jueves, 16 de septiembre de 2010

Tú eres tonto o...


Queridos hermanos, nos encontramos hoy aquí reunidos para unir en santo matrimonio a...
Perdón, me he liao, eso no era lo de hoy. Para lo que estais delante de vuestra pantalla es pa leer otra de mis pamplinas.

Hoy vengo a comentar como la inocencia puede jugar malas pasadas en una edad tan cruel como es la adolescencia (que no es una edad, es una etapa, pero en fin).
El caso es que en esta época de nuestra vida tenemos que estar al loro de todo lo que nos rodea. Tenemos que, por ejemplo, saber la verdad sobre los reyes magos (lo de como explotan a sus pajes para tenerlo todo listo en una noche) entre otros misterios de la vida. Supongo que habrá otros, a mi solo se me ocurre este.

Pues bien, desde pequeño he analizado las frases esas de "Tú eres tonto o...". Hay una que acaba con un "...comes bolitas". A mi comer bolitas no me parece nada malo, así que siempre respondía que comía bolitas porque yo no era tonto. Al menos creía no serlo.
Siguiendo esa aplastante lógica simpre elegía como respuesta la segunda alternativa de la pregunta.
De este modo, a la pregunta "¿Tú eres tonto o vas a Afanas?", yo respondía muy orgulloso que iba a Afanas. Lo gordo viene ahora. Yo creía que Afanas era un sitio imaginario.

Si señoras y señores, miembros y miembras de mi blog. Pensaba que Afanas era un lugar imaginario y resulta que era tan real como la Conchinchina (que también creía que era imaginaria).

Llegados a este punto paso a relataros uno de los días que me he sentido más tonto que nadie.
Todo ocurrió un día estando en clase (2º de ESO, creo) que llamaron a unos cuantos entre los cuales me encontraba yo.
Nos llevaron a la clase de audiovisuales dónde había otros dos grupos de alumnos de las otras dos clases.

Entró en la clase la orientadora y dijo muy seria "habeis sido elegidos para que os llevemos a Afanas". Todos se quedaron con la cara blanca, salvo yo, que riéndome dije algo así como "si, y si coge de camino nos pasamos por el mundo de Yupi".
Sentí muchísima vergúenza cuando me explicaron que Afanas existía y en que consistía.

La visita era pa echar la tarde con los chavales y chavalas de allí, pero eso ya me daba igual, Afanas exisitía.
Definitivamente, ese día fui más hombre por ser ella más mujer.

2 comentarios:

  1. Yo me quedé flipado cuando me enteré que AFANAS se llama así sólo en Cádiz, que fue por medio de decirle a un amigo de Sevilla: "tu sitio está en AFANAS" y se quedó pillado. Posiblemente, hasta que se lo expliqué, pensó como tú que era un sitio ficticio

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