miércoles, 11 de julio de 2012

Andoni el vanidoso y la Bruja Blanca de la Alegría

Ya os comenté que antes de seguir con el último capítulo de las crónicas del camino de Santiago os tenía que hablar de un personaje que conocimos en un bar de Arzúa.

Habíamos hecho pocos kilómetros y la escasez de siesta, hora de lavar ropa o de visita por el pueblo nos hacía buscar nuevas inquietudes. Así que para descansar de hacer nada nos fuimos al bar de enfrente del albergue. 
Allí, mientras estábamos nosotros solos en una mesa, entró un hombre y se puso a hablar con el camarero. Nada extraño.

No se si lo sabeis, pero mi pandilla tiene un inexplicable efecto imán para los loquitos y, si un desconocido se nos acerca en plan colega, es loquito.

Efectivamente este personaje entra dentro de ese grupo, se nos acercó y nos empezó a contar su vida, mientras el camarero asentía con la cabeza.

Él nos contó que empezó a hacer el Camino una vez que su hija (luego dijo una chica que estaba a su cuidado) murió por no recuerdo qué exactamente. Que no le dijo nada a su familia (en la cual citó mujer e hija) y que se largó por ahí triste y cabreado con el mundo.

Llegó a decirnos que estuvo en Cádiz, haciendo de pimpi pa los guiris que llegaban, cobrándoles la voluntad y malviviendo como podía por los alrededores de Plaza España mientras algunos chavales le daban alguna china pa un canuto. (El nota nos citó bastantes cosas curiosas de Cádiz como pa no haber estao, la verdad).

El segundo episodio más importante de su vida fue relatado por estas palabras: "estaba en Pamplona en San Fermines, me agaché a beber en una fuente y, al levantarme, ahí la vi a ella... a la Bruja Blanca de la Alegría" (ver foto de encabezado).
Desde ese momento se dió cuenta de que tenía que ser más alegre y hacer algo bueno por los demás, así que como se conocía muy bien el camino de Santiago, empezó a hacer de guía para quienes quisieran conocer cosas del camino. Ahí nos echó una mirada de "venga joe, animarse shavale", pero pa 40 km que nos quedaban casi que pasábamos... y que el echo de atraer a los locos no hace que nos sintamos cómodos con ello.
Se quejaba de que la Guardia Civil no le dejaba ir por ahí con un lobo que se había encontra en el bosque. No se yo por qué, con lo normal que es eso.

Para seguir impresionando (o al menos intentándolo) nos dijo que nos iba a enseñar una cosa que le había regalado la Bruja Blanca. Al meterse la mano en el bolsillo todos pensamos que nos iba a sacar una navaja o algo así, pero no, el misterioso objeto era un trozo de madera que, al quemarlo, se consumia más lento de lo normal y olía muy bien.
Nos estaba enseñando un trozo de Palosanto! simplemente el material con el que se hacen las guitarras.
El hombre al menos lo intentó.

Viendo que no sacaba nada de nosotros se despidió y se fue, y lo que viene ahora me da mucha rabia, porque se que se despidió con una frase bestial que coronó volviéndose y guiñándonos el ojo, pero no recuerdo la frase.
Si alguien que estuvo presente se acuerda (Paco?) que por favor me la diga.

Viendo que nos recordaba al video de El Vanidoso de Callejeros, se le impuso ese mote a posteriori, por supuesto.

Qué personaje, de verdá.

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