jueves, 1 de septiembre de 2011
La última cucaracha
Adios verano :(
Parece ser que, al contrario que todos los años anteriores, este año el mal tiempo no ha esperado al comienzo del colegio sino que ha empezado el mismísimo 1 de septiembre, que tiene tela la cosa. Parece que el hombre del tiempo desconoce el término "periodo de adaptación" y nos ha mandado una de lluvia mosqueao porque él lleva trabajando todo el verano.
El caso, que con esto de que se va el verano, se van también esos insectos que pueden provocar desde la más absoluta de las histerias colectivas hasta la mayor admiración posible hacia una especie de insectos (como es mi caso): las cucarachas.
Lo que yo me pregunto, desde ayer que volvía por el parque de Loreto y vi a una solitaria cucaracha, es cuándo saben que tienen que retirarse de las calles.
Cómo no hay forma de saberlo, y si la hay será una forma ligada a algo aburrido de la biología, decidí, de forma Kafkiana, imaginarme (en blanco y negro) a una única cucaracha, observando la vasta acera desierta, sin nadie de su especie, quieta, sabiendo que, al estar sola, puede morir fácilmente.
Comienza a moverse evitando estar al descubierto en mitad del camino, por lo que se va al borde de un árbol, sintiéndose segura hasta que observa que, en la oquedad que hay a pocos centímetros de ella (que en relación a su tamaño es algo más grande), hay una comunidad de hormigas. Se le hiela la la sangre, sabe cómo trabajan. Una fila de obreros trabajando que se convierten de un momento a otro en despiadados soldados. Ya ha visto cómo han cazado a miembros de su clan antes y, procurando que no la oigan, se va lo más rápido que puede de allí.
Y de pronto, sombra. Sabe lo que eso significa. El gigante humano intenta pisarla. Por suerte aún conserva la adrenalina de su anterior encuentro y se libra de un pesado final.
Cuando el humano se va, mira al cielo, y ve nubes. Ahora entiende todo... ha llegado el fin del verano, toca refugiarse en los subsuelos de la ciudad y esperar 9 meses.
Se dirige a la alcantarilla y ¡Chaf! la atropelló un coche.
Un minuto de silencio por favor para la última cucaracha.
PD: Historia basada en hechos reales.
PDII: Me ha quedao superguay el dibujo hecho con el paint, verdad?
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Jajajajaja Harakiri!
ResponderEliminarjajaja me encanta,
ResponderEliminarsoy mogollo
¿En FlorEncia también "disfrutarás" de esos impresentables bichitos?
ResponderEliminarmuaaaaaaa