrazarlo y que te dejaba las toallas que daba gusto para secarse y porque, a pesar de todo, la taza del váter nunca estaba fría, algo que echo de menos cada invierno desde aquel año. 
Mi manchi troppo, mio WC :(

PD: Si me acuerdo, algún día contaré el numerito del último día con la revisión de la casa en la que el cuarto de baño también tenía protagonismo.

miércoles, 29 de octubre de 2014

La clave de la convivencia

En clase de italiano hablábamos el otro día de las claves de la convivencia y, todos mis compañeros, la mayoría mayores que yo (incluso con hijos algunos), decían que la clave principal es el orden, porque tener todo ordenado es lo mejor que hay para que no haya peleas. Qué ilusos. Yo comprobé hace unos meses que la clave principal en este sentido es tener el mismo nivel de orden que la otra persona con la que se convive. 

Todo empezó en París, cuando estuve 15 días en un curso intensivo sobre América Latina. Éramos siete de Cádiz (como los de los Carapapa pero con menos rollo) y nos alojábamos en el Colegio de España y, como su nombre indica, no todo iba a salir bien. Esta gente pensarían "les cobramos a cada uno el precio normal y los metemos de dos en dos en habitaciones individuales" y así hicieron, tanto que cuando llegamos a nuestras habitaciones únicamente había una cama y ya nos temíamos que tuviéramos que compartir la cama. Yo además compartía habitación con David, que no solo es grande, sino que tiende a ocupar todo el espacio posible invadiendo el de las personas a su alrededor. Finalmente esto se solucionó con una "cama" supletoria (un catre, en verdad) y nos turnamos una semana cada uno.

Una vez que este problema estuvo solucionado, comenzamos a deshacer las maletas. La habitación contaba con un perchero y una estantería donde empezamos a colocar nuestra ropa: David a la izquierda y yo a la derecha, o al revés, yo que se, y dejamos las maletas con pocas cosas y en un rincón de la habitación. Pues bien, al día siguiente nuestra habitación ya había recibido el sobrenombre de Zara Tara. El proceso fue sencillo: lo de ordenar era pura fachada por parte de ambos y, habiendo confianza como hay entre nosotros, no era necesario aparentar en absoluto. Cuando salimos la primera noche a visitar París habíamos dejado todo bien ordenado y, a la vuelta, comenzó la Operación Barullo. Volvimos a nuestra habitación y los abrigos fueron a parar a la silla, las camisetas a la mesa, los pantalones a las camas, etc. Al día siguiente, por supuesto, las camas no se hicieron, nos fuimos a clase y, a la vuelta, se repitió el proceso del día anterior, logrando de este modo el sobrenombre que he dicho.

La cosa siguió evolucionando durante los 13 días siguientes, de hecho hubo unos calcetines* en el cuarto de baño durante cuatro días que David me decía que me los había dejado, hasta que descubrimos que eran suyos. A ninguno de los dos nos importó, simplemente era un poquito de desorden. También nos recogieron un día la habitación: hicieron las camas, dejaron las cosas cerca de las maletas, doblaron las camisetas... solo un día, la segunda vez ya pasaron y, aunque quiero pensar que es porque aceptaron que nos encontrábamos bien en ese hábitat, lo más probable es que tuvieran miedo de que apareciese un cocodrilo entre la ropa.

La cosa es que durante 15 días David y yo estuvimos la mar de agusto porque compartíamos el mismo nivel de orden (nivel 2 sobre 10, más o menos) y no había necesidad de perder el tiempo colgando un abrigo en una percha. Esa es la clave.

*Sustituir calcetines por calzoncillos, que creo que ese punto de desorden ya lo consideramos ambos al filo de lo permitido, aunque no lo dijimos públicamente. Total, un fallito en nuestra impoluta trayectoria.

martes, 16 de septiembre de 2014

Eso por hablar

Hay situaciones que son propias de dibujitos animados o de sit-com chunga (si, uso dibujitos animados y sit-com en la misma frase) que es muy complicado que se reproduzcan en la vida real. Lo que ocurre es que a veces se alinean los planetas y deciden putear a dos chavales.

Esto que cuento me sucedió con un colega a principios de julio, cuando nos íbamos a Italia unos días, y es totalmente verídico. 

La ida se hacía yendo desde el aeropuerto de Jerez hasta Madrid, y allí hacíamos escala hasta Bolonia. Fácil en un principio, un trayecto de aproximadamente una hora, con bastante tiempo de espera entre la llegada del primer vuelo y la salida del segundo por lo que incluso podríamos permitirnos el lujo de almorzar tranquilamente.

Como digo, se produjo una situación bastante cómica* porque la primera frase de mi amigo (del que mantendré su anonimato) al facturar las maletas fue "a la mía le he puesto un floripondio para que no se pierda". Como os estareis imaginando, la maleta se perdió, pero no adelantemos acontecimientos. 
Lo primero que ocurrió fue que el despegue se retrasó por algo de niebla, humedad, o a saber qué en el aeropuerto Madrid Barajas Adolfo Suárez Lagarto Spock. Con el cachondeito íbamos diciendo que al final nos perdíamos el vuelo hacia Italia por culpa de la niebla madrileña. Cachondeíto hasta que la azafata nos dijo que igual teníamos que darnos bastante prisa para no perder el vuelo. Se suma a lo surrealista de esta situación que el avión aterrizó en la puerta junto la que teníamos que embarcar, pero que el autobús nos llevó a la entrada principal de la T4. Tuvimos que ir corriendo para llegar a la puerta -la última de la terminal, como no- para no perderlo, ya que llegamos en última llamada.

Mi compañero de viaje iba en la última fila y, al aterrizar en Bolonia, me dice, otra vez con guasa, "tengo una noticia buena y una posible mala: he visto que embarcaban la caseta de campaña pero no se si la maleta la habrán metido, así que igual la han perdido". La imagen que ilustra esta historia es un fiel reflejo de cómo quedó la cinta en Bolonia: una única maleta dando vueltas que no era la nuestra y la zona de llegadas vacía completamente. 
Fuimos a preguntar y, efectivamente, nos dijeron que la maleta estaba en Madrid y que llegaría al día siguiente, que fuésemos a recogerla.

Cuando fuimos a coger el autobús que nos llevaba del aeropuerto al centro de la ciudad vimos que había una máquina de tickets que no daba cambio por lo que dejamos ir al bus que estaba allí y tuve que ir por las tiendas del aeropuerto con un billete de 10€ en la mano para que me dijeran que nadie tenía cambio (ARO JOE!) y tenerme que comprar un nestea de 3 eurazos. Al llegar a la máquina vi que estaba estropeada y que se le pagaba directamente al chófer, que si que tenía cambio.

Esta serie de retrasos nos hicieron llegar a lo justo a la estación y, cuando parecía que la fortuna nos sonreía porque encontramos (de casualidad prácticamente) el último autobús que nos llevaba a la zona de camping, perdimos este a pesar de haberle dicho al chófer que íbamos a la máquina a comprar el billete.

Finalmente, oscureciendo ya y cargando con mochilas y una tienda de campaña, decidimos coger un taxi. Una vez dentro mi compi soltó una frase lapidaria:

"Se me olvidó decirte que soy un poco gafe, porque en los viajes suelen pasarme cosas de estas".

Bien jugado, capullo.

*Cómica cuando pasaron los días, los dos primeros fueron pa echarlos.

jueves, 23 de mayo de 2013

Cuando me dieron un Curro

Hace tiempo, antes de que "joder el final de una peli" se llamara "spoiler", antes de que "jajajaja" se dijera "lol", antes de que Facebook sustituyera a Messenger, ocurrió (sufrí) una historia de joderle el messenger de otro (lo que ahora se llama "trollear").

El tema es que yo pasaba la tarde en casa de Curro, que por otra parte no era nada raro, de hecho casi pasaba en su casa el mismo tiempo que en la mía, y mientras yo jugaba a la Play él se puso en su ordenador (el nota era de esos que tenía un ordenador pa él mismo en el cuarto) a charlar por el messenger. El messenger antiguo, ese que no se le podían poner iconos nuevos y, a lo máximo, empezaban a aparecer algunos que se ponían fotos. Que, por cierto, por muy antigua que fuera la versión de Messenger, ya podía ser la versión -2.0 beta o lo que fuese, que en los libros de inglés siempre aparecía uno más antiguo acorde con la cara de los niños que aparecían.

Bueno, a lo que iba. Como todo el mundo sabe los amigos tienen que hacerse perradas para reafirmar la amistad, así que cuando abandonó la habitación -puede que pa cagar- vi que era mi oportunidad para gastarle una bromita.
Estaba charlando con Irene (que por aquella época, entre los 12 y los 15 años, nos gustaba a todos) y la conversación seguía abierta. Decidí empezar a decirle que tenía que contarle una cosa importante, que no se la quería contar por ahí pero no podía de otra manera por vergüenza, total, que quería salir con ella.
Fue en ese momento que el muchacho volvió al cuarto y gritó "¡No! Bueno vale, díselo". Obviamente el cambio de parecer tan repentino me extrañó, más aun cuando Irene respondió "Que dices Kike?" (Irene era de las pocas que escribía usando todas las letras) y Curro empezó a revolcarse en su cama de la risa.
El mu mamón se había metido en mi cuenta de msn pa joderme y al final terminé haciendo el trabajo yo solito.

Este autogolpe me enseñó a trolear con criterio y fijándome en todos los detalles y, en este último curso de la carrera, entre la gente de mi grupo, nos hemos dedicado a trolearnos los facebook e incluso los twiter sin ninguna piedad y extendiendo nuestra obra lo más rápido posible antes que la persona afectada se diera cuenta, llegando incluso a pensar qué ponerle a cada una de estas para que el golpe fuera más efectivo.
Y si mis amigos no fueran tan cagaos y no hubieran borrao sus ataques (hay que aprender a aceptar las derrotas) ahora mismo os jartaríais de reir viendo el resultao de nuestra guerra, pero os aguantais porque no hay na de na.

PD: A una clase de acabar la carrera, aun no me han troleao ni una vez, a pesar de varios intentos... Supongo que se lo debo a Curro.

jueves, 25 de octubre de 2012

El violador (o algo por el estilo)

Esto que os voy a contar me sucedió hace algunos años, creo recordar que fue en el curso 2005-2006, hace ya unos 7 años.
En esa época andaba yo con 15 años, el pelo ya largo y nada de pelo en la cara. Por las tardes iba a clases de inglés de la EOI, que se daban en el Drago. Siempre me han gustado los sitios relativamente alejados de mi casa porque me da tiempo a escuchar varias canciones del mp3.

Un día, volviendo a mi casa (creo que iba dirección a casa de la que entonces era mi novia) la avenida estaba relativamente vacía y una mujer que miró para atrás apretó el paso. En un principio no le eché demasiada cuenta, pero como suelo caminar muy rápido (y dando botes) volví a estar a una distancia similar de la susodicha mujer. Esta volvió a repetir la jugada de mirar para atrás y aligerarse, solo que esta vez se agarró el bolso. Ahí ya me acojoné y volví la vista atrás para ver que pasaba... No había nadie, la tía siesa estaba huyendo de mi! un chaval de 15 años con melena, una carpeta, unas evaney, una camiseta de Mägo de Oz, unos vaqueros y unas botas de campamento (me acordaré siempre de cómo iba ese día).

Podreis pensar que igual la mujer huia de otra cosa que yo no había visto, pero aumenté el ritmo y me acerqué para cerciorarme de mis sospechas (tampoco era muy rápida la mujer). Esta vez ya había observado que no hubiera ningún agente externo y, al volver a mirar para atrás, salió corriendo!
Hablando en serio, el Kike de aquel entonces intenta violarla y sale violao él, y pinta de atracador no tenía, lo que tenía era una pinta de frikazo grande.

A pesar de que no vi nada malo en mi vestimenta ni nada por el estilo, desde ese día empecé a dejar de usar las evaney excepto pa coger la bici... y ya nadie más ha huído de mí, o al menos ningún desconocido.

PD: La imagen es un retrato robot, por si no lo pillábais.

martes, 5 de junio de 2012

Summer Style

En directo desde Cádiz para el mundo, hola gente! 
No soy de los que escriben cosas justo cuando le pasan, pero estoy viendo que esto se me va a olvidar.

Todo empieza cuando, al llegar a Cádiz para pasar unos días, observo con gran decepción que el nublao era dueño y señor del cielo de esta ciudad, lo cual truncaba mis ganas de playa. 
Hoy, por fin, el azul y una gran bola de gas incadescente se obrevaban con nitidez mirando hacia arriba, así que pa la playa se fue el tío, que además había quedado con Lolo y Almu.

Como soy un tío para algunas cosas precavido y no soy de esos que les obsesiona ponerse moreno, mi madre me puso crema, cogí la camiseta del Nottingham Forest, las chanclas, las llaves y pa la playa.

Mientras esperaba sentao en el poyete del paseo marítimo me doy cuenta de que, del sudor que desprendía mi mano, se me habían quedao pegao los trocitos microscópicos brillantes que tiene esa piedra. Las dos manos con puntitos brillantes y sudadas, estupendo. Y estos dos que no llegaban.

Después de veinte minutos esperando me bajé y, estando sentado en la arena, me doy cuenta de que también tengo los brillitos del poyete en el hombro. Pero, un momento! en el hombro, en el bíceps, en el antebrazo, pecho, barriga... todo el cuerpo brillante!

Tiré pal agua pero no, no se iba, así que solo pude pensar en una cosa water resist que no era mi reloj. La crema. La crema es de mi hermana y me la puso mi madre que, según ella, no sabía que tenía purpurina. 
Se ve que como me perdí los carnavales, me ha querío poner como un comparsista chungo de los que se maquillan entero y van de fantasía.

Ahora me brilla todo el torso y, para colmo, me entero de que no encontré a Almu y a Lolo porque la muchacha se pensaba que era broma que yo estuviese en Cádiz... 

Pero he ido a la playa!

martes, 24 de abril de 2012

Se está poniendo de boda

Buenas tardes a todos y a todas.
He estao pensando que debo ser de las personas que conozco que ha ido a más bodas, y eso que conozco a mucha gente.
El tema es que no conocía a los novios antes de la propia boda, bueno, y realmente si me los cruzo un día por la calle seguiría sin conocerlos, pero al menos se su nombre en el momento de dirigirme a ellos. Aunque a veces ni eso. Bueno a lo que iba, que todo esto es de las veces que he trabajado con los reportajes con Jesús Hernández y, aunque al principio estaba ultra atento a todo lo que ocurría, con el paso del tiempo me di cuenta de que siempre se repite prácticamente como si todas tuviesen el mismo guión.
No hay boda que no haya esperado que fuese como la de los 4 Fantásticos o como la de cualquier película que la novia dice NO! o que algún invitado se levanta para decir algo ahora o callar para siempre.

Pero nada, no hay manera. El cura, depende del que sea, siempre hace la misma coña y el mismo comentario en el mismo momento. Alguno hasta tiene la poca vergüenza de decir "cuando los vi el otro día se me ocurrió que..."
Anda ya! Fantasma!

También se repiten ciertos personajes-tipo en todas las bodas.
Partiendo de la base que creo que las bodas, comuniones y demás son un invento de las mujeres pa comprarse vestidos, encontramos a la que está empeñá en que está to buenorra y se ha comprao un vestido cantoso (rosa o verde normalmente) de dos tallas menos de la que realmente le corresponde.
Con esto consigue:
1. Ponerse las tetas en el cuello.
2. Subirse la autoestima autoengañándose
3. Decirle a todo el mundo que hay que ver, que se le ve todo el tanga y que no puede agacharse.
Suele coincidir con una puretona que va perdiendo ya la figura que, muy probablemente, nunca tuvo.

Otra de las personajes que se suelen ver en estas ocasiones, a raíz de los modelitos que se ven, es la que lleva una pamela que tiene  que entrar de canto por la puerta principal de la iglesia o se queda atascada. Mueve mucho la cabeza, quizás porque el peso de semejante cacharro le desestabiliza y, si se quedase con la cabeza quieta, le hundiría el cuello. Con este movimiento de cabeza, casi hiponótico, no deja tranquilo a cualquier ser que se encuentre a su alrededor.

Tenemos también a la persona que se preocupa por todos los detalles de la boda (anillos, arras, arroz, fotógrafo, coche de la novia, etc) y no tiene nada que ver con la organización de la misma. Suele estar muy sofocada por problemas que no existen y, cuando considera que se han solucionado, les cuenta a todos su versión de la historia esperando una alabanza ya que, sin su divina actuación, la boda se habría ido al garete.

Uno de los personajes que más gracia me hace es "la sombra". Le llamo así porque siempre va pegado detrás del fotógrafo imitando sus movimientos y haciendo las "mismas" fotografías. Suele ser un hombre de unos treinta y pocos que se ha comprado una cámara réflex para tenerla continuamente en modo automático y no tiene ni idea de la relación entre obturador y diafragma. Muchas veces no sabe ni que son esos dos términos.

Siguiendo con la fotografía encontramos al especialista que le indica al fotógrafo cuáles son las fotos que podría hacer coincidiendo normalmente con el ángulo de visión del cura o con fotos realmente chungas. La tra variante de este es el que le indica al fotógrafo que le haga fotos a él y a sus amigotes. Claro que si, campeón! Para eso no es tu boda!

Las veces que he estado en los reportajes post boda está también la figura de "la hermana". No, no es una monja, es la hermana del novio, novia, chófer, cura, quien sea, que le ha tocado pringar con los niños que van en el coche con la recién casada pareja y tenerlos entretenidos porque, cuando se aburren, dan un coñazo tremendo. Y ojo, es todo un reto, porque tiene que entretenerlos logrando que no corran para no despeinarse, que no se revoleen por ahí para no mancharse el traje nuevo... es muy pero que muy duro!

Por último, vemos al "novio de la prima de". Este chaval se le distingue a leguas porque es la pareja más o menos reciente de una invitada directa a la boda. A este muchacho le ha dicho su novia que su prima quiere que vaya a su boda, cuando realmente la frase original era "dile a tu novio que si quiere se venga a la boda".
Al pobre este se la han colao y se le distingue por estos hechos.
1. Antes y durante la boda intenta no separarse de su novia.
2. Si no consigue el objetivo anterior, mira constantemente su móvil, así pa disimular.
3. En la mesa del convite no habla nada, evita el contacto visual con los comensales que no conoce y va a acabar con una tortícolis enorme de mirar solo pa su novia que está al lado suya.
4. Cuando los novios le preguntan qué tal va todo dice que se lo está pasando estupendamente, y no sabe mentir en verdad.
5. En el baile no se quiere separar de su novia, pero cuando esta va al servicio con otra prima suya hace como el que se integra entre los demás primos y se ríe cuando todos se ríen y asiente continuamente.

Pues la cosa es que estoy deseando ver quiénes serán las personas elegidas para encarnar estos roles en la boda de mi hermana que, realmente, queda na pa que sea.
Para quien quiera seguir el desarrollo de los preparativos, que se pase por aquí, y así se ahorra el preguntar.
http://elmakingoffdemiboda.blogspot.com.es/

Igual esta es la boda en la que el Duende Verde aparece para estropearlo todo. Yo por si acaso me llevo la camiseta de Superman y el escudo del Capitán América.

Un beso quilla!

martes, 17 de abril de 2012

Roma Caput Mundi

Si soleis frecuentar el blog, que debeis, sabreis que no soy muy de hablar de cosas serias. Si soleis frecuentarme a mí, que no debeis, sabreis que no soy muy de hablar de cosas serias. Ahora bien, Roma merece un trato especial. Además es mi blog y escribo y hablo sobre lo que me da la gana.

Ya había estado en Roma, pero solo un día (si estar de 9:30 a 18:30 se puede considerar como tal) con muchísimo calor y un agobio tremendo porque queríamos verlo todo (hablo en plural porque, al igual que esta vez, también iba con Tania).

Esta vez, en cambio, ha sido bastante diferente.
Me temo que me estoy acostumbrando a hacer viajes a horas para nada decentes y a no poder dormir en el trayecto. Damn it!
Después de levantarme a las 5:20 y llegar a Roma a las 11:40 empezaba mi viaje turístico por derecho desde 2007 (viaje turístico por derecho es para mí aquel en el que vas de guiri con un plano por la ciudad y te quedas a dormir en un hotel).

Como ya os he dicho, esta vez fue diferente de la anterior, por el tiempo de estancia, obviamente, pero sobre todo por las sensaciones.
La primera fue salir del metro y encontrarme con el Anfiteatro Flavio, el Coliseo. Realmente lo recordaba mucho más pequeño. Me vino a la cabeza Estadio Azteca, de Calamaro, cuando dice "...y conocí el Estadio Azteca me quedé mudo / me aplastó ver al gigante". Pues algo por el estilo.

Mi imaginación y mi inquietud histórica me hacía imaginarme como una persona importante del Gades romano, amigo de los Balbo tal vez, o puede que un comerciante importante de Garum, el cual tiene su sitio reservado en el Coliseo en una placa que reza GADITANORVM.
A pesar de la lluvia podía imaginarme un día de calor sofocante, con el anfiteatro lleno y ambiente cargado por el arbero que se levanta. Y me imaginé, un poco (o bastante) influenciado por Gladiator, el público enloqueciendo cuando saben que lo próximo que tocaba ver era la actuación de uno de esos gladiadores cuya fama había logrado traspasar las siete colinas por su forma de luchar y, sobre todo, por nbo haber muerto aun en la arena del Coliseo.
Una reja que se levanta y ahí aparece, armado con una espada y defendido por un escudo y un casco mientras el público espera ver otra de sus legendarias batallas o presenciar el día en el que por fin cayó el aclamado guerrero.

Pero no me puedo quedar a ver el combate, que la entrada también incluye el Foro Romano y hay que verlo.
Paseando por la vía Apia, entre lo que eran termas y lugar de recreo, vuelvo la vista y veo el Coliseo, destruido. Me río y pienso en la que formó Obelix. Tania me mira sin entender muy bien la risa pero noto como Quique, con Q, ese pequeño yo de unos 7-10 años, está disfrutando conmigo, y aunque yo paseo, el juega a ser gladiador, senador, comerciante... lo de emperador y soldado no le llamó nunca mucho la atención.

Otra de las sensaciones diferentes con respecto a la otra visita romana es que, en aquella ocasión, le presté mucha más atención y me atrajo mucho más la parte artística que la histórica, aun cuando ambas se influyen mutuamente de un modo u otro.
No se por qué, pero, aun habiendo visto el Vaticano, la Piedad de Miguel Ángel, el Moises, Santa Maria Maggiore y todos esos lugares que un buen guiri debe pisar si va a Roma, me quedo con un templo a Saturno que actualmente se reduce a las columnas frontales, la imagen externa del Panteón de Agripa o el Ara Pacis desplazado de su emplazamiento original y con la imagen creada en mi mente de una Roma resplandeciente que se extendía desde Oriente próximo hasta los bosques de Alemania (salvo una pequeña aldea de irreductibles galos, por supuestísimo).

El clima también ha hecho que fueran dos viajes completamente diferentes. Las veces que he visto imágenes en postales de ciudades turísticas siempre aparecen completamente soleadas, salvo en aquellos casos en los que la lluvia forma parte del atractivo turístico.
Al ver esas postales en las que el buen tiempo parece ser perenne siempre me he preguntado si, al visitar una ciudad, no me estaré perdiendo un poco de su vida cotidiana y mirando la parte idealizada.
En esta ocasión, parece una estupidez, pero gracias al clima, lluvioso constantemente, me he sentido un poquito más romano que turista.

Y de esto me di cuenta al volver a casa. Creo que estaba demasiado ocupado en ver Roma que no vi lo que me estaba gustando Roma. Y ahora, viendo las fotos, veo que tengo unas ganas enormes de volver, de ver lo que nos ha faltado, de ver de forma diferente lo que ya hemos visto.

Supongo que podré hacerlo. Al fin y al cabo, todos los caminos llevan a Roma.

jueves, 12 de enero de 2012

V de enero

Hola a todos, espero que os trajeran muchas cosas los Reyes.
A mi me trajeron muchas, la verdad, pero no tal y como me las esperaba.

Ya os conté en la anterior entrada que, un día hace mucho, vi una capa de un Rey Mago, y que, como es bien sabido por toda la humanidad, si estás despierto o si los ves no te traen nada.
También sabe todo el mundo que la venganza es un plato que se sirve frío.
Esta es una historia de venganza, rencores y de tres hombres maquiavélicos escondidos bajo una máscara de bondad creada a base de chantajes y de regalos.

Esto que os cuento sucedió hace una semana exacta. El día 6 de enero por la mañana vi mi parte de sofá llena de regalos y, mientras iba desenvolviéndolos, pensaba en la sorpresa de cada año de Star Wars. No es que se la pida, es que la ponen de forma voluntaria.
Pasaba el tiempo y veía muchos regalos y, por fin, veo las letras características de tan aclamada trilogía. Resultaba ser la maqueta de una nave.

No conseguía abrirla jalando y tuve que recurrir a las tijeras. Dentro del plástico había una caja y, al abrirla, no había nada.
Los mu siesos me habían dejao sin maqueta!!!

Que sepais que el año que viene en lugar de una copita os vais a aguantar con agua y pan. Avisados quedais.

viernes, 6 de enero de 2012

Hoy puede ser un gran día

Hoy puede ser un gran día, como todos los 5 de enero.
Siempre me ha gustado la víspera de los Reyes Magos. No porque al día siguiente fuese a tener regalos en el salón (que también) sino porque ese día solían ocurrir cosas divertidas.

Resulta que, y esta historia solo la conozco de oídas pero se ha hecho totalmente verídica a fuerza de repetirse cada año en mi familia, hace bastante tiempo, puede que el año 91 o 92, cuando aun la cabalgata pasaba por las calles de Cádiz*, volvíamos camino a casa para dormir bien y profundamente no fuera a ser que los Reyes nos vieran despiertos y no nos dejasen na de na. Lo que nos faltaba ya, vamos!

El caso es que, a nuestro paso por el barrio Santa María, mi hermana empieza a llorar desconsoladamente. Debo decir que mi hermana estaba en esa edad en la que los niños empiezan a leer y, por tanto, se ven obligados a leer todo lo que encuentran.
Dicho esto, que habíamos dejao a mi hermana esmoresía perdía, mi madre le preguntó que pasaba y resultó ser que, en una calle de Santa María había una pancarta enorme de un edificio a otro que rezaba "camellos fuera de nuestras calles".
Pa que queremos más. Mi hermana ya se veía a los Reyes leyendo eso y diciendo "ea, po pasamos de Cadi, a juí". Qué mala noche pasó esa muchacha...

Otra de las cosas, y esta si que la recuerdo, fue cuando mi abuela Yaya se peleó con la gente en la cabalgata.
En este caso resulta que mi abuela conocía a Nando, un paje de alguno de los reyes, y al verla nos tiró un SACO lleno completamente a nosotros. Por culpa de la primera ley de Newton (oséase, la gravedad) la bolsa cayó al suelo y se rompió, siendo eso la alegría de todos los chiquillos que había alrededor y el sofocón de mi Yaya que se empeñó en que absolutamente todos esos caramelos eran suyos.
La imagen que tengo grabada de mi abuela dando rempujones (porque ella daba rempujones) a chiquillos de 7 u 8 años y tirá por to los suelos pillando caramelos es imborrable.

Aunque hubo una noche que no lo pasé bien precisamente. Un día 5 por la noche que me desvelé, abrí los ojos y en el pasillo vi una capa** roja. Inmediatamente recordé que si los Reyes te ven despierto se llevan tus regalos. Y yo quería dormirme, de verdad, pero por más parriba que me echaba la sábana, la colcha, la manta y todo lo que podía, no conseguía borrar la imagen de los Reyes mirándome y llevándose mis regalos.
A la mañana siguiente tenía el 4x4 de los Street Sharks en mi salón. Menos mal.

Y venga ya hombre! a dormir to el mundo que ya es mu tarde!

*Pa los foráneos. Cádiz se divide en Cádiz y Puerta Tierra. Lo primero es el Centro Histórico y lo segundo es Puerta Tierra.
**Bata de guatiné, pa entendernos.

De regalo, por eso de los camellos fuera y demás:

jueves, 22 de diciembre de 2011

Siempre hay uno...

Lo siento. Se que no os ha tocado. Pero nos queda salud, no? eso es lo que se dice todos los años. "Bueno, al menos nos queda salud..." (y consérvala, porque con los recortes... ojito!).

Con esto de la salud, se considera este día el Día de la Salud (díselo al que le ha tocao, verás lo que se ríe de tu salud) y pa mí que el 22 de diciembre debería ser el día del tonto. Pero no del tonto común que hace tonterías todos los días del año. Yo me refiero al tonto que jugaba todos los años el mismo número y, justo el año que toca, no lo compró.

Vale que la cosa está mu mala y que lo mismo uno prefiere unas aceitunitas en casa antes que una probabilidad de ser millonario... pero si no te toca no salgas a la calle y te pongas delante de la cámara, hijo mío, que así te sacan por la tele!
Encima de tonto, pobre. Quédate en casita y mañana, con los colegas ya ricos, sueltas un "ay que ver, pa un año que no compro..." igual se ablandan y te dan algo (aparte de carga, porque lo tuyo es mala suerte). O lo mismo no te vuelven a dejar jugar por gafe.

Aunque eso si, este será tonto, pero es el único sincero que, cuando le preguntan en qué se lo habría gastado, habla de viajes, fiestas, coches, etc. mientras que el resto dice que utilizará el dinero que realmente les ha tocao en tapar agujeros mientras que han comprao una botella de champán y la están desperdiciando, porque entre lo que se pierde al abrirla, el tembleque del que sirve y el del que recibe, tenemos una calle to pringosa y unos vasos to vacíos.

Sinceramente, me extraña mucho que siempre haya uno de estos... lo pondrán los de la Lotería pa hacer que todos los años juegue la gente?
Conspiran contra nosotros...

lunes, 31 de octubre de 2011

Venticinque


Ay, si yo no supiera
Que añitos que cumpliera,
Las velas las apagaba
Porque las soplaba con el abrazao





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Me has llamado hace un ratito y me ha dado mucha pena no haber estado en la foto de este año cuando soplabas las velas, aplaudirte y cantarte el cumpleaños feliz.
Pero al menos sé que la compañía ha sido la más grata que hayas podido tener.

Te prometo que no me vuelvo a perder ninguno más =)


¡Te quiero mucho!


¡Feliz cumpleaños!



Te suena? pues revisa tu Fotolog de hace 3 años, 7 meses y 21 días.
Que sepas que me fijo en él pa saber si hago bien las cosas.
Puedes sustituir "él" por "ella" y esas cosas y queda igual que lo que quiero decirte.


=)

martes, 21 de junio de 2011

viernes, 4 de marzo de 2011

Esto? Esto es Carnaval

Con permiso, buenas tardes.
Vengo mu carnavalero
quieto ahí que via contarte
como con el carnaval justito ayer
gané dinero.
(leáse con la música del pasodoble de Los Piratas)

Aviso que esta historia es completamente verídica y no tiene ni un ápice de fantasía.
Resulta que volvía ayer del ensayo de la Chirigota Callejera 'Los Posturas' y fuí con mi amigo Adri, guitarra de la chirigota, al Mandala para inscribirnos en el carrusel de ilegales de Muñoz Arenillas.
Tras inscribirnos íbamos dirección a nuestras respectivas casa porque habíamos quedado y llevábamos bulla, pero a escasos metros de la calle Brasil, al pasar por delante del bar Gitano, el dueño del mismo (un gitano rubio) nos ve con la guitarra y nos dice si sabemos tocar flamenco. Le dijimos que éramos de una chirigota y que flamenco como que no, pero que con carnaval nos atrevíamos.
Tras insistirnos mucho accedimos a entrar a cantar algo y entramos en el bar.

Nos lleva hasta la parte de atrás del bar. Yo pensaba que nos iba a escuchar y, si le gustaba, nos diría que fuesemos allí a cantar el día 'X', pero nada más lejos de la realidad.
Al pasar a la otra parte del bar lo que nos encontramos fue a 11 caballeros enchaquetaos, pelo patrico, patillas hasta la boca y pinta de tener la de ubrique sin poder cerrarla.

El gitano nos había metío ahí pa que le cantásemos a los únicos 11 clientes que tenía. No se cortó a la hora de decir que habíamos pasado por delante de la puerta y nos había convencido, así que preparasen 5 € por cabeza. Ante tal situación, no tuvimos más que echarle cara y presentarnos como integrantes de una callejera y decir que íbamos a cantarles unos cuplecitos.
Los notas, salvo dos, eran de León, así que se reían de todos los cuplés.

Viendo que la cosa iba bien (aunque bien se entienda por olvidarnos las letras de los cuples y no recordar cuales teníamos) decidí tirarme a la piscina y cantar el cuplé a Jose María Aznar (no os lo pongo para no hacer Spoiler, pero acaba dándole un palito). Se rieron, aunque pusieron una cara de 'maldita juventud roja'.
Al final, después de 5 cuplés, cantamos la presentación (si, lo que se suele cantar al principio) y nos fuimos, a lo que se nos acercó el gitano y nos largó dos billetes, no voy a decir cuánto fue, pero uno tenía color marrón anaranjado y otro verde grisaceo.

Salimos aguantando el tipo, pero en cuanto cruzamos la esquina empezamos a saltar como quinceañeras histéricas y a llamar a la gente para contarlo.

Aún no ha empezado el carnaval oficialmente y dos miembros de una callejera han ganado dinero por 5 cuplés y una presentación. En Carnaval propiamente dicho y con los 13 miembros restantes no quiero imaginarme de que seremos capaces. Este carnaval puede ser Legen -espera- dario!

PD: Lo próximo os cuento lo que he soñao, no se si esta noche o la anterior, pero tiene tela.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Feliz monotonía!

Felices fiestas/vacaciones/navidades/solsticio de invierno/festividad del sol a todos!

Desde que llegaron las 11:00 del día de ayer estoy oficialmente de vacaciones. Y se bastante bien lo que pasará. ¿Cómo? muy sencillo, pasa todos los años.

El primer día es el de no hacer nada. Levantarse sin el sonido del despertador, meterse en internet y mirar el tuenti, jugar al Fifa, salir un rato, etc. Nada más allá de lo normal.

El 24 cuando den las 19:30 más o menos mi madre ya estará cansada de decirme que me duche, que recoja, que me arregle... y yo estaré cansado de decirle que me dará tiempo antes de que llegue la gente. Ella tendrá razón, como cada día año.
La tele va a estar puesta, con el especial de nochebuena de los Simpson, Cuéntame, o alguno de esos, pero no lo estaremos viendo. Comentaremos otras cosas como lo bueno que está el vino, la última tontería de mi tío, lo que hacen sus alumnos y acabaremos hablando de cuando éramos chicos para, posteriormente, salir por ahí y volver a casa tarde de celebrar que al día siguiente iremos a la comida del 25 sin cara ninguna.

El 25 todo el mundo saludará a mi primo Pepe moviendo las manos como hacen todos los italianos, y se reirá por compromiso, porque los italianos no hablan todo el día haciendo eso (lo de las manitas con los dedos juntos y parriba y pabajo las manos).
El último que llegue de los primos se le(s) dirá que ya hemos comido (aunque sean las 13:00). Se remarcará que de 14 que somos solo nos gusten a 4 las gambas, vendrán los mayores a decirnos que estamos mejor servidos nosotros que ellos (siendo la solución tan fácil como que nos dejen de traer comida), nos quejaremos del pavo y terminaremos hablando de cuando Carlos rompió cualquier cosa o cuando Alberto dijo cualquier cosa (este tema da siempre para mucho).

Llegará el 31 y, de nuevo, tardaré en ducharme, pero llegaremos a casa de mis tíos donde todo el mundo encuentra un sitio hasta que llega alguien nuevo y hay que jugar al tetris para que quepamos todos. Es lo que tiene meter en un salón a unas 32 personas y una mesa grande. Antes de la hora de las brujas nos iremos a la cocina a ver que hay para tomarse con las campanadas. Porque no vamos a comer uvas, hombre por favor. Cogeremos turrón, o algo de eso, y nos daremos cuenta a las 23:57 que son demasiado grandes y que corremos peligro de ahogarnos.
A menos cuarto mi abuela empezará a comerse las uvas, con tranquilidad, y acabará justo en la última campanada. Siempre lo hace.
Con las bocas llenas y recién entrados en un nuevo año empezaremos a repartir besos llenos de babas, se felicitará a los Manolos y alguién, bueno, mi tío (no pongo nombre porque hay varias opciones) soltará eso de "llevo con los mismos calzoncillos desde el año pasao!".
Brindaremos con Champán, a Pablo le dejarán mojarse los labios y probar un poquito, le diremos que tiene pinta de borracho, hará el borracho y todos nos reiremos.
En cuanto Juan se cambie y diga que se va, empezaremos a irnos todos a la calle (dónde quedaron esas partidas de Scatergoris...).

La cosa será el día 5, que quedaremos pa ver la cabalgata y, aunque diremos que solo vamos a verla, acabaré con un caramelazo en la frente y con los bolsillos llenos de caramelos. En cuanto oscurezca mi madre me llamará pa saber donde estoy, que los reyes van a llegar ya a casa.
El 6 por la mañana TEMPRANO levantaré a mi familia (que os sirva esto de aviso), pero mis padres no nos dejarán entrar a nosotros primero, me dirán que me ponga una bata y que me peine, me negaré y entraremos al salón.
Tras abrir los regalos, quejarse mi madre de que los reyes se han pasao y desayunar roscón relleno con lo que sea menos de manteca colorá (básicamente porque no me dejan) llamaremos pa preguntar que han dejao caer los reyes por otras casas y tiraremos pa Jerez. Después de Jerez nos vendremos de nuevo pa casa de mis abuelos, que nos dirán que tenemos una cosita en la mesa.
De nuevo el que llegue último se le dirá que nos hemos comido todo, sea la hora que sea, y nos haremos los sorprendidos con los regalos de los demás, aunque no tengamos ni idea de que es. Por la tarde habrá alguna película de Disney y estaremos todos tiraos en el sofá, los sillones y demás repitiendo los diálogos (si "Cateto a babor" no lo impide).

Por lo general no me gusta hacer cosas que se como van a terminar. Pero llevo 20 inviernos prácticamente iguales y cada año me gustan más!