sábado, 10 de agosto de 2013

Corred, insensatos!

Hacía muchísimo que no me pasaba por aquí. De hecho tenía intención de hacerlo de forma más asidua pero se ve que últimamente el poder de la flojera ha aumentado en mi persona, así que cuando pensaba un tema para escribir lo dejaba para más adelante. Pero, como podeis ver, ya no, al menos por hoy. No descarto otro ataque de flojera prolongada.

Bueno, el caso, que lo que iba yo a comentar es el temor que causa en la población gaditana (y puede que de fuera, pero no voy a investigar yo pa este blog) la sola presencia de una pareja de la cruz roja recogiendo firmas para colaborar. Y ya ni hablemos de qué ocurre si es un grupo de voluntarios.

El otro día esperando el autobús delante de residencia me paré a observar las reacciones del personal cuando avistaba, ya a escasos metros de distancia y sin posibilidad de corregir el rumbo, a los susodichos voluntarios acechando a los agobiados viandantes. Digno de mención además la capacidad de mimetizarse en el ambiente que tienen, que no los ves hasta que el contacto visual es inevitable.
Cuando la gente los ve ponen cara de "mierda, otra vez, ejecutando plan de escaqueo uno". Y el plan de escaqueo uno consiste en mirar al suelo, en plan "si no los veo, no me ven", aunque ahora también se está poniendo en marcha la técnica de mirar el móvil y hacer como que se habla por whatsapp. Cuando son cazadas con la frase "disculpe, ¿tiene un minuto?", las víctimas se hacen las sorprendidas como si no hubieran visto a los chavales. Es en este momento cuando empiezan las excusas, que las hay muy divertidas, como "lo siento hija, no llevo na encima que voy al super", "llego tarde al banco" o la que más gracia me hizo, después de atender a la chavala de la Cruz Roja, el viejo que le preguntó "Bueno, y con esto, ¿yo cuánto me llevo?".
Pero sin duda, el que me hizo lanzarme a escribir esto fue aquel señor alto, delgado, rubio y muy muy blanco, que, después de que la voluntaria le explicase todo dijo sin perder la sonrisa con la que había atendido "sorry, I don't understand". Un aplauso para el guiri educao.

También hay otra forma de ataque, por la calle ancha a media mañana, en la que hay una franja pequeñísima de sombra en la cual se sitúan (en coalición con los de Intermon Oxfam) y tú decides, o inventar siete excusas o intentar cruzar la calle con el sol en la nuca. No he llegado a observar con detenimiento cómo funciona el proceso en esta zona, eso que lo haga algún no beduino con un blog de pamplinas.

Lo que está claro es que si veis alguno, hacedle caso a Gandalf: Corred, insensatos.

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