lunes, 29 de marzo de 2010

Trabajo de campo

Hey Hey kids!
Como buen historiador (bueno, futuro historiador) he querido hacer un pequeño trabajo de campo y, junto con mis amigos, estuve una noche entera viviendo como un cani para estudiar su comportamiento.Tengo que decir que en un principio caía en el negativismo cultural, iba con predisposición de poder reafirmar mis suposiciones sobre esta pintoresca tribu o subespecie.

Sin embargo, lo primero que ocurrió fue que descubrí la multitud de tipos de canis que hay. Desde los primeros de solo chandal de nike hasta los actuales más modernitos.
No podemos hablar de canis simplemente. Hay que hablar de canis primarios, canis modernitos, canis marroneros, etc.
Las canis hembra si son más homogéneas desde el principio de su existencia: pantalones o mayas de colores cálidos, algún pañuelo, mucho rabillo del ojo, mucho maquillaje y demás.

La siguiente sorpresa fue el observar que los canis deben tener una forma craneal diferente a la del Homo Sapiens Sapiens. A esta conclusión llegué al ver que, teniendo una gorra sin estar encajada en mi cabeza y, además, unos 45º elevada, mi principal lucha era que no se me cayese. Sin embargo los canis pueden saltar, correr, o lo que quieran y no se les cae.Los avances corporales no solo afectan a la zona craneal, también tienen un cuello más fuerte de lo normal, si no es imposible aguantar esos cordones de oro, al igual que ocurre con sus dedos y sus anillos.

Por último, la resistencia que pueden ofrecer sus oidos al break-beat, al flamenkito apaleao y al reggaetón es envidiable. Mientras el Homo Sapiens Sapiens no aguanta generalmente mucho más de 10 minutos esta música (en condiciones normales).

Dan que pensar los trabajos de campo.

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