martes, 2 de diciembre de 2014

Mi pare el camionero

Esto que voy a escribir, al contrario de lo que pueda parecer, no va sobre mi padre, sino sobre un amigo mío, Adri, y la forma que tiene su cerebro de ampliar la información que recibe utilizando únicamente la imaginación y aplicando ciertas conexiones que él debe considerar lógicas.

Todo esto comenzó cuando fuimos a Granada a un concierto de Extremoduro y, para ahorrarnos el autobús de ida, mi padre nos llevó en coche. La madre de Adri se quedó bastante tranquila al saber esto porque la información que ella tenía era que mi padre era camionero y que la ruta Cádiz-Barcelona se la había hecho muchas veces del tirón. ¿Cómo llegó esta información hasta sus oídos? fácil, Adri había interpretado lo que le dije un día el verano anterior en el que, hablando de viajes, comenté que mi padre había conducido desde Tarragona hasta Cádiz sin apenas parar, saliendo temprano por la mañana y llegando a Cádiz por la noche. Esa fue la frase, más o menos, que resumía la vuelta de un viaje que hicimos en familia en 2007 y dentro de un coche. 
Adri se imaginó que una persona que viaja de Barcelona (que era Tarragona) hasta Cádiz durante un día tenía que ser camionero y, además, experimentado. Quienes conoceis a mi padre sabeis que es imposible que sea camionero, para quiene no lo conoceis, os lo digo yo, es imposible que sea camionero: no tiene físico de camionero, no tiene humor de camionero, no tiene voz de camionero y no tiene camión de camionero. Adri no se enteró de que mi padre era administrativo hasta varios meses después, en verano creo recordar, cuando estábamos hablando del viaje a Granada.

El caso es que, el otro día, comprobé de nuevo la asociación de ideas de este chiquillo porque, hablando con su hermana del Pequeño Nicolás, él quería hacerle entender que no era tan complicado colarse en los sitios en los que se ha colado si se tenía muy poca vergüenza y la labia suficiente para hacer creible su historia. Para ejemplificar esto puso el ejemplo de cómo un amigo nuestro había ido a la boda de mi hermana colao, aunque hay una diferencia, ese amigo nuestro es también amigo de mi hermana e iba invitadísimo. Él supuso que, como nuestro amigo tiene muy poca no tiene vergüenza, se habría colado allí bien vestido y palante, simplemente porque desconocía que fuera amigo de mi hermana.

Pues bien, aún con esta forma de asociar ideas de forma errónea, es de los más normalitos de la pandilla.

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