miércoles, 26 de febrero de 2014

Paco de Lucía

No soy de escribir aquí sobre temas serios. No soy tampoco de hacer homenajes póstumos. De hecho me suelen molestar bastante porque siempre he pensado que el reconocimiento se le debe dar a una persona en vida para que pueda disfrutarlo. Sin embargo también entiendo que hay momentos como la muerte de un artista en el que se evalúa y se valora su obra. Hoy tengo que tragarme el orgullo.

Al despertar con la noticia no he reaccionado apenas, he leído el mensaje con normalidad y he pensado que era una lástima su muerte. Fin. Ha sido después, yendo a ensayar con el grupo, cuando he caído en la cuenta de la pérdida de Paco de Lucía.

No voy a hablar de la calidad musical de Paco de Lucía, eso lo conoce todo el mundo y quien no lo conozca solo tiene que buscar una canción suya. Lo que Paco de Lucía me dio es el paso de solo escuchar Rock y Heavy Metal a reconocer lo mucho que me gustaba el flamenco con 15 años aproximadamente.
Pensar en una canción de este hombre me trae a la mente esas tardes/noches de guitarra con Germán, Javi y Curro tratando interpretar a la perfección "Entre dos aguas"; la misma pieza que Javi, Paco, Tite y Ramón (Los Arqueás) tocaron en su graduación de bachillerato con un resultado más que positivo a pesar de las carencias que estos podían tener en ese momento (pocas, la verdad). Y es que eso es lo mejor de su música: quien se acerca a tocarla ya obtiene un buen resultado, quien no sabe de música se queda satisfecho, quien sabe de música se vuelve majareta al comprobar la dificultad y la maestría.

La imagen de Paco de Lucía me transporta a otro lugar en el tiempo, un momento en el que aún ni había nacido. A través de su foto en la guitarra de mi tío me encuentro en 1977, en una Andalucía que se levantaba, se unía y luchaba. El Flamenco era el grito de rebeldía en lugar de serlo de sumisión y Paco, Camarón, Carlos Cano y otros tantos lanzaban acordes, quejíos y bordoneos que reivindicaban lo nuestro. No estuve allí, pero como si estuviera.

Paco de Lucía era de nuestro pueblo. Paco de Lucía era del Pueblo, autodidacta salido de lo más bajo que a base de esfuerzo, constancia y una sensibilidad envidiables se convirtió en uno de los mejores guitarristas del mundo llegando a obtener el reconocimiento de colegas como Fito Cabrales, Keith Richards o Mark Knopfler.
Paco era de aquí y aquí lo teníamos olvidado. En Andalucía somos capaces de presumir más de Neymar que de Paco de Lucía. Ya no vale cambiarlo.

Afortunadamente, siempre me queda el recuerdo. Esas sencillisimas notas de bajo con las que comienza "Entre dos aguas" repiquetean en mi cabeza. Tan, tan, tan, tantantatán, tan, tan, tantantatán, tan, tan.

Gracias Maestro.

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