miércoles, 20 de mayo de 2009

El estudio

El estudio está definido por mi como una reacción química que se produce en nuestro cuerpo gracias a la cual todo nos parece interesantísimo, todo menos los apuntes que tenemos delante.

De esta forma nos planteamos cosas como "Qué sentirá una mosca que, pudiendo volar por todo el mundo, prefiere posarse en la mierda" o "si el coreógrafo de los bailes de Karton en el principe de Bel-Air sería el mismo que el de los bailes de Chendler en Friends".

Pasando apuntes al word se puede descubrir que la palabra "elite" no lleva tilde y es llana. Como al principio no te lo crees, vas a una enciclopedia a buscar la palabra y, efectívamente, ahí encuentras que el word tenía razón. Es una palabra llana tomada del francés, lo que ocurre es que en español existe la norma generalizada de pronunciarla como esdrújula debido a la tilde que lleva en su lengua originaria. (no lo he copiao, me lo aprendí).
Cosas como estas te parecen tan interesantes que vas corriendo a contárselas a todas las personas que tengas disponible.

También estudiando verás todas las faltas de ortografía y las frases sin sentido que tu profesora te mete en los apuntes.

El culmen de esta distracción se produce en las bibliotecas. Al llegar pretendes hacer el menos ruido posible y abres la cremallera de la mochila muy despacio, por consiguiente prolongando el tiempo de ruido.
Una vez tienes los apuntes delante miras a tu lado, para ver que estudia quien esté al lado tuya. "Ufff... Medicina, voy a ver si entiendo algo". Y mirando apuntes ajenos durante media hora te das cuenta de que no, no entiendes nada de medicina.
Ya te has centrado, estás estudiando en silencio y alguien se tropieza. En la calle no pasaría de una risita, pero aquí todo se superlativa (que palabra más chula, no?) y tienes que hacer el esfuerzo de tu vida por no reirte, lo cual te hace más gracia y el esfuerzo incrementa. Y os hablo de un tropezón, si se llega a caer de la silla la risa es incontrolable.
También te da por fijarte en la que na más que hace entrar y salir de la clase, del de los pelos raros y del chaval que conoces de vista de verlo por la placita antes de los partidos del Cadi.

Finalmente ves al chaval que está viendo en su portatil "Como conocí a vuestra madre" y tienes la poca vergüenza de pensar "Vaya tela... yo pa perder el tiempo no me vengo a la biblioteca. Me voy que se me va a hacer tarde".

Y todo esto sabeis que es verdad.
Señores, me voy a estudiar.

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